Crónica de un despido anunciado
Pepe Mel empezó a estar sentenciado desde noviembre. El 0-1 del Heliodoro no hizo sino dilatar una decisión tomada. Lo de Fuenlabrada, la excusa perfecta.
Algo se venía barruntando desde hace muchas semanas en los despachos de la Unión Deportiva Las Palmas, tan descontentos como estaban con la labor de Pepe Mel. Aunque se había ganado a pulso la renovación para afrontar la que hubiera sido su tercera temporada completa en el club, tampoco es que fuera la primera opción, mucho menos la única. Se sabe que hubo algún roneo con Quique Setién, mas el entrenador santanderino, que tan buen recuerdo dejara en Gran Canaria, desechó rápidamente esta opción.
El descontento con la labor de Mel, pese a que el objetivo de estar de lleno en la pelea por los playoff se estaba cumpliendo con creces, empezó a aumentar sobremanera desde noviembre. A principios del penúltimo mes del año, los días de vino y rosas se sucedían en la UD, que tras ganarle 2-1 al Fuenlabrada, con un doblete de Jesé, cimentaba sobremanera su posición de privilegio. Aquella fue la 14ª jornada liguera y desde entonces, paradójicamente, el futuro del entrenador madrileño en Las Palmas empezó a torcerse.
Ocurre que, hasta que llegó el parón navideño, la Unión Deportiva jugó siete partidos y solo ganó uno, un famélico 1-0 al Sporting de Gijón. En medio se produjeron el descalabro de Leganés (4-0) y dolorosas derrotas como local ante Zaragoza (2-3) y Eibar (0-1). Precisamente, este tropiezo ante el equipo vasco, ya con el equipo fuera de los seis primeros clasificados aunque rozando esas posiciones de privilegio, terminó por sentenciar a Mel.
Esta última derrota se produjo además en el último partido de 2021, con lo que Las Palmas se marchó de vacaciones con un mal de sabor de boca. Tanto, que los gestores amarillos ya tantearon a varios entrenadores en plena Navidad. Avatares del destino y del calendario, a Mel se le acabo presentando una oportunidad de oro en el derbi canario. Ocurre que ya estaba más que sentenciado por parte de Miguel Ángel Ramírez, presidente y máximo accionista del club, y Luis Helguera, director deportivo, pero aquel 0-1 en Tenerife, en un partido en el que además la UD fue superior al eterno rival, le dio algo más de vida como entrenador del club grancanario.
En cualquier caso, a los rectores no les hacía falta sino una excusa en forma de mal resultado para ‘cargarse’ definitivamente a Pepe Mel. En estas que llegó el Almería a Gran Canaria como líder todopoderoso de la categoría, pero la UD sacó un 1-1 que bien pudo ser una victoria. Una victoria que no solo no llegó en Fuenlabrada, sino que el equipo amarillo perdió con todas las de ley, 3-2, ante un equipo que parecía desahuciado.
Ahí se le terminó de agotar el crédito a Mel. Un día después se hizo efectiva una decisión tomada desde, como mínimo, un mes antes. Mel cumplió hasta el último día, dirigiendo incluso el entrenamiento matinal que tuvo lugar ayer en la Ciudad Deportiva. Fue, desde luego, la crónica de un despido anunciado. Le sustituye, salvo milagro de última hora, Francisco Javier García Pimienta.