El Ayuntamiento expulsa al Lleida Esportiu de su estadio
“Han dañado la imagen de la ciudad”, esgrime el alcalde, “por motivos que a veces nos avergüenzan” por una gestión “nefasta e inaceptable”.
Impagos a los jugadores, una entrada de la Guardia Civil, guerra abierta con plantilla, cuerpo técnico y afición, abandono de la institución y una imagen terrorífica. Muchos son los frentes abiertos del Lleida Esportiu, que se ha ido apagando como club a lo largo de esta temporada y al que el propio Ayuntamiento de Lleida ha dado la estocada definitiva.
La comisión de deportes del consistorio, en la que han votado de manera unívoca y unánime todos los grupos municipales, decidía este miércoles expulsar al club de forma inmediata del Camp d’Esports, al tratarse de un campo municipal y en base al incumplimiento de sus obligaciones tributarias. Aunque la medida debe ser confirmada en el pleno del próximo día 28 de enero, se da por hecho que no tiene marcha atrás y que desde esa fecha –y si no median recursos– dispondrán de un mes para abandonar las instalaciones.
“La resolución del convenio con el Lleida Esportiu –que databa de 2017– se fundamenta en razones de interés público”, razonaba el alcalde, Miquel Pueyo, quien argumentaba: “Nuestra principal misión, obligación, es estar al lado de las personas y cuando hace falta ser valientes y responsables a la hora de tomar decisiones. Es por el bien de la ciudad”.
“La imagen dada por el Lleida Esportiu en los últimos meses ha dañado la imagen de la ciudad, nos ha llevado a las portadas de los medios catalanes y estatales por motivos negativos, que a veces nos avergüenzan”, reconocía Pueyo, que añadía: “El fútbol nos ha proporcionado alegrías, a veces nos ha hecho sufrir. No podemos decir lo mismo de quienes han gestionado en esta última etapa de una manera nefasta e inaceptable un club que era patrimonio de nuestra casa”. Y concluía: “Ayudaremos en todo lo que podamos en la aparición de un nuevo club de fútbol con ilusión, con valores, con rigor y seriedad”.