Luca se adueña de la portería
Ha exprimido la oportunidad de Copa y encadena cuatro titularidades: Atlético, Mirandés, Betis y Girona. Su gran rendimiento crea un dilema a Iraola, con dos buenas opciones bajo palos.
Si Montilivi se ha convertido en el lugar donde al Rayo le gustaría morar, la Copa ha encarnado la redención de Luca. El guardameta francés comenzó la temporada en el once inicial, premio al extraordinario playoff cuajado apenas unas semanas antes. Sin embargo, ese reencuentro con Primera, categoría en la que había disputado dos partidos con la camiseta del Real Madrid, resultó amargo ya que a los quince minutos —fruto de una mala salida— cometió penalti sobre Idrissi y fue expulsado. Desde entonces, Dimitrievski se apropió de la titularidad liguera, la tuvo en 17 de las 18 jornadas que encadenó jugando y dejó la portería a cero hasta en seis ocasiones.
La llegada de la Copa supuso una nueva oportunidad y Luca, como ya había demostrado la campaña anterior, supo aprovecharla. Fue decisivo contra el Guijuelo (1-1), dado que el partido terminó decidiéndose en la tanda de penaltis, donde se creció. Luca detuvo el último a Cristóbal y Sergi Guardiola selló el pase a la siguiente ronda. Ahí la Franja no necesitó prórroga ni penaltis, aunque le costó más de lo que esboza el resultado (1-3) tumbar al Bergantiños. Su solvencia, unida al brote de COVID, le abrió las puertas de la titularidad en Liga en uno de los grandes escenarios de Primera: el Metropolitano.
No se amilanó. Ni el rival, ni los cánticos de la grada por su pasado madridista, le pusieron nervioso. Luca estuvo correcto, a pesar de la derrota (2-0). El cancerbero cumplió y se ganó el derecho a seguir en el once copero —primero con el Mirandés y después, con el Girona— y entre medias, en el liguero —Betis—. En Miranda fue el muro contra el que se estrellaron los locales cuando trataron de iguala el gol de Andrés (0-1) y en Montilivi brilló con un repertorio de grandes paradas, que culminaron con el penalti lanzado por Stuani. El francés lo adivinó y lo detuvo. El Rayo sigue vivo en el torneo del KO gracias a sus reflejos y a la efectividad de Sergi Guardiola (1-2). "Tenía fe en que lo parase", confesó el delantero, a lo que Iraola añadió: "Ha sido decisivo".
En medio de ambas citas, estuvo el Betis. Luca repitió y no hubo rastro de Dimitrievski en la convocatoria. El motivo eran unas molestias en los isquios, tal y como confirmó el técnico rayista. El francés solventó con éxito las ocasiones rivales y todo apunta a que volverá a estar bajo palos el próximo domingo ante el Athletic (Vallecas, 18:30 horas). Eso supondría su quinta titularidad consecutiva. Iraola cuenta con dos buenas opciones para la portería porque, pese a los cantos de sirena nacionales e internacionales, la intención del club madrileño es que Dimi continúe. Dos hombres y un destino, dos grandes guardametas y un dilema. Un quebradero de cabeza para el técnico...