Correa nunca se rinde
El atacante argentino ha recuperado su sitio y se ha adaptado de maravilla al tridente ofensivo. Pese a que parecía quedarse sin hueco con Griezmann y João Félix, no se da por vencido.
Ángel Correa no piensa regalar los minutos que tanto le ha costado ganarse. El argentino siempre responde, pero lo hace desde el trabajo de los entrenamientos hasta el despliegue táctico en la posición que Simeone considere que puede aportar más al equipo.
Otro futbolista podría haber mostrado su cara más apática después de ver como dejaba de ser titular cuando había comenzado la temporada como el jugador más determinante del equipo, un nivel que ya arrastraba desde el curso pasado. Correa consiguió tres goles fundamentales en las dos primeras jornadas de Liga, un doblete en Balaídos (1-2) y el tanto del partido al Elche (1-0) y asistió a Suárez en la tercera jornada contra el Villarreal encadenando cuatro titularidades consecutivas… hasta que la llegada de Griezmann y la aparición de João Félix le relegaron al banquillo.
El '10' enlazó cuatro suplencias seguidas ante Barcelona, Liverpool, Real Sociedad y Levante, pero por su cabeza nunca ha pasado arrojar la toalla, ni cuando se le diagnosticó un tumor en el corazón ni cuando los minutos arriba están más caros que nunca en el Atlético. Y a base de trabajo y aprovechar sus oportunidades, Correa ha vuelto a primera plana. Regresó al once contra el Betis formando tridente arriba junto a Griezmann y Luis Suárez y adaptándose a la perfección a esa posición buscando la espalda del pivote rival para hacer mucho daño a la defensa por dentro.
Así participó en el golazo de Carrasco, recibiendo en la mediapunta y abriendo a banda para que el belga se encargase de desembarazarse de Montoya y abriese el marcador con un tremendo zurdazo. En la segunda mitad la presencia de dos extremos en el Betis llevó a Simeone a variar su formación a un 4-4-2, situando a Correa como interior como una ayuda constante para Trippier a la hora de frenar a Tello y Alex Moreno. Y cuando toca currar, el argentino es el primer soldado dispuesto a ello. Repetiría titularidad en Anfield, donde Griezmann estaba sancionado, y Correa fue de lo poco diferente en los primeros minutos del Atlético, desequilibrando con sus giros y regates con el cuerpo.
Y de vuelta a LaLiga, Simeone recuperó el tridente que había convencido contra el Betis y que volvió a hacer estragos en Mestalla, combinando con maestría para abrir el marcador con Griezmann encontrando a Correa por dentro y este a Suárez, que tras superar a Diakhaby hizo un gran gol. De nuevo, con el marcador a favor, Correa fue trabajando en la banda defendida por Vrsaljko y el equipo se gustó con buenos minutos de fútbol. El argentino se marchó sustituido por Kondogbia a los 72 minutos con un 1-3 en el marcador que se tornó en el 3-3 con un descuento de pesadilla. Concentrado con la selección argentina, Correa sabe que bien sea desde el once o como primer cambio volverá a ser importante en el Atlético. No se rindió con sus suplencias y volvió a tener premio como titular. Correa es una bala segura para Simeone.