Números de campeón no, números de Racing

Romo presumió en Las Gaunas de los 37 puntos que acumula su equipo, "números de campeonato", pero sigue sin reconocer las carencias futbolísticas del Racing

SantanderActualizado a 24 de enero de 2022 20:35 CET

Fernando DíazDiario AS

37 pueden ser muchos, 3 son muy pocos

Romo sacó pecho en Las Gaunas por los 37 puntos que acumula su equipo en la primera vuelta. Hace bien. Él no cree que el buen paño en el arca se vende y prefiere ponerlo en el escaparate. En lo que no está tan acertado es en eso de que "son números de campeonato". Puede ser, o no. Lo que es indiscutible es que son números de Racing. Cada vez que el equipo de El Sardinero ha estado en el tercer escalón del fútbol español ha andado por esos guarismos tras las 19 primeras jornadas. 41 firmó con Ania (ascenso) y Viadero (récord de puntos, 86, pero ni ascenso ni campeonato), 40 sumó Felines (ascenso) y exactamente 37 tenía Viadero el año que terminó Pouso y que resultó una debacle que se llevó todo por delante, del presidente al último mono. Sin embargo, a Paco Fernández le llegó con 35 puntos a estas alturas para ascender y a Munitis con 34 para ser campeón (aunque no ascendió). Es más, el Racing más desastroso de la historia, el del año pasado, tenía tras 19 partidos 32 puntos..., lo que le daría a estas alturas para ser tercero. No sé si será campeón, pero es el Racing. Menos lobos. Lo que si es indiscutiblemente muy poco es haber sido netamente superior solo al Zamora, al Bilbao Athletic y al Talavera. Salvo mejor opinión.

De fútbol sabemos todos

Entrenadores, jugadores, directivos, periodistas, aficionados en general..., todos vemos mucho fútbol y todos tenemos una opinión sobre lo que vemos. Es posible que los más tontos de todos seamos los periodistas, que es casi lo único en lo que están de acuerdo las otras cuatro categorías, pero tenemos la suerte de poder expresar nuestra opinión públicamente a diario, altavoz del que no dispone la hinchada o que no pueden utilizar (está muy mal visto) los dirigentes o los jugadores, que están obligados a practicar el bienquedismo. Por si acaso. Quedan los entrenadores, a los que conocemos no solo por sus actos sino por las numerosas ruedas de prensa que les obligan a protagonizar (se agradece, pero para ellos debe ser insufrible). El que nos ocupa, Guillermo Fernández Romo, siempre educado en sala de prensa, dijo que buscaba alguien polivalente para la segunda línea de ataque y eso es lo que ha contratado. Ojalá haya acertado. A mí, sin embargo, me parece que en casi cualquier posición que hubiera fichado tenía más necesidades que en la línea de tres cuartos. Sobre todo si hubiera encontrado un centrocampista de los de costa a costa, de los que superan líneas, de los que dan verticalidad al juego. Para acabar con el juego pastoso que se resiste a reconocer el míster.

Siempre nos quedará Murcia

Arturo Molina es un buen jugador para 1ª RFEF, en eso están de acuerdo todos los que le han visto desempeñarse en el filial del Levante o en el Castellón, que es donde mejor se ha podido lucir. Es polivalente (como casi todos cuando llegan), pero donde acaba jugando es en la banda derecha, con ese perfil a lo Jorge López que buscaba Romo, de los que no se va por fuera, sino que da continuidad por dentro y deja el carril para que suba el lateral. Aparte del debate futbolero sobre si la mayor carencia del equipo estaba en la línea de tres cuartos, lo que sorprende es la insistencia con la que el Racing encuentra lo que busca en Murcia desde que Víctor Alonso susurra al oído de Alfredo Pérez. Chuti Molina, Romo, Toribio, Satrústegui, ahora Arturo Molina... Habrá que probar que pasa con un director general que haya pasado por más clubes antes de llegar al Racing. Un abrazo desde aquí a los sufridos aficionados del histórico Real Murcia al que sus grandes gestores (como este) han llevado a ser el tercer equipo de su provincia.

El oscuro panorama de Soko

Patrick Soko quemó una traca importante frente a la SDL. Como la mayoría de sus compañeros, pero más. Fue de esos días en los que ni está ni se le espera. Y lo digo yo, que soy sokista confeso y que casi siempre le mantendría en el campo. Por si acaso. Por si una arrancada de esas. Por si un cabezazo de los suyos. Pero el sábado, la verdad, parecía ausente. Dicho esto, lo peor para el camerunés no es lo poco que aportó en Las Gaunas, sino que tiene un entrenador que no es sokista, ni tiene por qué serlo. Dado que todo lo que ha intentado en esa banda, de Carlos Castro en adelante, le ha llevado a tener que alinear siempre al africano, ahora ha buscado una solución. El único fichaje del mercado invernal es una alternativa al máximo goleador y segundo máximo asistente del equipo. En serio.