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Más difícil todavía

Mañana martes ante el Benfica, el Barça se juega el pase a octavos en una situación límite por las bajas y la falta de acierto en las áreas. La clasificación es importante económicamente.

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Superado el parto del debut ante el Espanyol en LaLiga, a Xavi Hernández le toca ahora el más difícil todavía mañana martes en la Champions en el Camp Nou. Ante el Benfica, el nuevo técnico se juega la opción casi definitiva (a expensas de una gesta bastante improbable en Múnich ante el Bayern) de superar la fase de grupos de la máxima competición internacional y clasificarse para los octavos de final.

Seguir vivo en la Champions no es sólo un objetivo deportivo, sino que además es una obligación económica para una entidad en una situación financiera delicadísima y que tiene presupuestado este curso llegar como mínimo a los cuartos de final de este torneo.

El desafío es aún más complicado que el debut en LaLiga, donde el Barcelona acabó pidiendo la hora ante el conjunto blanquiazul.

A las carencias deportivas de los barcelonistas, que ya quedaron expuestas cruelmente en el partido que se disputó en Lisboa, donde el Benfica pasó por encima del Barça derrotando a los culés or 3-0, se une la falta de efectivos a disposición del técnico.

De entrada, Xavi no va a poder jugar el partido con extremos natos, tral y como se exige en su libro de estilo. Dembélé sigue lesionado y no está claro que pueda estar listo para el martes, o al menos no para ser titular, y además ni Ilias Akhomach ni Abde, los dos extremos que utilizó en su debut, están inscritos para esta competición.

Ante estas bajas en las alas de ataque, Xavi sólo dispone de Demir como extremo puro y entra la opción de reubicar de nuevo a Gavi en la banda. Otras alternativas sería la de llevar a Memphis al extremo o bien situar a Coutinho, que ante el Espanyol volvió a dar otro recital de apatía e ineptitud.

No acaban ahí los problemas para el técnico catalán. Nico y Mingueza se retiraron lesionados del Camp Nou y Busquets también tuvo que ser sustituido por molestias. No parece que ni Nico ni Busquets tengan nada especialmente grave , pero lo que es un hecho irrevocable es que el equipo está cogido con pinzas a nivel físico y que la plaga de lesiones sigue mediatizando el rendimiento de los blaugrana.

El Barcelona necesita únicamente una victoria para asegurarse el pase a la siguiente ronda de la Champions y convertir en un trámite la temida visita al Allianz Arena en la última jornada. Pero la sensación es que al equipo de Xavi le sigue faltando lo mismo que al de Koeman: la capacidad de ser resolutivo en el área rival al tiempo que seguridad en la propia. Después de sufrir el sábado, el martes llega el más difícil todavía al Camp Nou. Y en Champions.