Butarque vuelve a agitarse en enero
Con cinco fichajes y cuatro salidas, retorna a la alta actividad en el mercado invernal, como es costumbre. El invierno de 2021, excepción con un único fichaje. La media desde 2017 es de 3,8.
El Leganés cerró el mercado invernal con cinco caras nuevas en su plantilla. A saber: Dani Jiménez (portero procedente del Alcorcón), Allan Nyom (lateral derecho del Getafe) Jimmy Giraudon (central procedente del Troyes), Rober Ibáñez (extremo procedente de Osasuna) y Yacine Qasmi (delantero procedente del Rayo Vallecano) repóquer de refuerzos que sumar a cuatro salidas (Avilés, Sabin Merino, Rodri Tarín, Cheick Doukouré) y que devuelven Butarque a la habitual agitación de los mercados invernales, ésos en los que el Leganés suele ser protagonista recurrente.
Tanto movimiento contrasta con la escasez de la pasada temporada, cuando los pepineros solo tuvieron un refuerzo. Brandon Thomas firmó por los blanquiazules procedente de Osasuna y a petición de José Luis Martí. Con Garitano apenas tuvo protagonismo. En las salidas sólo tuvo dos: Dani Ojeda y Michael Santos. Que el Leganés apenas tenga altas o bajas en enero es asunto sorprendente. Esta vez sucedió porque, per sé, la plantilla ya estaba sobre cargada de efectivos, en parte, por temor al COVID-19 y un brote que pudiera dejar media plantilla KO.
Salidas de peso
Disipado aquellas cautelas y con la clasificación apretando el cuello de la plantilla pepinera, el Leganés ha retornado a las andadas para reformar seriamente su plantilla. Y no tanto en las llegadas (que también) como en las salidas, donde las marchas de Sabin Merino y Rodri Tarín suponen dos despedidas de peso. El primero, porque con ocho dianas fue el máximo goleador del Leganés en la temporada. Su escaso peso en la pizarra de Nafti y el fichaje de Qasmi le empujó a salir, no sin que los pepineros tuvieran mil dudas por no querer reforzar a un rival directo como el Zaragoza. También por no despoblar la delantera. Borja Garcés también estaba llamando a varias puertas para irse de Butarque. El Atlético lo impidió (está cedido) y eso ayudó a que finalmente Sabin hiciera las maletas.
También fue llamativa la salida de Rodri Tarín. El central (uno de los capitanes) renovó recientemente hasta 2023 y apuntaba a ser pieza fundamental del proyecto en Segunda, pero sólo José Luis Martí confío en él. Garitano lo fue orillando y Nafti ha continuado el proceso. Escasez de minutos que se corresponde también con un rendimiento irregular. Con la llegada de Nyom, el valenciano empezó a apretar para buscar un destino donde reencontrarse con su mejor versión.
Fichajes de todo tipo
En las llegadas, las hubo de todo tipo. Desde la polémica de Nyom por su celebración en un derbi contra el Getafe, hasta llamativas, como la de Dani Jiménez, considerado uno de los mejores porteros de la categoría y refuerzo inesperado toda vez que Villar y Riesgo ya (se suponía) tenían bien protegida la meta blanquiazul. El punto exótico lo ha puesto Giraudon, un central fuera del conocimiento del gran público e incluso ha habido espacio para un retorno (Rober Ibáñez, tercera etapa en Butarque) y un viejo conocido (no es la primera vez que Qasmi está en el radar del Leganés).
Una media de 3,8 fichajes cada enero
Cinco movimientos de llegada, cuatro de salida que están lejos de igualar los números de la primera temporada del Leganés en Primera, cuando los pepineros hicieron siete fichajes y se dieron cinco bajas. También el curso del descenso fue agitado en el mercado invernal, con cuatro refuerzos y seis bajas. De media, el Leganés, en las últimas seis temporadas, ha hecho 3,8 fichajes, esto es, casi cuatro incorporaciones por ventana invernal.