INGLATERRA
Oferta por Diego Carlos
El Newcastle ya ha hecho llegar la segunda propuesta al Sánchez Pizjuán, de 45 millones de euros, según Telegraph. Monchi avanzó antes de Navidad que su renovación estaba "ya cerrada".
La tentación llama a la puerta de Diego Carlos. Lo hizo a la de Sven Botman, pero el central de 24 años del Lille la cerró de bruces. Esa tentación viste uniformada de rayas blancas y negras y habita en St James' Park, desde donde ya ha se han encargado de hacer llegar la segunda oferta (casi el doble) por el brasileño, concretada en cerca de 45 millones de euros, según Telegraph. Más de la mitad de su clásula: 80 millones de euros, a la que espera que aluda Monchi. Diego Carlos es pieza vital en el brillante momento del club, al que se lo van a tener que arrancar.
A esa proposición que formaliza el ya sabido interés por el brasileño se une la obsesión del Fondo de Inversión Pública (FIP) de Arabia Saudí, que adquirió el Newcastle por 360 millones de euros, y que ya mueve sus poderosos tentáculos a través de su ejecutivo,Yasir Al-Rumayyan, y el príncipe saudí, Mohammed bin Salman.
El objetivo es edificar un mastodóntico proyecto deportivo sustentado en petródolares, tomando el patrón de Manchester City o PSG. Pero antes de que se venga abajo sin ni siquiera empezar, deben asegurar los cimientos. Y eso pasa por asegurar su condición de equipo de Premier League, la lucha actual del Newcastle y para la que trata fervorosamente de añadir bazas a la causa.
Diego Carlos, entre el amor y el oro
Kieran Trippier fue la primera. El delantero Chris Wood será la segunda y esperan que la tercera sea Diego Carlos. Lo primero es convencer al binomio Monchi - Lopetegui. Contractualmente, el director depotivo hispalense afirmó que la renovación del de Barra Bonita "está solucionada hace tiempo, ya cerrada. Aunque ha estado en segundo plano por cosas estratégicas del club". Deportivamente ha encontrado su cénit, formando el cinturón de seguridad de este histórico Sevilla junto a Koundé y Fernando Reges y siendo un ídolo en Nervión.
Lo segundo, extender un contrato de cuatro años bañados en suculento oro saudí, que doblaría ampliamente lo que cobra actualmente. Una propuesta que resulte irrechazable -o al menos intentarlo- para el central brasileño de 28 años, ante la que sería la oportunidad económica de su vida deportiva. Con un talonario con 200 millones de euros presupuestados para gasto inmediato, el dinero no parece un problema. Incluso los medios ingleses no descartan que, en un arrebato de locura, acaben abonando la cláusula de rescisión del brasileño en caso de obtener su visto bueno.