El COVID de Íñigo impide un trivote del Racing en Riazor
Romo manejaba la opción de juntar al capitán con Tienza y Borja Domínguez por dentro y ahora lo más probable es que continúe con el 4-2-3-1 de cada jornada
Jugar en Riazor ante un líder tan sólido como el actual Depor con la plantilla al completo es un reto mayúsculo para cualquier equipo, aunque sea el segundo de la tabla. Hacerlo, como lo tendrá que hacer el Racing sin, como poco, cuatro jugadores fundamentales eleva el nivel de dificultad muchísimos grados. A las lesiones musculares de Unai Medina y Marco Camus, confirmadas hoy, hay que añadir el COVID de Patrick Soko, máximo goleador del equipo, y del capitán Íñigo Saínz-Maza, indiscutible en el centro del campo. Si el comité médico de la Federación Española no recomienda a Competición atender la petición del Racing de aplazar el partido, Romo tendrá que completar un cubo de Rubik con las manos atadas.
Desde el punto de vista táctico, la baja de Íñigo es la que más limita al técnico. El madrileño estaba meditando alterar el habitual 4-2-3-1 para colocar un trivote por dentro, juntando al de Ampuero con Fausto Tienza y Borja Domínguez, acostando probablemente a Pablo Torre en la izquierda. Ahora, sin Íñigo, es hartamente improbable que Romo apueste por montar ese mismo dibujo con Sergio Marcos, el único centrocampista que le queda, en lugar del de Ampuero, mucho más físico y con mayor capacidad defensiva.
La otra opción, la de incluir por dentro al recién fichado Arturo, en principio claro candidato a ocupar la banda derecha, obligaría a repetir con el benjamín Yeray Cabanzón de titular en ese costado, lo que supondría jugar de inicio con dos juveniles, el de Isla junto a Pablo Torre. Son buenos, tienen un futuro extraordinario, pero hay que atreverse a plantarse en casa del líder con dos chavales del 2003 liderando tu ataque.
El entrenamiento de esta mañana en La Albericia, marcado por el positivo de Íñigo y la confirmación de que Unai Medina sufre una rotura de fibras, grado II, y Camus otra, de grado I en su caso, se desarrolló rodeada de un ambiente extraño. Mientras, desde las oficinas del club se solicitaba oficialmente el aplazamiento del partido a la RFEF. Los titulares del pasado miércoles (los que siguen sanos) hicieron una sesión muy suave, casi regenerativa, mientras que a los suplentes les recetó una matinal muy cargada de contenido táctico.
El plan del Racing para mañana, a la espera de noticias de Las Rozas, es someter a toda la plantilla por tercer día consecutivo a una tanda de pruebas de antígenos antes de comenzar el entrenamiento previsto para las 10:00 en las Instalaciones Nando Yosu. Los que den negativo en COVID entrenarán a puerta cerrada y a las 12:00 partirá la expedición con destino a Riazor. Con los que sigan sanos.