Turno para los jóvenes en Bilbao
Marcelino está obligado a mover ficha y dar más protagonismo a los chavales, ya que el equipo se ha atascado las últimas jornadas con los veteranos. Nico Williams llama a la puerta. El técnico blinda Lezama.
Marcelino lanzó aquello de "autocrítica responsable", pero no bastó para reaccionar en Orriols. El partido del viernes ante el Levante fue una continuación del mal papel ofrecido ante el Cádiz antes del parón por las selecciones. La regularidad ha sido el caballo de batalla del técnico asturiano desde que llegó a Bilbao, y paso a paso la va logrando, pero con empates que no hacen avanzar hacia la meta europea. Ha fortalecido la defensa, pero en la generación de juego y ocasiones ante la meta contraria, la cosa no marcha.
En Valencia, el equipo habitual, ese casi inamovible para García Toral, se vio atascado ante un grupo que llevaba 21 partidos sin ganar. Unai Simón salvó al Athletic del naufragio. Cuando cambió a los cuatro jugadores del frente ofensivo, dando entrada a jóvenes canteranos, la cosa cambió. "Debemos exigirnos más en ataque", subrayó el entrenador asturiano. "Si no lo hacemos con unos lo tendremos que hacer con otros", reflexionó.
La regeneración del grupo que inició Garitano en su corta etapa en el banquillo de San Mamés debe seguir avanzando con García Toral, obligado a mover ficha. "No me gusta hacer distinciones, debemos mejorar, con equilibrio, jugar con más profundidad, llegar más al área. Estamos llegando menos de los habitual", despejó sobre la mejoría con los chavales en el Ciutat, y avisa a sus hombres que "hay que combinar para acabar en ciertos momentos, no jugar en largo". De momento, se ha olvidado de abrir una sesión semanal a los aficionados y a la prensa, como venía haciendo habitualmente. De aquí al partido del viernes ante el Granada, todo en la intimidad. Toca cerrar filas.
El entrenador asturiano hizo tres cambios con respecto al duelo ante el Cádiz: el regreso al once de Iñigo Martínez y Vencedor, ambos titularísimos. El otro fue la entrada de Raúl García en lugar de Sancet. Berenguer está cada día más frustrado e Iñaki Williams tampoco es que ande muy fino. Muniain, por su parte, ha entrado en un bache y a Raúl García no se le ve cómodo en el campo. Es Nico Williams el que parece más clarividente y pide a gritos más minutos, como Sancet. El hermano de Iñaki gozó de una de las dos únicas ocasiones de gol ante Cárdenas; la otra fue un cabezazo de Martínez tras saque de falta de Muniain. Hasta Zarraga parece tener un punto más de frescura que los titulares. O Serrano que venía de una dinámica muy buena con la Sub-19. Los Nicos encaran sin temor, tienen descaro y chispa. Justo lo que hace falta en un equipo muy plano. Marcelino debe dar un paso valiente, como se ha hecho en otros clubes, Barça, Real Sociedad... ¿Cómo desaprovechar ese manantial?