Anoeta, puerto de primera
Prueba de resistencia para el Madrid ante una Real con bajas y con dudas. Isak, que pudo ser blanco hace cinco años, el gran peligro txuri urdin.
Modelo Solna. Así se denomina en la Unión Europea la mejor fórmula conocida de integración de inmigrantes y refugiados en el continente. Se da en un municipio al norte de Estocolmo que forma parte de su área metropolitana y en cuyo cementerio están enterrados Ingrid Bergman o Alfred Nobel. Allí nació Alexander Isak, hijo de un maestro eritreo, y allí se hizo futbolista, en el AIK. Entró a los seis años y salió a los 17, después de haberse convertido en el jugador más joven en marcar con su equipo (16 años y 199 días) y con la selección sueca (17 años y 113 días). Fue en el invierno de 2016. El Madrid daba sus primeros pasos en esa política de descubrir futbolistas antes de que fueran impagables. Visitó Valdebebas, le explicaron el plan y decidió que con su edad el Borussia Dortmund le ofrecería más posibilidades. Tres años después estaba en la Real metiendo dos goles en el Bernabéu y echando al Madrid de los cuartos de Copa.
"Pronto vi que tenía algo extra, algo que los demás no manejaban. Entendía el juego, era técnico, terminaba con las dos piernas", explicaba Nahom Ghidey, su primer entrenador, también de origen eritreo. "Es explosivo en los primeros cinco metros", añade Henok Goitom, también criado en Solna, también de origen eritreo, también delantero, que jugó en Ciudad de Murcia, Valladolid, Almería y Getafe. Isak no acertó del todo. En tres años solo jugó 24 partidos con el Borussia Dortmund, que acabó cediéndolo al Willem II, un modesto de Holanda. Allí le echó el ojo la Real. Había metido 14 goles en 18 partidos y asumió el reto de invertir 10 millones en él.
Titularísimo
Suplente de Willian José en los primeros meses, sus 16 goles le dieron la vuelta al escalafón. En su segundo año había sacado de pista al brasileño. En este, el tercero, lleva seis tantos y es, con Merino y Oyarzabal, el jugador más relevante del equipo. Amigo de Odegaard, entusiasta del hip-hop y de la NBA, es la gran amenaza para el Madrid hoy (sigue el partido en directo en AS.com).
La Real, tercera en la tabla, llega en pleno frenazo. Es el equipo menos goleador de los siete primeros. Aunque eliminó de la Copa al Panadería Pulido sin despeinarse, venía de encadenar dos de las tres derrotas que ha padecido esta temporada. Si hasta ese momento había sorteado la plaga de lesiones, ahora empiezan a pesar. Hoy faltarán Merino, jugador nuclear, Silva, Elustondo, Carlos Fernández, Monreal e Illarramendi y sí estará Oyarzabal, recuperado de una rotura fibrilar que le tuvo un mes fuera. Nunca le ha hecho un gol al Madrid. Portu, uno de los pocos titulares en la Copa y último goleador realista en feudo blanco, apunta al banquillo. Su tanto al Panadería Pulido es el primero que logra en ocho meses.
Regresa Carvajal
Para el Madrid comienza el tramo más duro de ascensión. Después de Anoeta recibe a Inter y Atlético con una concentración de esfuerzos en muy pocas piernas. La plantilla está sembrada de desaparecidos, de Isco a Hazard.
Se esperaba una pequeña remodelación ante el Athletic, que no llegó. Y también parece difícil que suceda hoy. Se da por seguro el regreso de Carvajal, que descansó el miércoles, y parece probable la titularidad de Rodrygo para el puesto sin dueño. El brasileño y Asensio han jugado casi los mismos minutos, con el doble de goles del balear. Esa es la única rotación real de Ancelotti, aunque en esta ocasión no es descartable la entrada de Valverde, que llega fresco tras haber superado su lesión, por Casemiro. No es la mejor temporada del brasileño y llega bajo amenaza de suspensión para el derbi de la próxima semana. No tiene relevo natural (Camavinga es mucho menos posicional) pero tampoco es incansable. El Madrid jugará conociendo los resultados de Sevilla, Barça o Atlético. Lo que no conocerá es si eso es una ventaja o un inconveniente.
