Regate a la crisis
El Madrid cambia de política tras la aparición de los Clubes-Estado. Los grandes fichajes en los últimos años llegaron a coste cero o al entrar en su último año de contrato.
El Real Madrid analizó hace bastantes años el nuevo panorama futbolístico que iban a provocar los Clubes-Estado. Con la premisa básica de que el club debía seguir en manos de los socios, Florentino y José Ángel Sánchez cambiaron el rumbo de lo que había sido el Madrid de los fichajes galácticos a golpe de talonario en años anteriores: tocaba cocinar las grandes incorporaciones a fuego lento.
Por tanto, el club tomó dos líneas de captación: por un lado, incorporar a los mejores jóvenes y por otro, esperar a que los fichajes estratégicos se acercaran al final de su contrato. En este segundo apartado, hay tres futbolistas de talla mundial que han llegado recientemente estando en el mejor momento de su carrera deportiva: Courtois, Hazard y Alaba.
Los dos primeros llegaron el verano en el que entraban en su último año de contrato, mientras que el tercero aterrizó con la carta de libertad bajo el brazo. El primer fichaje fue el de Courtois, en una posición en la que el Madrid buscaba sustituto a Keylor (había intentado fichar a Kepa también con la misma estrategia, a pocos meses de terminar su contrato, pero Zidane lo frenó). El portero belga llegó en el verano de 2018, después de haber sido nombrado mejor guardameta del Mundial de Rusia (alcanzó con Bélgica las semifinales) y por un precio muy por debajo de lo que indicaba el mercado. Transfermarkt lo tasaba entonces en 65 millones de euros y llegó... por 35. Por comparar, el sustituto ese verano de Courtois en el Chelsea fue precisamente Kepa, que entonces estaba valorado en 20 millones, pero por quien los blues tuvieron que abonar 80...
Hazard
El siguiente verano, se repitió la estrategia con Hazard. Ahora, con el paso del tiempo, la operación no ha resultado como se esperaba, aunque analizando la situación en la que se hizo, fue todo un éxito. El belga era un top-5 mundial, venía de ganar la Europa League siendo decisivo y Transfermarkt lo tasaba en 150 millones de euros. En condiciones normales, el Chelsea ni siquiera hubiera escuchado ofertas y, de haberlo hecho, el precio requerido hubiera sido desorbitado. Sin embargo, al entrar en su último año de mercado, se vio obligado a aceptar una oferta del Real Madrid por 110 millones de euros más variables, por debajo de su valor de mercado entonces.
Este último verano, el Madrid cocinó nuevamente a fuego lento el fichaje de una figura mundial, aunque esta vez resultó todavía más rentable: Alaba desembarcó en el Bernabéu a coste cero, porque terminó contrato. En el momento en el que estampó su firma como nuevo futbolista blanco, su valor de mercado era de 55 millones de euros, aunque la realidad es que el Bayern ni se hubiera planteado sentarse a negociar por el que llevaba años siendo uno de los pilares de su plantilla, ya fuera como central, lateral izquierdo o incluso mediocentro.
Mbappé
Ahora, el Madrid espera dar el golpe definitivo para consolidar esta estrategia el próximo verano. El gran objetivo es Mbappé, cuyo valor de mercado ahora mismo es de 160 millones de euros y por el que el PSG rechazó una oferta madridista de 200 millones de euros, una cantidad que ahora el Madrid se ahorraría si llega el próximo verano tras finalizar su contrato con los parisinos el 30 de junio de 2022.
El francés es el objetivo prioritario, pero el Madrid también trabaja en convencer a Rudiger para que se una al proyecto, porque el central alemán de 29 años también está en su último año de contrato. Viene de ser una pieza básica en el Chelsea campeón de Europa y ahora mismo su valor de mercado asciende hasta los 35 millones de euros...