Oficial: La RFEF aplaza el Deportivo - Racing de Santander
La Federación considera "procedente" suspender el encuentro y que el club cántabro inicie una cuarentena de siete días desde el primer positivo.
A las 11:53, siete minutos antes de la hora prevista para la salida del autobús hacia Galicia, la expedición cántabra salió del vestuario y vació el autobús de todos los bultos que previamente habían cargado los utilleros. "No se juega", "lo han aplazado", eran las escuetas respuestas que ofrecían los jugadores. Escasos minutos después, los futbolistas empezaron a abandonar las Instalaciones Nando Yosu en sus coches particulares.
La mañana fue de mucha tensión en La Albericia. A las 9:00 empezaron a llegar los jugadores, que fueron pasando directamente a la enfermería en donde les sometieron a sendas pruebas de antígenos. Como ayer y anteayer. Pese a que en el club estaban convencidos de que iban a detectarse más positivos que se sumaran a Soko e Íñigo, a las 9:30 ya sabían que eso no era así: todas las pruebas de hoy han dado negativo. A esa hora llegaba a las Instalaciones Víctor Alonso, el director general, quien tras hablar con Guillermo Fernández Romo decidió volver a solicitar el aplazamiento del partido de Riazor.
El argumento del Racing ante la comisión médica de la RFEF fue que, pese a que no aparecían más positivos, tienen varios jugadores con síntomas leves compatibles con COVID y que sospechan, por el contacto directo que habían mantenido todos ellos con Soko, Íñigo y uno de los utilleros, también positivo, que habrá un brote en las próximas horas y que temen que un viaje en autobús, todos juntos, agrave la situación. La RFEF les dice que les darán una respuesta antes de las 12:00, hora prevista para la salida.
Sin recibir la comunicación por escrito, aunque parece que sí verbal, el Racing desmonta el viaje, manda a sus jugadores para casa, aunque con un mensaje claro: "todos pendientes del whatsapp" por si este partido no se ha acabado. Algo que finalmente no ha ocurrido.