El renacer de Piccini
El lateral del Valencia ha perdido más de cinco kilos, ha cambiado su alimentación y no tendrá vacaciones para seguir con una recuperación milagrosa.
"La lesión de Piccini habría retirado a muchos futbolistas y otros habrían luchado por volver a correr con normalidad". El duro testimonio es de Alejandro Barbosa, el ángel de la guarda que ha estado con Cristiano en los últimos dos años. El lateral del Valencia vuelve a sentirse futbolista después de un largo calvario. En los últimos tres partidos, ha disputado más de 200 minutos, algo impensable hace unos meses. Su fortaleza mental, un trabajo sacrificado y la ayuda de su fisioterapeuta personal le han devuelto la sonrisa a Piccini, el hombre que vio peligrar su carrera durante mucho tiempo por culpa de una lesión tras otra. Hasta el propio jugador, en una entrevista a los medios oficiales, reconoció que por su cabeza pasó lo peor: "Hubo días de querer dejarlo".
Solo Piccini y Barbosa saben lo que han pasado. Noches sin dormir, fuertes dolores, pasos en falso, recaídas... Nada le salía bien al italiano. Cristiano se amparó en Alejandro porque le conocía de su etapa en el Betis. Pero fue hace un año y medio cuando su relación se estrechó y Piccini fue mejorando poco a poco. "Su lesión en la rodilla está olvidada. No tiene ninguna molestia y eso es mucho después de todo. Está en el mejor momento de los últimos dos años y medio. Por fin, vuelve a sentirse futbolista", afirma Barbosa.
Piccini tuvo que cambiar muchos hábitos para salir del pozo. Para empezar, modificó su alimentación hasta el punto de que ha perdido "entre cinco y seis kilos". "Está más fino que nunca", asegura su fisio. Cristiano sigue una dieta estricta, se pesa la comida y es muy constante. "Lo necesitaba para no cargar tanto su rodilla con el peso", dice Alejandro, quien destaca la "espectacular genética" del lateral. Para Piccini no hay días libres. De hecho, esta Navidad no ha vuelto a casa. Se quedará sin pisar Italia para seguir un plan específico con su preparador personal hasta que el día 29 vuelva al trabajo con el resto de sus compañeros: "Para Piccini lo más importante ahora es su estado físico y sabe que lo difícil es mantenerse. Por eso va a renunciar a sus vacaciones".
Piccini se ha montado un gimnasio en casa y también ha fortalecido la mente durante todo este tiempo. El jugador del Valencia ha leído varios libros de motivación en los últimos meses. "Ahora se siente más fuerte que nunca porque si ha sido capaz de superar esto, nada le puede parar", argumenta Barbosa.
Piccini tocó fondo en el Atalanta. En Bérgamo se sintió abandonado. Nadie se preocupó de su rodilla. "No le cuidaron", afirma Barbosa. Volvió a Valencia "perdiendo mucho dinero", pero su prioridad era recuperarse. En Mestalla empezaron a mimarle, "a preocuparse más por su salud que a jugar partidos". Ahora, con José Bordalás se siente feliz, querido, protegido y respetado. "Es un entrenador que le viene como anillo al dedo a Piccini. A Cristiano le gusta morder, como a Bordalás. Está muy feliz en el Valencia porque el míster le da confianza. Está luchando para recuperar su mejor versión y ser el jugador que era antes, pero lo conseguirá porque detrás de todo esto hay mucho trabajo", comenta Alejandro.
El lateral del Valencia, con su rendimiento en los últimos partidos y su capacidad para competir después de un largo periodo de inactividad, ha despertado la admiración de José Bordalás y de Javier Vidal, el preparador físico. De hecho, Piccini pasó la prueba del algodón en el último derbi ante el Levante. Le tocó bailar con José Luis Morales, uno de los jugadores más rápidos de LaLiga. Piccini no desentonó. Al contrario, le ganó el 75% de los duelos defensivos (15/20) a 'El Comandante', según el portal InStats.
Piccini se siente muy cómodo con su fisioterapueta. De hecho, Barbosa le ha aportado paz y experiencia. El sevillano fue el hombre de confianza de Fernando Llorente durante cuatro años en Londres y también formó parte del cuerpo técnico de Pochettino en el Tottenham, donde llegó a pelear por la Champions. Ahora, tiene los cinco sentidos puestos en Piccini, en un tipo capaz de escapar del infierno para volver a sentirse futbolista.
El futuro de Piccini en el Valencia se decide en meses
Cristiano Piccini vuelve a sentirse útil en el Valencia. Su gol ante el Elche, casi en el descuento, fue una liberación total. Ese día empezó a cambiar su historia en Mestalla. Ahora, el lateral se siente fuerte y con confianza. Su gran deseo es recuperar su mejor versión, pero también es consciente de que se juega mucho en el Valencia en los próximos meses. Piccini acaba contrato en junio de 2022 y le encantaría renovar. El italiano ya perdonó dinero para dar por finiquitada su cesión en el Atalanta y volver a Mestalla. Su amor por el murciélago es incondicional y por su mente sólo pasa ganarse la continuidad en el campo. Al menos, la confianza de Bordalás ya se la ha ganado.