El Clásico pinta blanco
La Supercopa en Arabia vuelve a cruzar al Madrid de los Benzema y Vinicius demoledores con un Barça que es un mar de dudas. "En la teoría somos favoritos...", dice Ancelotti.
Si la jornada liguera de este sábado y la trayectoria de Real Madrid y Barça es indicativo qué nos puede deparar el Clásico en Riad de la Supercopa la semana que viene, ese Clásico pinta de un color, el blanco. El polémico aunque contundente 4-1 del conjunto madridista unido al pinchazo azulgrana, otra vez en el tramo final, en Los Cármenes, amplía aún más el cartel de favorito con el que el Madrid viajará a Arabia Saudí. Se le acumulan los motivos para sonreír (ese demoledor combo Benzema-Vinicius, el infranqueable Coutois, la lucidez de Modric...) mientras al otro lado del puente aéreo todo son dudas (las lesiones de Eric y Araújo, el culebrón Dembélé...) pero Ancelotti no acaba de fiarse. "En teoría somos favoritos y luego está la práctica, la práctica es el césped que es donde hay que demostrarlo...".
Sea la desconfianza de Carletto real o un truco de cara al público, lo que es cierto que es Real Madrid y Barça son ahora mismo dos mundos distintos.
Un océano de puntos en la tabla
Con los resultados de este sábado, el Madrid vuelve a distanciarse en 17 puntos aunque sea con dos partidos más disputados. La distancia en Liga es sideral y el Barça se dio en Granada un disparo en el pie en su pelea por la Champions. Y pudo ser peor, bordeando una alineación indebida. Xavi fue meridianamente claro en Granada: "Me voy enfadado". El técnico, que debutará en Riad como técnico en el mayor partido del planeta, no puso paños calientes: "Son errores nuestros, es lo mismo que en Pamplona". En Madrid, en cambio, reina la felicidad tras reparar el estropicio del Coliseum. Sigue dependiendo de sí mismo para ganar el título. Aguas mansas antes de viajar a la península arábiga.
"En teoría somos favoritos y luego está la práctica, el césped, que es donde hay que demostrarlo"
La enfermería azulgrana, a rebosar
El Madrid se presentará en el estadio King Fahd casi en perfecto estado de revista, sólo con dos jugadores prácticamente en el ostracismo como bajas médicas (Mariano y, de momento, Bale) y la duda de si Jovic sigue siendo positivo. Por contra, Ancelotti sumará a Carvajal. Once de gala blanco... y Xavi rascándose la cabeza para ver cómo soluciona lo de su defensa. Eric Garcia se lo perderá seguro y queda por ver qué sucede con Araújo tras su operación en la mano. Una defensa porosa y ahora rota por el centro. Tampoco está claro si van a llegar y cómo varios jugadores clave desaparecidos a los que el Barça intentará sumar a la causa (Ansu Fati, sin jugar desde el 2 de noviembre, y Pedri, positivo por COVID y también parado desde el 29 de septiembre). Ni siquiera sabe a ciencia cierta si podrá inscribir a Ferran y en qué estado estará tras su contagio por coronavirus nada más aterrizar en Barcelona...
El 'factor Courtois' es un seguro de vida
Aunque Ter Stegen está resurgiendo, todos los focos en las porterías del Clásico apuntan sin remisión al estado de forma de Courtois. Sólo 18 goles encajados en 21 jornadas y actuaciones brillantes como, de nuevo, ante el Valencia. Le detuvo el penalti del 4-1 a Guedes, pero la suerte para el valencianista es que le llegó el rechace y pudo marcar. Pero la muesca de calidad del belga ahí queda. Tibu no encaja más de un gol en un partido desde el 3 de octubre en Cornellà y arrastra una temporada liderando los registros de paradas, lo que muestra su momento excelente y lo que está logrando prolongarlo. En el Clásico del Camp Nou ya fue la red de seguridad del Madrid.
Benzema-Vinicius-Asensio... versus Luuk de Jong
Ancelotti ha encontrado un tridente que le da resultados, con Vinicius imparable y Benzema goleando como nunca (entre ambos suman 36 de los 62 goles blancos, el 58 por ciento del equipo) a los que parece que se une Marco Asensio. Los dos jugadores más decisivos de la Liga han encontado un partenaire en la banda derecha con el balear. "También me gusta cómo está Rodrygo", añadió Ancelotti ayer. En clave culé, es casi todo lo contrario. El MVP del equipo está siendo un jugador al que incluso se situaba saliendo del equipo en enero. La fuerza de Luuk de Jong y sus goles están funcionando mejor que la sutileza del teórico estilo de Xavi. La diana del holandés en Mallorca y también la de Granada han supuesto cuatro puntos esenciales, pero ha sido el único. Y en Riad tendrá que jugarse las habichuelas contra Alaba y Militao, el otro dueto que sobresale en las filas blancas.
El valor de la experiencia
Este Modric que parece mejorar o, como mínimo, no empeorar un ápice a sus 35 años es el reverso absoluto de la nueva cara de este Barça, en manos de jóvenes de La Masia aún no testeados en los Clásicos. Una juventud que puede llevar a errores fatales, como le sucedió a Gavi en Los Cármenes con su roja. Modric, Kroos y por detrás Casemiro frente a la resistencia de novatos como Nico, Jutglá, Abde y el resto de la tropa canterana. Además, el Madrid cuenta con la experiencia (aunque fuera con Koeman en el banquillo) del relativamente cómodo triunfo en el Clásico liguero del Camp Nou...
'Carletto' tiene rodado su sistema, Xavi, no
El duelo táctico ofrece, de nuevo, una ventaja al Madrid. Mientras Xavi aún está intentando hacer del Barça el equipo que quiere, con buenos momentos de juego alternados con una debilidad alarmante en los tramos finales (el gol del bético Juanmi en el 79', el del Chimy Ávila en el 86', el de Puertas en el 89'...), el Madrid viaja en velocidad de crucero. Desde la derrota en Cornellà, Ancelotti se ha abonado al 4-3-3 y de ahí nadie lo baja. Le está dando resultados, los veteranos interpretan el libreto que se saben de memoria a la perfección y los canteranos de La Fábrica han desaparecido, pero el Madrid está siendo fiable, con aquella racha de 15 partidos sin perder sólo truncada en Getafe.
Xavi, en cambio, desde su reconocible 4-3-3 se ha visto obligado a revestir de épica triunfos como el de Palma ("Es de oro, somos una familia") aunque su equipo no logra ganar dos partidos seguidos. Regularidad blanca, irregularidad azulgrana.
El culebrón Dembélé no ayuda
El Barça llegará al Clásico teniendo que lidiar con factores externos poco propicios. En especial que su jugador más desequilibrante, como es Ousmane Dembelé, esté literalmente en el mercado. Xavi presionó para conseguir la renovación desde su misma presentación, pero cree que ya no puede ayudar más. El francés puede negociar libremente con alguno de sus pretendientes (PSG, Bayern...), aparecerá en Arabia sin avanzar en su futuro y es una situación volátil justo cuando el Barça necesita ilusión o, al menos estabilidad con sus estrellas.