Los jóvenes piden sitio en París
Este lunes, ante el Vannes en la Copa de Francia, el PSG acabó con siete jugadores formados en la cantera, una situación anómala durante los últimos años.
Si de algo se ha lamentado Pochettino en el corto periplo que lleva en París, ha sido de la falta de oportunidades que han tenido los jóvenes. El PSG cuenta, actualmente, con 32 fichas del primer equipo y el técnico no ha podido desarrollar la política que implantó tanto en el Espanyol como en el Tottenham y el Southampton de dar prioridad a potenciar a los jugadores formados en la casa. El conjunto parisino es un compendio de estrellas de primer nivel en el que los resultados cobran una dimensión incomparable a cualquier otro equipo en el que estuvo el argentino.
Sin embargo, y dadas las circunstancias, el PSG terminó ayer su partido contra el Vannes con siete jugadores formados en la cantera. Pochettino alineó de inicio a Kimpembe, Dagba, Xavi Simons (aunque fue fichado del Barcelona, se puede considerar canterano atendiendo al Reglamento de la FIFA) y Michut para después meter en la segunda mitad a Bitshiabu, Dina Ebimbe y Gharbi. Una situación anómala que difícilmente se vaya a repetir a lo largo de toda la temporada.
"Tenemos jóvenes que disponen de calidad, necesitan de minutos para mostrar poco a poco el nivel que tienen", subrayaba, con una sonrisa, Pochettino en la rueda de prensa posterior al encuentro contra el Vannes. Por primera vez en toda la era qatarí, siete jugadores formados en la cantera del PSG coincidieron en el terreno de juego, en una evidencia de que el club podría confiar más en los talentos que tiene en la casa. Los casos precedentes, tales como las salidas de Nkunku, Coman, Kouassi, Upamecano, Aouchiche, Rabiot y otros tantos más, han sido, sin lugar a dudas, uno de los principales problemas del club desde que aterrizara Al Khelaïfi en 2011.