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El jeroglífico de Mouriño

El Celta necesita liberar una plaza de extracomunitario para dar cabida al fichaje invernal, Orbelín Pineda. Thiago Galhardo acelera sus trámites.

Carlos Mouriño durante una rueda de prensa.
RC CELTADIARIO AS

Todavía quedan treinta días para que se abra el mercado invernal, pero el Celta ya tiene un importante lío a la vista. El equipo vigués se reforzará en enero con el mexicano Orbelín Pineda, pero su cabida en la plantilla está supeditada a que algún extracomunitario consiga el pasaporte europeo de manera inmediata, pues el cupo está ahora mismo completo.

Los tres jugadores que ocupan plaza de extracomunitario son Renato Tapia, Franco Cervi y Thiago Galhardo. El peruano está prácticamente descartado para liberar una plaza, pese a que el Celta ya aseguraba el año pasado que los trámites iban por buen camino. Así pues, todo queda en manos de Cervi y Galhardo, ambos con vinculación a Italia. Los dos están con el papeleo, siendo el asunto del delantero el más cercano a resolverse.

No obstante, en las oficinas del Celta están obligados a trabajar con todos los escenarios, también el más pesimista, aquel que suponga encontrarse con cuatro jugadores extracomunitarios en el próximo mes de enero. En ese caso, la dirección deportiva y Coudet deberán decidir de quien prescindir. Tapia es intocable y las expectativas con Cervi son muy altas, por lo que todo quedaría a un duelo final entre Galhardo y Orbelín. El delantero brasileño fue una petición expresa del Chacho y está ofreciendo un buen nivel, mientras que el mexicano llegará después de varias semanas inactivo y con el hándicap de tener que adaptarse rápidamente a LaLiga.