"Mbappé solo habla en el campo, tiene una cabeza especial"
Tras dos temporadas de éxitos, el cántabro analiza desde Marsella su desagradable situación actual en el Olympique y ejerce de 'espía' del rival del Real Madrid en la Champions.
Cántabro de Potes, Álvaro González, 32 años, tiene a bien ser el último exponente de la cantera de centrales recios que siempre caracterizó al Racing de Santander: Marquitos, Paco Santamaría, Camus, Arteche, Sañudo, Chinchón… Su regularidad, oficio y buen rendimiento en el Racing, Zaragoza, Espanyol y Villarreal le transportaron hace tres años hacia Marsella, donde hasta hace un par de meses era indiscutible en el Olympique.
Aunque Sampaoli, de repente y de una manera un tanto sorprendente, le haya postergado al banquillo, Álvaro continúa siendo uno de los capitanes del equipo y en los últimos meses ha demostrado su identificación con el club tomando parte activa en todos los desagradables incidentes en los que el OM ha estado inmerso, que no han sido pocos. Sobre ello y, por supuesto, sobre el PSG, rival el martes del Real Madrid, transcurre esta conversación en la que existe más de un silencio valorativo por su especial situación actual en el club que, curiosamente, preside otro español, Pablo Longoria, asturiano de Oviedo, a 165 kilómetros de su Potes natal.
Álvaro, en su caso, se podría decir que futbolísticamente cualquier tiempo pasado fue mejor…
Sí, totalmente. Lo que estoy viviendo ahora es futbolísticamente malo porque el míster, bueno el club, tomó decisiones (mercado de invierno) cuando me había renovado hacía cinco meses y yo no quise moverme, claro. Después, en la ciudad, la gente me quiere, me cuida bien y estoy super a gusto, pero, claro, al final nosotros nos movemos por lo deportivo y si no juego, no puedo estar bien y no paso por mi mejor momento.
Ha dicho que el club, no el míster, tomó la decisión. Yo pensaba que había sido una víctima de la táctica, de la decisión de Sampaoli de pasar de jugar con defensa de tres a defensa de cuatro. Coincidió que fue entonces cuando dejó de jugar.
Con Sampaoli jugué toda la temporada pasada y jugué de todo. Es muy de cambiar sistemas, lo hizo desde que llegó, no ahora especialmente. Además, en defensa de cuatro llevo jugando 12 años en Primera. No creo que sea eso, sinceramente.
Vamos, que es víctima de una situación no deportiva.
No sé de lo que soy víctima. Lo que sé es que me renovaron y a partir de ahí comenzaron los problemas de todo tipo. Me tuve que bajar el sueldo el 31 de agosto para que aquí pudieran firmar un jugador y aunque me dolió lo hice porque soy el tercer capitán del equipo y comprendí que tenía que hacer esas cosas por el club y por los compañeros, que se podían quedar colgados el día 31. Hice todo lo posible porque se pudiera inscribir a todos los que allí estábamos. A partir de ahí, comenzaron a putearme de una manera incomprensible después de cómo me he portado yo, que lo he dado todo por el club, que he estado en las duras y en las maduras, como ya os habéis enterado en España. Después me han querido sacar de malas maneras, aunque yo no he querido.
Ha sido, claramente, una decisión del club.
Totalmente. Del club, del entrenador y de toda la gente que hay alrededor. Por el tema futbolístico estoy seguro de que no porque venía de rendir dos años, que fueron los mejores de mi carrera, y estoy seguro de que ese no ha sido el problema para no estar jugando ahora. No lo puedo llevar al tema deportivo porque me encuentro bien, físicamente estoy mejor que nunca y me cuido más que nunca. De eso estoy totalmente convencido.
No es muy normal que le renueven y después comience el calvario.
Totalmente. Por eso cuando el club toma la decisión de encontrar una salida por todos los medios, que a mí no me lo dicen, que se lo dicen a mi representante, les digo que entonces para qué me habían renovado tres años más uno, ahora dos más uno. Y les dije que en el verano anterior tenía un mercado bastante bueno después de los dos años que había hecho, jugando la Champions y jugando todo. Tenía un buen cartel en Europa por la importancia del propio Olympique de Marsella y que por qué entonces no habíamos tomado esa decisión en verano. Los hechos no argumentan todo lo que ha pasado después.
Y todo eso después de todos los palos que se ha llevado, por defender al club en todos los frentes abiertos.
Efectivamente, eso es lo que me ha dolido un poco. Me he llevado palos por enfrentarme a algunas aficiones y lo estaba haciendo por defender a mis jugadores. Por algo soy capitán y me siento responsable de una plantilla en la que soy de los más veteranos con Mandanda y Payet. Ya se vio que en el tema de los botellazos (Niza) salimos en defensa de todos y salí sancionado (dos partidos). Luego, el año pasado en la Ciudad Deportiva, cuando las cosas iban mal, que hubo el cambio de entrenador, vinieron los ultras y Mandanda yo salimos a dar la cara y a intentar hablar con ellos… y se paga de esta forma también. Al igual que yo respeto al club, me gustaría que el club me hubiera respetado a mí.
¿Su situación exacta cuál es? No está apartado de la plantilla porque está en el banquillo todos los partidos, pero no juega.
Esa es la situación, durante el mercado de invierno les dije que no me iba a mover. Al final todos sabemos lo que es el mercado de enero, las situaciones de los equipos que te quieren no son las ideales, están jodidos, lo están pasando mal. No es lo mismo ir ahí que ir a equipos que van bien, esos equipos no necesitan cambiar. Les dije que esperáramos a junio, que es un mercado más largo y en el que surgen más opciones y así hemos quedado. Me dijeron que no habría ningún problema, que me iban a respetar, que formaba parte de la plantilla como uno más y que si en algún momento tenía que jugar, lo iba a hacer De momento voy convocado a todos los partidos, intentando ayudar al grupo en todo lo que pueda desde mi experiencia y a partir de ahí esperando cómo transcurre este año que para mí está siendo un poco diferente.
Pero el Valencia le quiso en el mercado de invierno.
Hubo contactos. Me dijeron que me iba a llamar Corona, que es el director deportivo, pero allí también tienen un lío bastante grande. Se tenían que poner de acuerdo el director deportivo, el presidente, el entrenador y me imagino que alguna de esas partes no estaba al cien por cien segura de hacerlo. Lo único que dije es que, si se me quería, que se hiciese desde todas las partes, que, si no, no tenía por qué moverme, que no era necesario.
¿No echa de menos la Liga?
Ahora que no estoy jugando le digo que sí… Pero, sinceramente, en el Marsella he pasado dos de los mejores años de mi carrera como profesional. Conseguí objetivos, quedamos segundos en Liga, ganamos al PSG, jugué la Champions, que fue mi debut. No me puedo quejar de nada, estoy en un sitio en el que se me quiere muchísimo, a pesar de que ahora no disfruto de minutos. La gente me demuestra su aprecio por la calle y estoy en un sitio donde el fútbol se siente de una manera especial, solo estando aquí se entiende su pasión por el OM. Lo único es que me gustaría aprovechar que físicamente estoy en el mejor momento de mi carrera y que cada vez me siento mejor porque me cuido más para poder demostrarlo en un terreno de juego ahora que ya estoy en la fase final de mi carrera.
Ahora, de central aparcado por las circunstancias, tiene que pasar a ser espía del PSG. Cuente cómo ve al rival del Madrid, con el que se ha enfrentado hace poco y al que ve jugar todas las semanas.
Aquí en la Liga va sobrado. Tiene un colchón enorme para ganar el campeonato. Ellos se saben regular. Saben lo que tienen que hacer para ganar, aunque el año pasado se llevaron un chasco porque el Lille se la ganó. Creo que de eso aprendieron este año. En la Champions se ponen las pilas, como hemos podido ver. Es un equipo con grandes estrellas, pero que se les puede hacer daño. Los tres de arriba, sobre todo en los partidos de aquí, no defienden y se quedan muy separados del resto del equipo y al final defienden con siete. Contra un equipo al completo tienen problemas y sufren, ya sea el Real Madrid o nosotros, que tuvimos ocasiones para ganarles en casa y quedamos 0-0 jugando con uno más mucho tiempo.
Entonces lo ve vulnerable en defensa...
En el sentido de que se separa mucho para atacar y para defender. Pero claro, cuando los jugadores que se quedan descolgados, Messi, Mbappé, Neymar, te atacan porque pierdes el balón en las transiciones… En esos momentos puede ser el mejor equipo de Europa por esos jugadores que tiene arriba.
Decía que el PSG va sobrado de puntos, pero no va tan sobrado de juego.
Eso es lo que quería decir. Le ves en partidos de Liga y no te asusta. Ha perdido partidos contra equipos de abajo. Va sobrado de puntos porque el resto estamos demasiado igualados, nos hemos dejado muchos puntos por el camino. Su juego como tal, personalmente, no me llama la atención, pero en transiciones pueden ser el mejor equipo del mundo, pero también se les puede hacer muchísimo daño.
Usted, como madridista que era en su infancia cántabra, irá con el Real Madrid, claro.
En Santander la gran mayoría son… La gente de allí tira para la capital rápidamente. Cuando me retire, me sentiré más de un equipo que de otro, que si no la liamos.
Cantabria siempre tuvo una gran tradición madridista: Gento, los Marquitos, Santillana, Aguilar…
La realidad es que sí, es madridista. Después, con la era Messi, muchos se fueron para el Barcelona. Yo jugué con Munitis…
Y su amigo el 'bajito', Messi, ¿cómo está?
Está tranquilo aquí en Francia, la verdad. Casi mejor porque ya dio mucha guerra en España. Estos jugadores en los partidos de Champions se convierten, llevan su responsabilidad a otras alturas y cuando se juntan Mbappé, Messi y Neymar ya sabemos que te puede pasar, pero también son gente de mucho ego, que quieren ser cada uno el mejor del mundo y eso, desde mi punto de vista, para un equipo es difícil de gestionar.
Usted, estando en el Espanyol, tuvo un problema con Messi porque le llamó bajito y él le dijo que era malo; tuvo también sus problemas, más de peso, con Neymar ya estando en el OM… Pero con Mbappé no ha tenido ninguno.
No, ese va a lo suyo, ese juega y marca. Es un tío supercentrado. Profesional. Va a dar años de guerra porque además de sus condiciones futbolísticas que todo el mundo ve, creo que tiene una cabeza especial y eso se ve en el campo. Solo da que hablar por fútbol y por sus hechos. Eso es lo mejor y sus números lo avalan.
Lo suyo con Messi y Neymar…
Lo de Leo fue lo que ha dicho, nada más. Fueron años duros contra ellos en España y después, encima, me los he encontrado en Francia. Ya se sabe, defensa duro y atacante bueno... tienen que pasar cosas. Lo de Neymar fue distinto. No me gusta recordarlo mucho porque fue feo, se portó mal en lo futbolístico y en el tema personal y no quiero ni recordarlo porque la verdad es que se portó muy mal conmigo.
Acabamos. Dele algún consejo a Ancelotti de cómo puede buscar las cosquillas al PSG.
Conociendo al Madrid, porque al final veo toda la Liga y sé su estilo de juego, creo que lo más importante será salir de su primera presión, que tampoco es muy fuerte por lo que hablábamos antes y se puede superar de una manera fácil, para después con Benzema arriba armar un ataque contra una defensa de siete con el portero. Parecerá más un entrenamiento y ahí se les puede hacer mucho daño, como han demostrado bastantes equipos en Francia. Los equipos grandes no buscan la presión arriba porque saben que te hacen daño en otras facetas. El Madrid es inteligente en su juego y tiene gente que hace goles. Pero vamos, Ancelotti sabrá tanto del PSG como yo.
Es decir, que se apuesta la mitad de medio euro a que pasa el Real Madrid la eliminatoria.
Un poco más de la mitad. La verdad es que deseo que gane el Madrid por la rivalidad que tenemos con ellos, que es muy fuerte. No tengo dudas. Más por la rivalidad que por mi pasado blanco, vamos a dejarlo así.