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MIGRANTES DEL BALÓN

Adrián Guerrero, el español que hace soñar al Zürich

El carrilero de Blanes se ha erigido como uno de los mejores futbolistas de la Primera División suiza. Esta temporada ya suma tres goles y siete asistencias.

Adrián Guerrero, durante un partido del FC Zurich en Suiza.
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Zúrich sueña en grande. Su equipo de fútbol, el FC Zürich, es uno de los clubes con más solera de Suiza y, sin embargo, encadena 13 temporadas viendo como son otros los que se alzan con el título de la Swiss Super League (Primera División). Un mal sueño que podría estar cerca de acabarse. Su primer equipo, magistralmente dirigido por el alemán André Breitenreiter, alcanzó el ecuador de la temporada ocupando el liderato y con siete puntos de ventaja respecto al Basilea, su más inmediato perseguidor. El Zürich se marchó al parón invernal tras encadenar seis victorias de manera consecutiva, una racha de la que es en parte responsable uno de los mejores futbolistas de la Primera División suiza esta temporada, el español Adrián Guerrero (Blanes, 1998). "Cuando contactaron conmigo me dijeron que querían volver a competir por los campeonatos y ser un equipo grande en Suiza. Eso fue lo que me llamó la atención. Tengo la ilusión de devolver al club al lugar que por historia le corresponde", descubre en AS un futbolista formado en las factorías de FC Barcelona y Valencia.

Adrián Guerrero nunca olvidará la fecha del 4 de julio de 2020. Fue entonces, en plena pandemia, cuando debutó en LaLiga con el Valencia. "La Segunda División B se canceló y yo, que estaba en el filial, hice las maletas para volver a casa. Tenía el coche cargado de cosas cuando me dijeron que me quedara a entrenar con el primer equipo. Íbamos a jugar muchos partidos en poco tiempo y le dije a mi novia y a mi familia que era posible que debutara. Encima tuve la 'suerte' de que cesaron a Celades y entró Boro con Chema Sanz, que era el entrenador del filial, de asistente. Pensé: 'Esto es una señal'. Recuerdo que mi primera convocatoria fue para viajar a Granada, pero tenía poca confianza en jugar allí. En la segunda parte nos mandaron a calentar a Florenzi y a mí y pensé: 'Ya está, va a entrar él'. Pero Chema le dijo a Boro que podía confiar en mí y fue increíble. Es el sueño de tu vida. Se me pasaron mil cosas por la cabeza. Cuando acabó el partido llamé a mis padres llorando", recuerda Guerrero, que tres días después fue titular y disputó 87 minutos ante el Valladolid. "A pesar del debut, ya había hablado con el Valencia que lo ideal era buscar una salida. Pensé en buscar algo en Segunda, pero apareció el Lugano. Pusieron mucho interés y eso, unido a que yo siempre había tenido ganas de demostrar mi valía en el extranjero, hizo que me la jugara".

"En Suiza se paga el doble por las cosas, pero el sueldo es el triple. Aunque la pizza más barata cueste 20 euros, la calidad de vida es mayor"

Adrián Guerrero

Guerrero se marchó cedido al Lugano. A una competición, la Swiss Super League, "de la que muchos jóvenes dan luego el salto a Alemania, Italia o Francia". "Es un escaparate", añade un jugador que el pasado verano pasó a ser propiedad del FC Zürich, con el que firmó hasta 2024 y está completando un curso sobresaliente. No obstante, Adrián Guerrero es prudente cuando se le pregunta si es probable que su equipo acabe proclamándose campeón de liga esta temporada: "Es muy difícil porque es un torneo largo y competimos con equipos muy fuertes como el Basilea o el Young Boys. Es innegable que somos la sorpresa porque nadie daba un duro por nosotros en agosto y vamos líderes, pero nuestro objetivo es devolver al club al lugar que se merece poco a poco. Meternos en Europa estaría muy bien, pero no debemos emocionarnos mucho". La euforia no se ha hecho con el vestuario, pero sí con la afición. Más de 10.000 personas abarrotan cada 15 días las gradas del Letzigrund, cuya tienda oficial no da a basto. "Hemos vendido la camiseta del primer equipo seis veces más que el año pasado y incluso más que en la temporada 2009, cuando jugamos la Champions League", desveló Matthias Hänggi, encargado del merchandising del FC Zürich.

Adrián Guerrero, que ejerce como carrilero izquierdo, ya ha jugado esta temporada 17 partidos en los que ha marcado tres goles y dado siete asistencias. "Si me lo llegan a decir en verano lo habría firmado. Pero con los ojos cerrados, vamos", revela un jugador que ya ha mejorado los números que firmó la pasada temporada con la camiseta del Lugano. "He mejorado, sobre todo en confianza. Cuando eres joven no tienes personalidad para hacer según qué cosas. Intentas cumplir. Ahora me atrevo. El Zürich apostó fuerte por mí y tengo más responsabilidades. Si estoy dando más asistencias y marcando más goles es porque creo en lo que soy capaz de hacer". El de Blanes es feliz en Suiza, aunque, descubre, "aquí todo es carísimo". "Se paga el doble por las cosas, pero el sueldo es el triple. Aunque la pizza más barata cueste 20 euros, la calidad de vida es mayor y a la gente le da para ahorrar", añade Guerrero, sorprendido por el impuesto obligatorio a la radio y la televisión -"tienes que pagarlo, aunque no escuches la radio ni veas la tele"- o el seguro médico -"yo estoy asegurado por el club y lo tengo que pagar igualmente"-. "La verdad es que como España no hay nada", sentencia un futbolista con el que el Valencia se frota las manos: si el Zürich le vende el próximo verano, los 'ches' cobrarán un 50% del traspaso.