Tuchel ya tiene su primer 'fichaje' para 2022: Conor Gallagher
Conor Gallagher ha explotado en su cesión al Crystal Palace de Vieira, ha debutado con Inglaterra y el Chelsea tiene claro que apostarán por él el año próximo.
Ni Haaland, ni Koundé, ni ningún outsider estratosférico. El primer fichaje que tiene confirmado Thomas Tuchel para el curso próximo nació en Epsom, a 21 kilómetros del centro de Londres, creció a diez minutos en coche de Cobham, el centro de operaciones del Chelsea y responde al nombre de Conor Gallagher. El chico de moda de la Premier League idolatró a Frank Lampard de niño y ahora otro centrocampista histórico le moldea en su cesión al Crystal Palace: Patrick Vieira.
Desde que se uniese a la academia blue a los ocho años, Conor ha ido quemando etapas, sin prisa, sabiéndose una de las joyas de las islas. Inglaterra sub-17 (ganó el Mundial de la categoría), sub-18, sub-19, sub-20, sub-21 y ahora la absoluta. Gareth Southgate le ha dado la alternativa en el contundente 10-0 de los Pross a San Marino. El Newcastle y el Leeds también mostraron interés por él en verano, pero querían que su préstamo incluyese una opción de compra, algo que, según el Daily Mail, rechazó de plano un conjunto blue que, tras romper el cascarón en Selhurst Park, pondrá fin a su rueda de cesiones: tendrá su oportunidad, al fin, en el primer equipo.
En el Crystal Palace sueñan con incorporarle a tiempo completo en junio, pero en Stamford Bridge lo tienen claro: ha llegado la hora de probar a Gallagher con 'sus' mayores. A sus 21 años, en los Eagles es el 'ojito derecho' de Vieira y la prensa británica se rinde ante la evidencia. "Es uno de los talento más excitantes de la Premier League, está floreciendo en su rol de 'box-to-box' y se ha convertido en un futbolista clave para Patrick Vieira", comentaba días atrás el Telegraph.
Antes del Palace, el Charlton Athletic y el Swansea fueron sus primeras experiencias fuera de Cobham y la temporada pasada, su estreno en la Premier League, en las filas del West Bromwich Albion. A pesar del descenso de los Baggies, Conor demostró que la élite no le quedaba grande (jugó 30 partidos ligueros), algo que ha terminado de refrendar en un Crystal Palace que está sorprendiendo a propios y extraños: marchan décimos, a solamente dos puntos del Manchester United, sexto.
"Era mi ídolo y quiero convertirme en un centrocampista goleador como él", reconoce al hablar de un Lampard a quien tuvo de técnico por un breve período de tiempo. De momento, parece que está cumpliendo. Si bien no rehúye el contacto, como tampoco lo hacía Frankie, pero su paso adelante esta campaña está siendo en su influencia ofensiva: en diez partidos de la Premier ya ha marcado cuatro goles y asistido en otros dos. Y no lo está haciendo en un equipo menor, ni se esconde en las noches que más focos tiene sobre él.
Masterclass ante Pep
El choque ante el City en el Etihad es el mejor ejemplo de lo descrito. Desarboló el centro del campo de Guardiola y fue el líder de la fantástica victoria de los chicos de Vieira (0-2). Además, puso el broche al encuentro con el gol que cerraba el marcador y asistió a Zaha para que abriese la lata. En la última jornada mojó de nuevo ante el Wolverhampton (2-0) y durante el parón se ha enfundado la elástica de la absoluta inglesa, contribuyendo a sellar el pase a Qatar. Ya decimos que es uno de los futbolistas de moda de las islas. En el Chelsea, sabedores de su potencial, le renovaron hasta 2025. Ahora lo agradecerán, puesto que será más fácil pelear contra los cantos de sirena que, seguro llegarán. Las cesiones se han terminado. Tuchel podrá aprovecharlo.