Morales desafía a la tormenta
El Betis, lanzado tras sellar otro triunfo europeo, quiere asentarse en la zona alta ante un Levante sin victorias. El Comandante, frente a su víctima favorita.
Dos inercias casi opuestas se cruzan en el Villamarín para medir sus ganas de continuidad y sus deseos de cambio (sigue el partido en directo en AS.com). El Betis vive feliz. Asentado en la zona de privilegio de LaLiga y con un billete recién comprado para seguir en Europa en febrero. Un esbozo de sonrisa que quiere apagar José Luis Morales. El Comandante está ante su víctima favorita tras firmar seis goles contra el equipo verdiblanco. Es la luz de un Levante que quiere sumar su primer triunfo para tomar aire. Sin victorias no hay esperanza. Y pretende encontrarla en Heliópolis pese a que ahí la tormenta parece verdiblanca.
Los banquillos exponen el actual estado anímico de Betis y Levante. Pellegrini firma números de récord mejorando al Betis de los últimos ocho años. Javi Pereira, mientras, vive entre grises. Su equipo sumó tres empates y tres derrotas desde que llegó y se encienden las alarmas en Orriols. El club protegió esta semana a su técnico. Pero las campanas de un adiós están expectantes a otro posible tropiezo. La sombra de Paco López es alargada.
El Betis volverá a revolucionar su once. Por obligaciones y por descansos. Vuelve Fekir tras cumplir su primer duelo de sanción en Europa y dirigirá el ataque con Willian José como punta y Juanmi como aliado. Carvalho está de vuelta, aunque Rodri aún tendrá que esperar una semana más. Aitor Ruibal tiene todas las papeletas para actuar como lateral derecho ante la sanción de Héctor Bellerín y las lesiones de Montoya y Sabaly. La posición de Canales es una de las grandes incógnitas: ¿Seguirá como medio centro o buscará la lucidez en tres cuartos?
Pereira encontró cierta fiabilidad en su último envite contra el Athletic y no variará demasiadas piezas. Malsa protege el fútbol de Campaña y Bardhi, mientras De Frutos y Morales escoltan a Roger Martí. Las alas quieren dañar al frágil sistema defensivo de los locales. El técnico tuvo muchos días para preparar una cita que puede ser crucial para su futuro. Hay esperanza disfrazada de miedo. Y en Heliópolis una euforia vestida de seda.
