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LEGANÉS

Dani Jiménez, la guinda deseada

El Leganés ha celebrado el fichaje del portero como una incorporación clave. Los pepineros llevaban tiempo detrás. Jiménez había rechazado antes propuestas de Primera.

Dani Jiménez, la guinda más deseada
AMAIA ZABALODIARIO AS

El último fichaje del Leganés en el mercado invernal, el ya ex guardameta del Alcorcón Dani Jiménez (firmado hasta 2024), se ha recibido en Butarque (en sus oficinas, entre sus parroquianos) como si de una traca final se tratase. Un motivo de festejo incluso en medio de una ventana de traspasos marcada por las críticas a los movimientos blanquiazules. No sólo el fichaje de Nyom ha sido puesto en duda (más por sus gestos, que por su rendimiento), también la escasez de incorporaciones o el nivel de algunos de los incorporados. Bruma de dudas que, sin embargo, no ha rodeado a este guardameta de 30 años, viejo objeto de deseo de los pepineros.

Porque no es la primera vez que el Leganés sigue a Dani Jiménez. Tampoco que lo sondea para incorporarlo a su plantilla. Sucede que, hasta ahora, el lebrijano no se había querido mover de un Alcorcón que había tatuado su escudo en la piel. Casi como si uno fuera inseparable de la otra. Muchos han sido los equipos (no sólo de Segunda, también de Primera) que han intentado hacerse con los servicios del guardameta en las últimas campañas. Normal viendo su rendimiento con el Alcor.

Experto paralotodo

Pese a ser el portero que más goles ha encajado este curso (47), también es el segundo guardameta con más paradas (83) a sólo cuatro del primero, de Mariño. Ocho, por cierto, se las hizo al mismo Leganés en el partido disputado en Santo Domingo en la primera vuelta. Aquella noche desesperó a unos pepineros que remataron hasta 23 ocasiones. El resultado final: un 3-3 que bien pudo haber sido un 3-6 o un 3-7. Sólo Dani evitó la goleada visitante. Y no ha sido la única vez. En otros dos partidos Jiménez llegó a parar hasta ocho remates a su meta.

Esas actuaciones eran las que atrajeron el interés de bastantes equipos. Pero, pese a tanto interés de tanto ilustre, en el Alcorcón, Dani era feliz. No veía la necesidad de dar salto alguno. En Santo Domingo tenía todo lo que tenía. Pero ahora todo es diferente. Con los alfareros anclados a una última posición que les tiene imantados el Leganés le hizo una propuesta que no pudo rechazar.

Despedida entre lágrimas

“La oportunidad que se me ha presentado para pensar en mi futuro me obliga a reafirmarme en mi despedida”, confesaba el propio Dani Jiménez en la primera de las tres despedidas que ha tenido de su afición. Dos han sido en redes sociales. Una, a través de una rueda de prensa ofrecida ante sus compañeros en la que no ha podido evitar romper a llorar.

Su llegada permitirá al Leganés inyectar altas dosis de competencia en una portería agitada este curso en el que ni Iván Villar, ni Asier Riesgo se han asentado merced más a sus propios deméritos que a los méritos del otro portero. Ahora está por ver si Jiménez se hará con la titularidad y si, por el camino, dejará un reguero de intervenciones milagrosas como el que ha abonado día sí, día también, el césped de Santo Domingo.