FÚTBOL
La Guardia Civil entra las sedes de una decena de clubes por presunto fraude a la Seguridad Social
Según ha adelantado la SER y ha podido confirmar AS, la Guardia Civil inspecciona a varios clubes de la antigua Segunda B y Tercera por sospecha de fraude a la Seguridad Social.
La Guardia Civil y la Inspección de Trabajo han entrado en la sede de una decena de clubes que militaban en la antigua Segunda B y Tercera División para investigar un posible fraude a la Seguridad Social y a futbolistas, según adelantó la Cadena Ser y ha podido confirmar AS. La sospecha de las autoridades es que todos esos equipos han realizado pagos en B a futbolistas y han cotizado por debajo de las cantidades reales que pagan a sus trabajadores. Algo que va en perjuicio de las arcas públicas y los propios jugadores.
Según la Cadena Ser, la Guardia Civil ha realizado una redada o tienen prevista hacerla en sedes de clubes como el Cartagena (actualmente en Segunda), Hércules, Linense, Calahorra, Salamanca, Mérida, Extremadura o La Nucía. Todos ellos pertenecientes a categorías del fútbol no profesional, cuyos controles económicos son más laxos (actualmente se están aplicando los primeros, antes no existían para estas divisiones) que los implantados por LaLiga en Primera y Segunda División. Según ha podido saber AS, la investigación se ha realizado en las ciudades deportivas, donde ha acudido un inspector de Trabajo con el respaldo de un Guardia Civil para interrogar a futbolistas sobre los pagos en negro y también han entrado a las oficinas de los estadios para comprobar los contratos. En el Hércules, uno de los clubes investigados, afirman a AS estar totalmente tranquilos ya que aseguran no haber cometido ninguna irregularidad ni incumplido la ley. Los investigadores salieron de Almendralejo tras solicitar información fiscal y laboral del club desde 2017, la cual tienen de plazo entregar hasta el 29 de noviembre. Además, como hicieron en otros clubes, fueron preguntando a los jugadores de manera individual si cobraban por transferencia bancaria o en mano.
En estas categorías, conocidas ahora como Primera RFEF, Segunda RFEF y Tercera RFEF, antiguamente llamadas Segunda B y Tercera, han existido siempre denuncias de varios clubes a otros por pagos en B, lo cual desvirtuaba la igualdad a la hora de competir. La creación de la Primera RFEF como categoría semiprofesional fue por petición de varios clubes con el objetivo de endurecer el control económico y llevar a un mayor crecimiento la competición.
Tanto la Guardia Civil como Trabajo no descartan que exista fraude poco o mucho generalizado en las categorías semiprofesionales y, además, advierten que tienen la sospecha de que esta práctica de pagos en negro se extienda también para futbolistas en categorías inferiores. Tanto Guardia Civil como los inspectores de Trabajo sospechas de los pagos a futbolistas (siendo una parte por el flujo legal y otra parte notablemente mayor a la primera en negro y sin cotizar a las arcas públicas), que el dinero por venta de entradas tampoco haya sido declarado íntegramente, al igual que tampoco los ingresos por algunos patrocinios.
La práctica de realizar pagos con dinero B ha sido un tema de debate dentro de la categoría de bronce del fútbol español estos últimos años. Varios presidentes de la antigua Segunda B llegaron a asegurar a este periódico que casi el 80% de los clubes de la categoría podía haber realizado esta práctica en alguna ocasión o de manera asidua. Incluso futbolistas de la categoría denunciaron la grave situación que atravesaron durante la pandemia debido a los ERTE y los pagos en negro. Al cobrar gran parte de su sueldo en negro, cuando los clubes acudieron al ERTE durante el parón del fútbol por culpa del COVID, dichos futbolistas cobraron solo la parte cotizada, siendo un sueldo muy bajo y que les llevó a pasar problemas económicos.