Vinicius, nuevo 'galáctico'
El brasileño se gana el apodo de 'galáctico' con su juego, que le transforma en más determinante de cara al gol y en sus decisiones, cuestiones por las que fue criticado.
Paso a paso, sin salirse del plan establecido tanto por su entorno como por él mismo, Vinicius (21 años) se ha ganado el calificativo de ‘Galáctico’ por motu proprio. El brasileño se ha convertido, junto a Benzema, en la punta de lanza del Madrid. La sociedad que ambos han conformado les ha estimulado de tal manera que se antoja muy difícil ver un once madridista sin la presencia de alguno de ellos, salvo lesión o sanción mediante. Hasta la fecha el joven brasileño ha marcado nueve goles y dado siete asistencias en los 16 encuentros que ha jugado el Madrid hasta el momento: es decir ha participado en una jugada-gol de media por cada encuentro… y la sensación de que va a más según va avanzando la temporada.
En ese camino realizado desde que llegase en 2018 al Madrid, Vinicius ha ido adaptándose según las circunstancias. Empezó en el Castilla por decisión de Lopetegui: el técnico esperaba que se fuese adecuando al fútbol español y Solari le dio el empujón necesario tanto de confianza como de aprendizaje. Con quien maduró futbolísticamente hablando fue con Zidane. El francés le exigía que se aplicara en tareas defensivas. Su relación, llena de altibajos, explotó en agosto de 2020, cuando horas antes de medirse en el encuentro de vuelta en semifinales de la Champions, se puso a juguetear con el móvil en vez de estar atento a las indicaciones del técnico francés. ¿El motivo? Su suplencia, algo que le molestó interiormente.
Pero desde entonces, Vinicius, un jugador con velocidad, regate, pero peleado con la toma de decisiones y, sobre todo, con el gol, algo cumbre en un delantero, se ha ido convirtiendo en un jugador con unas condiciones impresionantes, implosivo, vistoso… y lo que antes se le echaba en cara (la falta de gol y la toma de decisiones) se ha convertido en beneficioso para él y, sobre todo, para el equipo en un giro de 180 grados lento pero progresivo. Los datos de su mejoría son notables: su promedio de precisión en el pase se ha disparado hasta casi un 87% (86,9%), un punto más que la pasada campaña, seis respecto a la 2019-20 y ¡diez! en relación a la 2018-19, la de su debut en el conjunto madridista.
Otros 'Galácticos', a los 21 años
Su juventud (apenas 21 años) le vislumbra un futuro espectacular. Por ese motivo, el club espera renovarle el próximo verano con unas cifras acordes a su estallido: renovará hasta 2028, le situará en el segundo escalón salarial de jugadores (pasará a cobrar unos ocho millones de euros por temporada) y tendrá una cláusula de rescisión de 1.000 millones. Un contrato ‘galáctico’ acorde a lo que ha logrado con su trabajo y esfuerzo… siempre bajo la supervisión de Ancelotti, un técnico que, con mano de hierro en guante de seda, sabe exprimir a sus jugadores. El italiano ha ido perfilando y modelando las cualidades del joven brasileño, y como un maestro le ha ido puliendo sus remates cara a la portería rival. Si antes se le criticaba su ausencia de gol, ahora no tiene problemas para lograr marcar.
A todo esto se suma su irrupción con la selección brasileña. Pese a no tener continuidad en el once pentacampeón del mundo, y siguiendo la estela de lo realizado en el Madrid poco a poco se va convirtiendo en uno de los importantes de Tite. Sin ir más lejos, el pasado jueves fue clave en el triunfo que daba a los brasileños el pase al Mundial de Catar ante Colombia (1-0). Y eso que Tite le había dejado fuera en un primer momento, pero la lesión de Firmino le abrió esa posibilidad. Salió tras el descanso por Fred, y sus asociaciones con Neymar se convirtieron en todo un dolor de cabeza para los colombianos. Ante Argentina revolucionó el choque con una lambretta y un remate que se fue fuera por poco. Ahora tiene semanas por delante para seguir tirando del carro del Real Madrid. Ha vuelto a llegar su momento. Una vez más...