"Tengo miedo, leí que en Qatar ser gay tiene pena de muerte"
Josh Cavallo, quien hizo pública su homosexualidad hace unas semanas, ha hablado sobre el miedo a acudir al próximo Mundial por su sexualidad.
Josh Cavallo se convirtió hace unas semanas en el primer futbolista en activo en hacer pública su homosexualidad. Esto trajo consigo un aluvión de felicitaciones y mensajes de apoyo, pero también un miedo. En declaraciones para el podcast Guardian's Today in Focus, el australiano asegura haber puesto fin a seis años de angustia tratando de esconder su identidad sexual a todo el mundo que conocía.
"No solo se lo escondía a mis compañeros, también a mi familia", asegura. "Se lo escondía a mis amigos, a todo mi alrededor, por lo que solo cuando he podido ser yo mismo es cuando he podido estar relajado, sin preocupación ni estrés", prosigue.
Cavallo ha tenido una gran influencia para muchos futbolistas: "Hay gente que me ha hablado confidencialmente para decirme que estaban en la misma situación, y también son futbolistas profesionales. Y mira, es algo a lo que no puedes apresurarte. Tú quieres ser tú mismo, al final yo no era feliz y ahora mírame, soy el más feliz del mundo".
"Les gusta cómo suena esto y dicen: 'Josh, no he sentido eso hasta ahora y quiero hacerlo' y yo digo: 'Está en tus manos, es tu viaje y hay una luz al final del túnel'. Yo no pensé que la hubiera y definitivamente la hay", explica. Su declaración pública, además, ha abierto un debate contra la FIFA en relación a la concesión de la organización del Mundial.
Rusia, un país donde la homofobia ha sido llamado un "proyecto patrocinado por el Estado", albergó el último Mundial, mientras que el próximo será en Qatar, donde los actos homosexuales son ilegales. Preguntado por esto, Cavallo explica que leyó "algo sobre que Qatar aplica la pena de muerte a la gente gay, es algo de lo que tengo mucho miedo y me hace no querer ir allí".
"Esto me entristece", continúa, "al final el Mundial es en Qatar y uno de los mayores logros de un futbolista profesional es jugar para tu país, y saber que es en un país que no apoya al colectivo gay y que pone en riesgo nuestra propia vida, me aterra y me hace pensar si mi vida es más importante que hacer algo realmente bueno en mi carrera profesional".
Los actos homosexuales están penalizados en Qatar por severas leyes, con condenas desde un año hasta una década en prisión. Un "índice de peligro" publicado en 2019 para guiar a los viajeros LGBT puntuó al país asiático como el segundo más peligroso del mundo para el colectivo queer.
Los musulmanes del país están sujetos a la ley islámica, que castiga cualquier actividad sexual fuera del matrimonio con condenas que pueden llegar hasta la pena de muerte, lo que significa que cualquier acto homosexual puede resultar en la ejecución, aunque varios informes de derechos humanos recogen que no hay ninguna evidencia de que una persona gay haya sido ejecutada por ello.