El árbitro del escándalo de Turquía deja el fútbol

Halis Ozkahya no volverá a arbitrar un partido de fútbol. En el encuentro entre el Gaziantep y en Kasimpasa de la duodécima jornada de la Superliga turca ocurrió un hecho insólito que ha forzado al colegiado a dejar el arbitraje. Añadió nueve minutos de descuento, pero señaló el final en el minuto 94. Consciente de su error, diez minutos después llamó a los futbolistas del vestuario para que volvieran a completar el tiempo. Tras las críticas, el colegiado ha 'colgado las botas'.

"Me di cuenta de que terminé temprano después de entrar al tínel de vestuarios. Podría haber dicho que di 5 minutos de prolongación y el cuarto árbitro marcó 9 minutos por error en la tablilla, pero eso no encajaría con mi carácter. Luego le pregunté a ambos equipos. Les comuniqué que el partido terminó más pronto de lo que debía por falta de atención y que si hay una objeción más tarde, se puede repetir el partido o se pueden jugar los minutos no jugados. Podría haberse tenido que repetir si alguno hubiera protestado. Por eso invité a ambos equipos. Gracias a ellos que ayudaron, volvieron al campo. Después de que terminara el partido, dijeron: 'Está bien, estos son errores humanos", ha matizado el árbitro.

Prosigue Ozkahya: "El fútbol, el entorno deportivo se ha vuelto muy desagradable. Estoy cansado de escuchar insultos y maldiciones, antes, durante y después de casa partido. Empecé a no disfrutar de la profesión de árbitro, en la que empecé con mucho cariño. No quiero quedarme más en este entorno de caos. No hay arbitraje con este entorno. Aunque todo y todos cambien, nada cambia realmente. Es el sistema el que debe cambiarse. Por eso decidí dejarlo. Definitivamente no me planteo deshace mi decisión. También hablé con el presidente del Consejo de Árbitros. Me preguntó si estaba seguro y le respondí si podía presentar una petición".

¿Qué sucedió?

El Gaziantep iba ganando por dos goles a cero y se añadieron los nueve minutos al reloj. Hubo una revisión de VAR en el descuento y el juego se paró durante cerca de dos minutos. Tras ello, el futbolista del Jasimpasa Eysseric vio la tarjeta roja. El árbitro se confundió tras ello y decidió pitar el final en el 94:13. Los jugadores se sorprendieron, pero acataron la decisión y se fueron a los vestuarios. Poco después el colegiado cambió de opinión. Diez minutos después, llamó a los equipos al campo y, de hecho, algunos ya estaban en la ducha en tal momento.

Es más, se retiraron las redes en la portería y se desactivó el VAR. Se acabaron reemplazando las redes y el vídeoarbitraje volvió a funcionar. El partido se acabó por disputar, sin cambió en el marcador. El Gaziantep se lo tomó con humor en Twitter: "¡Por favor, no nos llamen al campo, estamos felices!".