Truenos en Suecia a causa de Ibra
El retorno del milanista ya se veía con escepticismo. Ante Georgia estuvo fallón e Isak tuvo que defenderle. No se perdona que volver a incluirle pueda costar el Mundial. Sin él, se funcionaba.
Con Ibra es puerta grande o enfermería. Suecia patinó contra Georgia y el 2-0 le deja un partido heroico ante España para poder pasar al Mundial como primero, cuando partía con ventaja. Hoy Suecia se ha despertado muy crítica, poniendo el acento en el caso Ibra. El ariete no pudo asistir a la Euro por lesión y el combinado se acostumbró a funcionar sin él, con un Isak estelar. El jugador de la Real se había erigido en el líder de un equipo sin muchos recursos, pero bien administrados. Con Forsberg y Kulusevski como escuderos y con Svanberg creciendo.
Pero Andersson, el seleccionador, no le podía decir que no a Ibra. Nadie puede. Aunque para eso tuviera que cambiar en parte sus ideas. Aseguró en la previa de Georgia que su plan es siempre jugar con dos puntas y en ese caso serían Ibra e Isak. Eso apartaba a Kulusevski del frente, el jugador que había traído en jaque a la dubitativa defensa española en la ida. El de la Juventus no pasa por su mejor momento en su equipo, pero la selección es una vía de escape fantástica para él. El silogismo sueco de la crítica dictamina que ningún entrenador ha sido capaz nunca de sacar lo mejor de Ibra y lo mejor del resto del colectivo al mismo tiempo. O brilla el histriónico delantero o lo hace el resto de la banda.
Ese argumento se esgrime tras el desastre de Georgia, con el añadido de que les puede costar como mínimo la repesca. Quién sabe si el Mundial. La crítica se agolpó en torno a un Ibra fallón, tanto que Isak tuvo que defenderle. "No creo que realmente nos afecte de ninguna manera, salvo para mejor. Es un jugador de clase alta (…) Creamos suficientes oportunidades para ganar el partido en la primera mitad, así que, ¿de qué hay que quejarse realmente? Si hubiéramos marcado las ocasiones, todo hubiera sido paz y alegría, pero ahora es como está y ahora tenemos que esperar el partido del domingo", argumentaba el delantero de la Real.
Los pecados de Andersson son varios, según subrayan en Suecia. El primero, prescindir de Kulusevski. Habrá que ver dónde lo encaja de inicio para volver a medirse con España. Cuando saltó al campo, a falta de un cuarto de hora contra Georgia, Andersson mantuvo el 4-4-2. Carragher, por su parte, defendió a Ibra. "Está mejor rodeado en el Milan", subrayó el inglés tras el partido, poniendo el acento en una debilidad sueca. A la contra juegan de memoria, pero con la responsabilidad de la posesión se echa en falta un centrocampista creativo al uso. La pareja Svanberg-Ollson es ofensiva, en términos de llegada, pero no hace al equipo jugar con fluidez. En Suecia hay truenos a causa de Ibra, pero no son los únicos antes de la ‘final’ contra España.