La historia de Messias es increíble
Llegó al Bel Paese y trabajó como albañil, "limpiando ladrillos, por 20 céntimos cada uno", y como repartidor de electrodomésticos, “partiéndose la espalda”. Jugaba al fútbol por diversión en una liga amateur hasta que, en 2015, Ezio Rossi lo notó y se lo llevó al Casale. Pasó por Chieri, Gozzano, Crotone, no dejó nunca de marcar goles y en mayo, cuando tenía 30 años, el Milan desembolsó casi 9 millones (entre cesión y opción de compra) para hacerse con sus servicios. De la Serie D a la Champions en tres años para llegar al Wanda Metropolitano, donde los sueños se hicieron realidad. El Milan, que apenas tenía esperanzas, gracias a su cabezazo sigue con vida en la Champions: increíble. El del brasileño es un cuento de hadas que todavía no ha terminado. Como la aventura de los rossoneri en esta Copa de Europa.