San Mamés, el estadio que aplaudió a Xavi
El hoy técnico del Barça salió ovacionado del viejo San Mamés en 2011 y del nuevo campo en 2015. "Me trataron como a Julen Guerrero, lástima no jugar allí un par de años", dijo en su día.
Estadio con aroma especial, especialmente en su versión vieja, pero también ya en la nueva, San Mamés siempre ha tenido el señorío de aplaudir a los mejores, excepción hecha de algún caso como el de Iniesta en el que no toleró lo que, pensaron, era una simulación después de una entrada de Amorebieta. Y más que grandes actuaciones, a la Catedral le ha gustado ponerse en pie con grandes carreras. Futbolistas como Ryan Giggs, Laudrup, Zidane, Valerón o Gordillo han recibido el reconocimiento de la Catedral. También Xavi. Y no sólo una vez. Varias. Son recordadas las de 2011, en un día especialmente simbólico porque era duro para el Athletic quedar fuera de la Copa en cuartos con gol de Abidal; y la de 2015, último curso en activo del maestro de Terrassa y día en el que el Barça también arrasó con el tridente. Pero hubo más, como recordó el mismo Xavi en ese 2011. "Allí siempre me han tratado muy bien. No es la primera vez que me llevo una ovación de La Catedral y se me puso la piel de gallina. Estoy muy agradecido a la gente de San Mamés por ello", dijo entonces.
A los 'athleticzales' también les llenó de orgullo la imagen de Xavi en la final de Copa de Valencia en 2009. Ganó el Barça 4-1 en Mestala pero, en la vuelta de honor, Xavi llegó a agitar y mostrar una bandera del Athletic en señal de respeto. También paseó con la senyera y la ikurriña junto a Puyol. Una complicidad que la afición rojiblanca aplaudió y que no era impostada. Puyol fue galardonado en 2018 con el One Club Man Award que entrega el club que preside Aitor Elizegi a futbolistas míticos (Maier, Giggs, Maldini...) que han completado su carrera en un mismo club para tratar de enviar un mensaje a su gente. Xavi estaba destinado a recibir algún día esa distinción. Su decisión de jugar en Qatar la frustró...
Pero Xavi nunca dejó de hablar bien del Athletic. En una entrevista concedida a El Periódico de Catalunya en 2015, deslizó: "Una lástima no haber jugado un par de años en el Athletic". Y confesaba qué le conectaba con ese club, que era San Mamés y la magia de Bilbao adonde acudió un año a un partido de selecciones entre Catalunya y Euskadi. "Aunque llevaba gorra me paraban por la calle. Me trataron con tanto cariño, con tanta admiración, como si fuera Julen Guerrero. Supongo que porque me ven noble, que no simulo. Quizás porque me abracé a Joseba Etxeberria, que lloraba en su último partido en la final de Copa de 2009, o porque paseé la ikurriña... ¡A Andrés (Iniesta) le pitan y a mí me aplauden!", contó en aquella conversación con El Periódico. Este jueves, Xavi regresa a San Mamés, la Catedral que le aplaude.