El Elche cierra el primer tercio de Liga en zona de descenso
Escribá ha llegado al parón antepenúltimo, pero confiado en que va a remontar la situación si es capaz de corregir algunos factores.
Superado el primer tercio de Liga en Primera División, el Elche llega al parón por los compromisos de las selecciones nacionales de fútbol con un mal sabor de boca. El equipo dirigido por Fran Escribá se encuentra en puestos de descenso, con 11 puntos sumados en las 13 jornadas disputadas, y precisa de una mejoría para poder lograr mantener la categoría sin tantos problemas como la temporada pasada.
Hay muchos factores que han influido en el rendimiento del Elche, si bien Fran Escribá confía en la reacción para remontar puestos y poder terminar el campeonato "entre el 10º y el 15º". La llegada de muchos jugadores de renombre, pero lejos de su mejor momento de forma; las dudas en torno a la portería; los cambios de sistema o los errores defensivos y los arbitrales, entre otros, son algunos de los aspectos que más han condicionado la trayectoria del equipo.
Un equipo de segunda vuelta
El Elche incorporó nueve caras nuevas para la presente temporada, además del regreso de Johan Mojica y Antonio Barragán. Jugadores de renombre como Javier Pastore, Pedro Bigas o Kiko Casilla venían de una larga inactividad, mientras que otros como Omar Mascarell, Lucas Pérez o Darío Benedetto también terminaron, la pasada campaña, sin continuidad en el once titular o problemas durante la pretemporada. Escribá confía en que a medida que vaya avanzando la competición cada uno de ellos pueda ir recuperando su mejor versión de juego. Los cambios que se han repetido en las alineaciones también se han correspondido con la búsqueda del ritmo de juego de alguna de estas piezas, además de las rotaciones para intentar dar con el mejor once.
Una identidad desconocida
Fran Escribá comenzó la temporada con un sistema de tres centrales para dar continuidad al esquema que tan buen resultado en la recta final de la pasada temporada. Cuando el técnico lo consideró oportuno, por la evolución del equipo y de la competición, regresó al 4-4-2 que más le ha caracterizado en sus últimos equipos (en el Elche hizo historia en su primera etapa con un 4-2-3-1). Con ese dibujo, la variación más significativa ha podido estar en el uso de interiores en lugar de extremos. En la izquierda, para dar recorrido al excelente momento de forma de Johan Mojica y por donde comenzó a meter la cabeza Pastore. Por la derecha ha combinado con otras opciones, dejando en un segundo plano en los últimos encuentros a Josan Ferrández. El Elche ha dejado de ser un equipo al que cuesta batir, sobre todo por fallos individuales, y acumula 17 goles en contra. Sólo han recibido más cinco equipos: Getafe, Levante, Cádiz, Mallorca y Valencia.
Debate en la portería
La suplencia de Edgar Badia ha sido uno de los grandes misterios de esta segunda etapa de Fran Escribá. Al entrenador del Elche le gustan los porteros altos, como ya demostró en la 14/15 con el polaco Przemysław Tytoń. Paulo Gazzaniga cumplía con ese perfil y, además, con un buen juego con el pie para buscar la salida en largo con los delanteros Guido Carrillo y, sobre todo, Lucas Boyé. A Gazza no se le renovó y Escribá apostó por firmar a otro portero titular. Kiko Casilla, al que el preparador de porteros del Leeds United Marcos Abad, ex del Elche con Escribá, recomendó. Su rendimiento nunca fue alto, quizá también provocado por su falta de continuidad durante la pasada campaña. La sombra de Edgar Badia siempre ha sido alargada y, después de un largo debate, el domingo se consumó el cambio en Mallorca. El debate en la portería también afectó a Badia que, tras cuajar un gran partido, erró en la última jugada con una salida impropia de sus características. Las ganas de agradar y el ansia por demostrar le empujaron a tomar una decisión equivocada que, en condiciones normales, nunca había protagonizado.
Errores individuales que han costado muchos puntos
Kiko Casilla falló en una salida en el Wanda Metropolitano en el partido perdido ante el Atlético de Madrid (1-0). Gonzalo Verdú perdió un balón ante Morales que provocó el empate ante el Levante (1-1). Enzo Roco acumuló dos errores consecutivos. Primero, ante Villarreal (4-1), en el 2-1; y en la siguiente jornada, en el Reale Arena, ante el actual líder de Primera, la Real Sociedad (1-0), con aquel inesperado resbalón. Johan Mojica perdió un balón ante el Real Madrid (1-2) que supuso el primer gol de Vinicius Jr. Y el pasado domingo, en Mallorca, Josema y Edgar Badia fallaron en los dos tantos del conjunto balear. El central, con un penalti innecesario; y el portero, con una salida en falso en el minuto 94. Los futbolistas deben apelar a la concentración para evitar esos fallos que están costando puntos. Ahí poco puede hacer el entrenador.
La balanza con los árbitros, en contra
Comenzó la temporada para el Elche con un gol anulado por el VAR a Fidel Chaves ante el Athletic Club, por un fuera de juego milimétrico. Las máquinas tiraron las líneas y provocaron que el tanto del capitán onubense no subiese al marcador. Aquello no se tomó demasiado en cuenta, pero en 13 jornadas las decisiones de los colegiados no han dejado en buen lugar al Elche. Frente al Villarreal, Pedraza tuvo que ser expulsado antes del descanso por una dura entrada cuando ya estaba amonestado. Emery, que le cambió en el descanso dijo tras el encuentro que el árbitro había medido bien, conocedor de que ya llevaba una amarilla; esa ‘ley’ de la compensación no se aplicó ante el Real Madrid, con Raúl Guti. Como tampoco se aplicó el mismo reglamento en el tanto anulado a Guido Carrillo ante el Alavés, en posición adelantada, pero asistido por el toque de un rival en el pase de Benedetto, en una jugada similar a la de Mbappé en el Francia-España. Ante el Celta, eso sí, anuló el empate de Iago Aspas por unas manos en el minuto 89. Y el domingo en Son Moix señaló “un penaltín”, como lo calificó Escribá, de Josema sobre Maffeo. Curiosamente, la clasificación con el VAR dejaría al Elche con un punto menos.
Otros factores
Elche y Villarreal son los dos únicos equipos de Primera División a los que todavía no se les ha pitado ningún penalti a favor. Además, los franjiverdes han sido incapaces de marcar en jugadas de estrategia derivadas de acciones a balón parado. Escribá lamentó la falta de acierto en esta faceta, que en su día David Vidal calificó como “el pan para los pobres del fútbol”, por parte de los lanzadores. La afición tampoco ha terminado de engancharse y la campaña de abonados se cerro con sólo 13.800 carnets vendidos. El mal estado del terreno de juego ha sido otro condicionante en los partidos del Martínez Valero, aunque se desconoce si esto ha perjudicado realmente al Elche o a los rivales que han pasado por tierras ilicitanas. Y el mensaje de que hay mucho mejor equipo que la pasada temporada también ha provocado que muchos piensen que el hábitat natural del Elche debe ser el entorno de la zona de descenso.