Müller-Memphis, día y noche
Mientras el atacante alemán le ha marcado siete goles en seis partidos al Barcelona; Depay no se ha estrenado todavaía en Champions League y su parcial contra el Bayern es de 0-6.
Si uno accede a la Bayern Store de Marianplatz en Múnich, ahora menos concurrida por asuntos de pandemia, y baja hacia el sótano, se topa con perfectos maniquíes de Robert Lewandowski y Thomas Müller. El primero representa el toque elegante del Bayern, el matador silencioso. Müller es el killer de los ojos ensangrentados, el que juega con el cuchillo entre los dientes. El futbolista torpe de maneras, pero de eficiencia absoluta, que a sus 32 años vive en una reivindicación permanente. No puede soportar que al Bayern le hayan birlado, en su opinión, dos Balones de Oro: el de 2013, que hasta el final pareció tener grabado el nombre de Ribèry. Y estos dos últimos, uno desierto y otro para Messi, que parecían propiedad de Lewandowski. "No me sorprendió la decisión. Esto también es una gran motivación para mí, para hacer todo lo posible e intentar traer la Champions a Múnich y mostrar al mundo lo que está sucediendo. La próxima oportunidad para demostrarlo es el próximo miércoles en el partido contra el Barça. ¡Vamos a abordarlo!", amenazó.
En el lado opuesto de Müller, Memphis Depay. "Es la última oportunidad, como una final. Mentalmente, hay que prepararse bien". Al menos, sabe lo que está en juego. Ahora tiene que cambiar de arriba a abajo su rendimiento en la Champions para poder ayudar al Barça a clasificarse para octavos. Los números están contra el holandés. Su rendimiento en esta Champions está por los suelos. Memphis, cero goles en Europa, ha tirado una vez por partido en las cinco jornadas de la fase de grupos. El dato contrasta con sus números en Liga, donde hace tres intentos cada jornada. Con la selección de Países Bajos, esos números se disparan. Hasta seis chuts por partido ha realizado con la Oranje en la fase de clasificación.
Su historial contra el Bayern tampoco le favorece. Se ha medido dos veces al Bayern en su carrera. Las dos veces perdió 0-3. Lo cierto es que Memphis está demasiado solo en el Barça. Llegó con muchas expectativas. No ha cumplido todas pero en la Liga es el único delantero que está en unas cifras dignas. El único, además, que no se lesiona y lo juega prácticamente todo. Ausencias como las de Dembélé o Ansu le convierten en presa fácil. Especialmente, en partidos grandes. Memphis ha sido incapaz de hacerle goles a Madrid, Atlético, Benfica y Bayern. Hoy que nadie cree en él tiene una oportunidad.