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ESPANYOL-CELTA

Moreno: "Estuvimos muy lejos de lo que somos como equipo"

El entrenador del Espanyol se mostró más autocrítico que en otras derrotas y reconoció que "no fuimos agresivos" y "estuvimos a mucha distancia de ellos".

Vicente Moreno.
Octavio Passos

No tardó demasiado en su conferencia de prensa de reconocer el mal partido del Espanyol. "Fue de los peores, no sé si el peor, pero fue malo", contestó Vicente Moreno a la primera pregunta, para luego dar su primera visión sobre la derrota más abultada de los blanquiazules este curso. "Empezamos con un gol en contra, con cuatro pérdidas ya al inicio. Estuvimos lejos de ellos, no podíamos recuperar el balón", valoró.

Esa "distancia" provocó que el Celta jugara muy fácil, a placer, con un Espanyol al que le faltó "agresividad", en palabras de su técnico. "Cuando la teníamos, además, la perdíamos fácil, a veces forzadas y otras porque no estuvimos finos. Se lo pusimos sencilla, sin querer quitarles méritos, pero estuvimos muy lejos de lo que somos como equipo", manifestó el entrenador, tranquilo y pausada en sala de prensa pese al calentón del encuentro.

Con seis goles en contra en dos partidos, la solidez del Espanyol a domicilio se ha derretido. Un guarismo que preocupa a Moreno: "Son datos duros. Seis goles en dos partidos es demasiado porque no tendrás siempre la suerte de meter cuatro. Si concedes tres goles eso ya dificulta  sumar. Había que estar y no bajar los brazos, se lo dije al descanso", argumentó.

No quiso tampoco hurgar en la herida profunda del Espanyol fuera de casa, donde solamente ha sumado tres puntos y no ha sido capaz de ganar. No quiere generalizar el técnico, destacando que "fuera hicimos buenos partidos también" y zanjó con un "no hay debates" todas las críticas sobre el mal encuentro del Espanyol en Vigo.

Curiosa fue la última respuesta del técnico valenciano cuando le tocó responder sobre Iago Aspas y su extraordinario encuentro. "Ya lo véis vosotros, poco se puede decir. Corre y trabaja todo lo posible por el equipo". Valores que le faltaron al Espanyol en Balaidos, la última estación de la penitencia que es jugar fuera de casa.