Operación supervivencia en Palma
Un Barça con 16 bajas y sin estrellas visita a un Mallorca que esconde sus ausencias. Kang-in Lee y Take Kubo dan chispa, gol y creatividad a los baleares.
Recién afeitado, y después de felicitarle el año a los medios, Xavi proclamó a todos los vientos posibles que el Mallorca-Barça de hoy (21:00 horas) no debería jugarse. A los azulgrana les ha asaltado a lo bestia la COVID al regreso de Navidad: Alves, Abde, Coutinho, Gavi, Dest, Dembélé, Alba y Balde han sido positivos. Además, Ansu, Memphis, Pedri, Braithwaite y Sergi Roberto están lesionados; Busquets, sancionado; Demir no puede jugar o el Barça deberá pagarle diez millones al Rapid de Viena; y Ferran Torres no está inscrito. El carro de bajas, dieciséis, es tan grande que el entrenador del Barça se ha sentido legitimado para recordarle a Tebas que si le va pidiendo a la RFEF aplazamientos por los partidos de clasificación para el Mundial de la zona americana por tres futbolistas, no tiene el mismo sentido de la justicia en este escenario.
Pero estas son las normas que aceptaron los clubes y el Mallorca-Barça se jugará. Luis García dice que “flipa” con la que se ha montado alrededor del brote azulgrana, pero él esconde sus cartas, porque tiene cuatro jugadores confinados y no desvela sus nombres. Sí es una certeza que el partido no será descafeinado por más que lo diga Xavi, porque los azulgrana van contra el reloj para meterse en la zona Champions. Sin embargo, hay cierto aire de optimismo en Barcelona. El gol de Nico ante el Elche y el empate en Sevilla han sido recibidos como una señal de renacimiento. Tal vez no sea para tanto, pero el Barça sospecha que todo irá mejor en la segunda vuelta cuando recupere estrellas (Ansu, Pedri) e incorpore, si es que puede inscribirlos, fichajes ilusionantes como Ferran o Morata.
Pero lo de hoy será un capítulo aparte. Xavi tendrá que administrarse sin laterales y con seis centrales (Araújo, Piqué, Eric, Lenglet, Umtiti y Mingueza) y una delantera que, seguramente, no se verá nunca más en el Barça: Ilias, Jutglà y Luuk de Jong, que tiene un pie y tres cuartos lejos de Barcelona.
Del Mallorca, aparte del secretismo de sus bajas, se sabe que ha competido bien toda la primera vuelta y que su talento es oriental. Kang-in Lee mueve a los baleares y Kubo es un futbolista irregular, pero al que siempre se le espera por cosas como la que hizo en el Wanda. Criado en el Barça, como Mboula, se lo tomarán como el partido del año.
Es uno de esos partidos en los que Xavi espera que jugadores como Frenkie de Jong levanten la mano. Huérfano de capitanes y estrellas, el holandés está obligado a echarse el equipo a la espalda y acompañar a Nico y Riqui. El de Matadepera también está oblgado, a sus 22 años, a dar un paso adelante si quiere formar parte del nuevo proyecto de Xavi, que hoy arranca un año en el que Laporta ha prometido el fin de la degradación de un club que trata de ponerse en pie pero a quien no perdona nada. Ni la economía, ni los virus.