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SHERIFF-REAL MADRID

"Transnistria es como la URSS de los años 60"

El entrenador español Juan Ferrando, ahora en el FC Goa, repasa su etapa en Transnistria antes de la visita del Real Madrid en Champions.

"Transnistria es como la URSS de los años 60"
FC Sheriff

Juan Ferrando (Barcelona, 1981) es el único español que sabe lo que es sentarse en el banquillo del FC Sheriff Tiraspol. El actual entrenador de FC Goa repasa su etapa en Transnistria antes de la visita del Real Madrid en Champions.

Acaba de empezar su segunda temporada dirigiendo al FC Goa indio. ¿Cómo le va?

Estamos a la expectativa. Volver a vivir en una burbuja como la pasada temporada es agotador a nivel mental. Eso complica el día a día, pero es lo que hay. Estamos cansados porque una temporada vale, pero tener la misma rutina y estar todo el rato de la habitación al campo y de el campo a la habitación cansa.

¿Tiene buen recuerdo de su etapa en el FC Sheriff?

Sí, muy bueno. Me están preguntando mucho últimamente porque es un lugar muy curioso y casualmente no somos muchos los españoles que hemos pasado por allí. Lo que están haciendo en la Champions no me sorprende nada porque desde que llegué me di cuenta de que era un club con mucho potencial. Son muy futboleros, tienen muchas ganas de hacerlas cosas bien y era cuestión de tiempo que lograran algo importante.

Le llamaron cuando estaba en la cantera del Málaga y le propusieron ser segundo de Veaceslav Rusnac. ¿Cómo lo recuerda?

Conmigo contactó Valery Pavlichenko, que estuvo en el Sheriff hasta 2015 y ahora es dueño de una agencia de jugadores. Estaba buscando una persona que les ayudara a cambiar la metodología de trabajo. Habían trabajado con escuelas serbias y alemanas, pero buscaban algo diferente. Me dijeron que estaba loco, pero sabía que era un buen lugar para crecer. Llegué para ser ayudante de Rusnac, pero desde el primer momento tuve muchas responsabilidades y a las dos semanas me hice cargo del equipo. Me dieron mucho poder a la hora de tomar decisiones.

Transnistria es un territorio con reconocimiento limitado, ¿eso le dio problemas?

La verdad es que sí. Que fuera un país no reconocido lo complicó todo. Fui con una credencial de la UEFA, pero los primeros 20 días tuve que usar el carné de un moldavo para poder sentarme en el banquillo. Después se arregló todo.

¿Cuál fue la primera impresión que le dio Transnistria?

Pasear por la ciudad es como estar en la URSS de los años 60. Es todo muy antiguo, muy de película. Las instalaciones del club son otro mundo. Las personas que dirigen el club son amantes del fútbol y han montado una ciudad deportiva muy parecida a la del Shakhtar. Está todo preparado para acoger a un club de élite.

¿Cómo trabaja el club la búsqueda de talento?

La academia moldava no da para armar un gran proyecto y lo que hacen es buscar jugadores africanos, brasileños, colombianos... Buscan futbolistas muy jóvenes a los que no tienen que pagarle un gran salario y les dan la oportunidad de mostrarse en Europa. Les dicen que van a jugar previas de Europa y Champions League, que si lo hacen bien pueden hacer carrera en Europa. En mi época estaban los Ricardinho, Luvannor... Jugaron la fase de grupos de la Europa League y volaron.

"El presidente en su despacho tenía una televisión con la Premier League, otra con la Bundesliga, otra con LaLiga..."

Juan Ferrando, exentrenador del FC Sheriff

¿Trabajan la cantera?

Sí, claro. Tienen un departamento de scout para detectar a los grandes talentos de Moldavia y una escuela. Hay equipos Sub-8 y Sub-12, aunque no compiten hasta llegar a la Sub-14. Sub-14, Sub-16, Sub-18 y Sub-19 compiten como en España, desde lo más regional hasta el nivel nacional. También hay una liga de filiales.

¿Cómo son las instalaciones del Sheriff?

Son buenísimas. Al Real Madrid no le va a faltar de nada. El campo principal recuerda un poco al de Cornellà. Es muy acogedor. Al lado hay otro campo de césped natural que usan en la liga porque hay menos espectadores. Al lado hay un campo cubierto porque entre enero y marzo es imposible jugar fuera por el frío y la nieve. Para entrenar hay dos campos de césped natural y dos de césped artificial. Todos están en buenas condiciones porque hay mucha gente dedicada a su mantenimiento. Para mí fue fácil trabajar con tan buenas condiciones.

En Moldavia el fútbol no es el deporte principal. ¿Habrá un gran ambiente en el partido ante el Real Madrid?

Cuando yo estaba a los partidos de liga no iban más de 100 o 150 personas. El fútbol en Transnistria tiene importancia porque el presidente del Sheriff, Victor Gușan, y los que trabajan con él aman el fútbol, pero la gente prefiere ver otros deportes como la halterofilia o la lucha. Les gustan más los deportes individuales que los colectivos. Allí el baloncesto, el voleibol o el hockey no acaban de cuajar. Pero el partido ante el Real Madrid será un evento especial y no creo que no se complete el aforo. Y van al partido a disfrutar, así que si el Real Madrid hace un buen encuentro le van a aplaudir. No van a abuchearles ni nada por el estilo.

¿Cómo fue su relación con el presidente, Victor Gușan?

Muy bien, es un tío fabuloso. Me dio la oportunidad de trabajar allí, de ser el primer entrenador del equipo... Cuando me reunía con él para hablar demostraba que quería saber más sobre el fútbol. Nunca me dio ninguna indicación, pero siempre preguntaba el porqué de las cosas. En su despacho tenía una televisión con la Premier League, otra con la Bundesliga, otra con LaLiga... Es un tío que ama el fútbol. Lástima que mi ruso al principio fuera nefasto y él no hablaba inglés. Si hubiéramos podido comunicarnos en el mismo idioma nuestra relación habría sido más divertida. Si sin entendernos casi ya pasábamos las tardes hablando de fútbol...

Si no sabía ruso y allí no se habla inglés, ¿cómo se comunicaba?

Era complicado. Al final aprendes ruso. Cuando tienes hambre y sed pero no puedes pedir nada no te queda más remedio que aprender ruso. Es difícil y obviamente no se hablarlo de manera fluida, pero manejo las palabras suficientes como para comunicarme.

Victor Gușan un presidente peculiar. Exagente del KGB, su empresa controla más del 60% de la economía legal de Transnistria...

Sí, es algo que allí sabe todo el mundo. Hay muchos sitios en los que el deporte y la política, porque la KGB era policía pero no deja de ser política, van de la mano. Conmigo y con la gente que trabajaba en el club siempre fue muy educado y muy respetuoso. Él valoraba mucho la gente trabajadora y honesta.

Lo que no le falta es dinero...

Sí, pero tampoco es una locura. Lo que pasa es que han hecho muy buenas operaciones económicas. Han vendido futbolistas por mucho más dinero del que los compraron.

Lo decía más porque su empresa controla gran parte de los grandes empresas de Transnistria. Supongo que durante su etapa allí compraba en los supermercados Sheriff, echaba gasolina en las gasolineras Sheriff...

Sí, es verdad, pero con eso no gana tanto como para hacer una plantilla que pueda competir en Europa. Gana más dinero con las transacciones. En mi etapa con ventas como las de Ricardinho o Luvannor. Jugadores que ficharon por 200 dólares y que acabaron vendiendo a clubes asiáticos por 700.000. Los supermercados o gasolineras dan dinero, pero no tanto. Recuerdo que si comprabas como un loco en el supermercado, el carro lleno te costaba 30 euros. La vida allí, al menos en mi etapa en Sheriff, era muy barata.

"Yo me fui cobrando 600 euros de sueldo, pero trabajé como un loco y me lo aumentaron a 7000"

Juan Ferrando, exentrenador del FC Sheriff

Entonces su fichaje por el Sheriff tampoco fue por dinero.

¿Yo? ¡Qué va! Si me fui allí cobrando 600 euros al mes. Fue una locura, pero sabía que el equipo competía en rondas previas de Champions League y que si dábamos la campanada podría mejorar mis condiciones. Antes de empezar la temporada estuve dos meses trabajando como un loco. El presidente me vio y antes del 'play-off' de la Europa League me llamó y me dijo: 'Tengo que hablar contigo. Firma esto'. Era un contrato en ruso y en inglés. Lo leí y me subía el sueldo a 7000 euros. Me dijo que me lo merecía por cómo estaba trabajando. Y poco después nos metimos en la fase de grupos de la Europa League, donde nos enfrentamos al Tottenham, al Anzhi de Eto'o y Roberto Carlos y al Tromso.

Entre Transnistria y Moldavia no hay una buena relación. No les recibían bien entonces cuando jugaban fuera de casa.

No, para nada. En todos los partidos y especialmente en los derbis contra el Zimbru Chișinău había tensión. Se palpaba la tensión en el ambiente. En mi caso era divertido porque solíamos ganar fuera y la gente se quedaba rabiando. Antes de que yo llegara hubo enfrentamientos entre Moldavia y Rusia. Murió mucha gente y el conflicto aún se respiraba en el ambiente.

Confiaba en la victoria del Sheriff en el Bernabéu y así se dio. ¿Espera que haya sorpresa también en el partido de vuelta?

La gente no confiaba en el Sheriff porque no tiene conocimiento de lo que pasa en ese vestuario y ese club. Hay que pensar que para los jugadores es una oportunidad única. Para muchos, que su carrera sea mejor o peor depende de lo bien que lo hagan en estos seis partidos de Champions. Y ellos no juegan con la presión de ganar la Champions, no tienen nada que perder y su confianza es máxima. En cambio, para el Real Madrid el partido es una pérdida de tiempo. La calidad es importante, pero tener enfrente a 19 jabatos que saben que su vida deportiva depende de esos 90 minutos no es nada fácil. Creo que el Real Madrid va a estar más centrado por lo que pasó en la ida, pero para el Sheriff es una final de finales. Puede volver a pasar cualquier cosa.

Van a pasar de jugar ante e Floresti a vérselas con Alaba, Modric, Benzema... Supongo que usted también vivió esa situación cuando se enfrentó al Tottenham en la Europa League.

Pues imagínate. Estás enfrentándote al Zimbru Chișinău delante de 400 personas y al día siguiente viajas a White Hart Lane para medirte al Tottenham. La adrenalina de la noche anterior, cómo preparas el partido hasta el más mínimo detalle. A nosotros nos ganaron, pero seguro que Villas-Boas no reparó en todos los detalles. Tienes a Lamela, Kane o Eriksen y puedes confiar en que cualquiera te resuelva el partido.