Piccini: "El gol al Elche fue una liberación de toda esa mierda que me había pasado"
El lateral del Valencia vivió un calvario tras romperse la rótula en agosto de 2019. Más de dos años después está totalmente recuperado. Y hoy volverá a una plaza grande: el Bernabéu.
Cristiano Piccini (Florencia, 1989) vive cada minuto en el césped como una bendición. Se rompió la rótula en agosto de 2019, una lesión de corredor de motos. Los médicos incluso le ocultaron que era una lesión que podía retirarle del fútbol. Más de dos años para recuperarse, recaídas, un calvario en el Atalanta... Y por fin este año ha vuelto a competir. En diciembre fue protagonista ante el Celta, el Elche y el Levante. De hecho, contra los franjiverdes marcó el gol del triunfo, cerró el círculo. Hoy vuelve a un escenario grande, el Bernabéu, varios años después. La duda es si será titular porque también pasó el COVID estas Navidades. Pero seguro que tendrá minutos por las dudas de Thierry. Y enfrente estará Vinicius.
-¿Cómo se encuentra?
-Ahora ya bien. Después de pasar el COVID, tras el último partido contra el Levante... Después tuve una gastroenteritis y no pude participar contra el Cartagena. Estaba un poco débil. Pero ya todo bien.
-Cosas menores después de haber pasado por un calvario durante más de dos años. Es la primera vez que concede una entrevista a un medio desde que se lesionó, en agosto de 2019. ¿Cómo vivió aquello?
-La lesión llegó en el mejor momento de mi carrera. Acababa de ganar la Copa, era importante en mi equipo, estaba contando para la selección italiana... Esta lesión (rotura de la rótula) me apartó del fútbol más de dos años. Al principio no quisieron decirme la gravedad. Yo ya había pasado por un cruzado, en el Betis, y en seis meses estaba perfecto. Pensé que esto sería más fácil. Cinco meses después de la lesión, el doctor Maestro me dijo que esta lesión es de las que te retiran. Él nunca había visto una lesión así en un futbolista. Son lesiones que se sufren en los accidentes de moto. Ha sido una guerra mental y física durante dos años largos, con recaídas, se me hinchaba la rodilla cada vez que aumentaba la carga de trabajo... Y ahora estoy muy bien, llevo ya muchos meses sin tener ningún problema en la rodilla, como antes de la lesión. Orgulloso de mí mismo porque he podido salir adelante.
-¿Hubo momentos en que pensó en dejarlo?
-Sí porque no era feliz. Iba al campo y a poco que me encontraba bien, otra vez me sentía mal, con dolores... Cuando te pasa una o dos veces lo aceptas pero cuando te pasa muchas veces... que parece que estás para entrar con el equipo y tienes que volver un mes atrás, llegas a pensar que tu cuerpo no podía aguantar las cargas de trabajo que requiere el fútbol de élite. He pasado semanas, meses duros... De sentirme mal, de llorar, de hablar con mi mujer y pensar de verdad en dejarlo... Pero al final tengo una cabeza fuerte que me permitía días así... Pero después cuando aparecía el obstáculo decía: 'Vale, ¿cómo voy a superarlo?'. Gracias al trabajo con mi fisio, que se ha mudado a Valencia y vive prácticamente conmigo, hemos encontrado un equilibrio que me permite trabajar y competir al máximo nivel.
-¿Cómo fue su cesión al Atalanta?
-La cesión al Atalanta fue un error por mi parte. Gasperini me quería aún sabiendo que llevaba un año parado. Fui a Bérgamo a hacer las pruebas médicas durante dos días. Y vieron que tenía falta de fuerza y unos problemas que aún no estaban superados. Pero decidieron contratarme. La idea era darme un mes de readaptación antes de entrar con el equipo. Pero firmé el contrato y al día siguiente me pusieron a entrenar con el equipo como si nada. Hacía dobles entrenamientos porque era pretemporada. A los tres días se me empezó a hinchar la rodilla y ahí empezaron los discursos: "Nos hemos equivocado en ficharte, no estás listo..." Me hicieron sentir un inválido y que el problema era yo, cuando ellos sabían perfectamente cómo llegaba. A los tres días de estar allí ya estaba fuera del equipo. Jugué un partido 60 minutos. Estaba cojo, no sé ni cómo pude jugarlos. Jugué porque no había otro. Llegó un momento en que ni entrenaba con ellos, trabajaba con el segundo equipo. Fue una pesadilla. Yo necesitaba ayuda y encontré todo menos ayuda. Parece que querían hundirme en vez de ayudarme. Pedí volver a Valencia porque estuve muy cerca de caer en una depresión.
-Se dice que de los malos momentos uno se hace más fuerte. ¿Es su caso?
-Sin duda. Ha sido mucho tiempo sin ningún momento feliz en lo profesional. La fuerza la sacaba de donde fuera. Mi hija era un bebé cuando me lesioné y tenía la ilusión de que me viera jugar. Ella veía a mis amigos jugando y me preguntaba por qué yo no lo hacía. Esta era la motivación más fuerte que tenía. Tenía claro que una lesión no iba a retirarme, no iba a poder conmigo. Yo soy más fuerte y lo he demostrado.
-¿En qué momento piensa que ya está listo?
-Cuando juego contra el Villarreal 10 minutos ya empiezo a sentirme bien (30 de octubre). Después seguí entrenando y me llegó la oportunidad contra el Celta, mi primera vez como titular. Me encontré bien aunque te falta algo. Eso lo coges con los partidos. Pero lo importante era encontrarme bien.
-¿Qué papel ha jugado Bordalás en esta última fase de su recuperación?
-Yo era un chico que necesitaba ayuda. Y lo que no encontré en el Atalanta lo encontré con Bordalás y también con Javi Gracia, el año pasado. Bordalás y su cuerpo técnico me han cuidado, entendieron que necesitaba hacer cosas que me venían bien. Y luego darme la confianza y la oportunidad de ponerme a jugar. Estoy muy agradecido al míster por hacer sentirme futbolista otra vez porque si no te pone, no compites en un partido, no puedes saber cómo estás.
-Y después jugó cuatro partidos seguidos en 15 días (Celta, Elche, Arenteiro y Levante)...
-Me di cuenta de que contaba con minutos en varios partidos. Muy contento porque no he tenido ningún problema muscular ni en la rodilla. Si he podido jugar este tiempo en 15 días, me siento totalmente recuperado.
-Y llega su gol al Elche...
-Fue la guinda. Mi famoso gol al Huesca, en 2018, fue importante a nivel de equipo. Pero el del Elche, a nivel personal, fue la sensación de haber vuelto de verdad. Una alegría inmensa después de tantos momentos duros... Fue la felicidad, la liberación de toda esa mierda que me ha pasado. Ese gol lo guardaré en mi recuerdo toda mi vida. El gol al Elche ha sido el momento más emocionante de mi carrera.
-Y justo en este buen momento le llega el partido contra el Madrid, en el Bernabéu...
-Es el líder. Tiene unos grandísimos jugadores. Se ha visto que en esta Liga no es fácil ganar ningún partido. Estamos haciendo cosas bien aunque hay que mejorar en algunos aspectos. Creo que estamos un buen momento y vamos con el convencimiento de ganar el partido.
-¿Qué le parece su compatriota Ancelotti como técnico?
-Es un grandísimo entrenador, su palmarés lo define. Le tengo mucho respeto a un técnico tan ganador y tan grande aunque personalmente no le conozco.
-El 30 de junio acaba su contrato con el Valencia. ¿Piensa en su futuro?
-Me concentro en el día a día. Después de tantos malos momentos disfruto de tener la ilusión de poder contar para el entrenador cada fin de semana, esto es lo más importante. Sé que acabo contrato en seis meses pero ahora estamos aquí, intentando ayudar al equipo, siempre cuidándome y estando al máximo nivel, y ya veremos lo que depara el futuro.