Una tregua para la venta del Zaragoza
El cambio accionarial en la SAD es la única posibilidad para evitar un colapso económico y las dos facciones del Consejo de Administración quieren resolverlo definitivamente este mes de enero.
La crisis institucional del Real Zaragoza que se puso de manifiesto en la Junta General de Accionistas del pasado 21 de diciembre con la ausencia de los consejeros y accionistas Fernando de Yarza y Juan Forcén, disconformes, según desveló AS, con la opacidad en la negociación de la familia Alierta para la venta de su paquete accionarial a un nuevo grupo inversor, ha derivado en las últimas horas en una especie de tregua entre ambas facciones para sustanciar de una vez por todas el cambio de propiedad en este mes de enero a un fondo estadounidense.
El Zaragoza lleva un año metido en un complejo proceso de venta, con hasta tres intentos fallidos, pero este mes se antoja definitivo para el cambio de propiedad ante los gravísimos problemas de tesorería de la sociedad anónima deportiva y la asunción por parte de César Alierta y del resto de accionistas (Yarza, Forcén e Iribarren) de que el proyecto está totalmente agotado y de que la contestación social no deja de crecer. Sin ir más lejos, el pasado domingo en Ponferrada, el presidente representativo Christian Lapetra anunció fuera de micrófonos que se iba a aprovechar este paréntesis liguero por la disputa de la Supercopa de España para dejar resuelta la venta del club en estas tres semanas.
La actual propiedad ha conseguido reducir en sus ocho años de gestión la deuda neta del Real Zaragoza en casi 39 millones de euros, en gran medida por el traspaso de futbolistas de la cantera, pero quedan todavía pendientes 67,9 millones y, ante el calendario de pagos inmediato, el problema de caja es ahora mismo mayor que nunca, pese a la reciente firma del contrato entre LaLiga y el fondo de inversión CVC, por el que el club aragonés recibirá algo más de 11 millones de euros. Así que, disputas internas o intereses personales al margen, el cambio accionarial se impone como la única solución para evitar un verdadero colapso económico de impredecibles consecuencias, lo que ha propiciado esta mencionada tregua.
El Zaragoza ha venido pagando con retrasos a sus futbolistas y empleados en los tres últimos meses, y ahora se encuentra en una situación límite, porque este mes el club debe afrontar pagos a la Agencia Tributaria –a la que se deben casi once millones, entre el corto plazo y un crédito privilegiado- y a CaixaBank, con la que se tienen firmados dos créditos por valor de siete y tres millones de euros, además de todo el gasto corriente.