Súper Mario González entra en escena

Mario González ya es Súper Mario. En sus primeros meses como jugador del SC Braga, el delantero burgalés había perdido su estrecha relación con el gol, pero sus posturas se están volviendo a acercar. Mario, por quien los 'arsenalistas' pagaron más de un millón de euros al Villarreal, ha marcado tres goles en sus últimos cuatro partidos -tan solo uno como titular- y su imagen es cada vez más parecida a la que ofreció en Tondela, con cuya camiseta firmó 14 tantos la pasada campaña. "He tenido que adaptarme a un fútbol al que no estaba acostumbrado, pero me encuentro cada día mejor: más acoplado y con ganas de aprender y hacer cosas nuevas", descubre Mario en AS tras anotar su primer gol en la UEFA Europa League.

Fue eso, la posibilidad de volver a disputar una Europa League en la que ya debutó con el Villarreal, lo que hizo que Mario González se decidiera por el Braga. "Había clubes que ofrecían más dinero. De otros países e incluso de Primera División española", pero el delantero burgalés se dejó guiar por sus sensaciones. "Me habían hablado muy bien del Braga y cuando llegó la oferta no lo dudé. Era lo que me apetecía en ese momento", descubre feliz porque, tras varios meses complicados, siente que se está volviendo a reencontrar con su mejor versión: "Jugué bastante en el inicio de temporada, pero no acababa de acoplarme al equipo. Sentía que no tenía las oportunidades de gol que yo siempre he sido capaz de crear. Pero en el último mes las cosas han cambiado mucho. Estoy empezando a tener más situaciones de gol y eso me agrada. Es lo que más necesita un delantero".

Mario González tardó 11 partidos en marcar su primer gol con el SC Braga. Otro delantero habría perdido la esperanza; él fue paciente consciente de que, "a veces, las cosas tardan en llegar". "Uno de los problemas del fútbol es que tenemos demasiada prisa, pero todo lleva su tiempo. Cuando empecé a encontrarme mejor fallé ocasiones que no estoy acostumbrado a fallar, pero no he dejado de currar en ningún momento", expone el delantero burgalés, quien supo encajar que su entrenador, Carlos Carvalhal, le dejara sin minutos en algunos encuentros: "Es normal. El entrenador necesita rendimiento y, cuando no se lo das, lo lógico es que elija a otros jugadores. Por eso celebré mi primer gol en liga con tanta rabia. Por las ganas que tenía de que llegara. Espero que esta semana me sirva como punto de inflexión".

Si los delanteros viven de rachas, la de Mario González con la camiseta del Braga no ha hecho más que comenzar. El delantero burgalés tardó casi tres meses en marcar su primer gol con los 'arsenalistas', pero tan solo ha necesitado tres semanas para estrenarse en tres competiciones distintas: anotó en la goleada frente al Moitense en Taça da Liga, cerró la victoria ante el Portimonense en Liga y devolvió la tranquilidad a sus aficionados marcando contra el Ludogorets en Europa League. "Al principio me preocupaba no tener ocasiones, pero me tranquilicé cuando empecé a tenerlas. Me da rabia porque me he encontrado dos o tres veces con el palo y me han hecho dos o tres paradones increíbles, pero el fútbol son momentos. En algún momento tienen que empezar a entrar y creo que ese momento es ahora", analiza un Mario González que se siente "apoyado por parte de los aficionados, el club y el entrenador": "Cuando rompes el hielo todo es más fácil".

A pesar de comenzar la temporada cayendo en la Supercopa de Portugal y ganando tan solo en las dos primeras jornadas de la Primera División portuguesa, el Braga es actualmente cuarto y por delante solo tiene a Oporto, Sporting CP y Benfica, su rival del próximo fin de semana. "El objetivo es estar entre los cuatro primeros. Cuartos tenemos que ser sí o sí, pero el club quiere dar un paso adelante y estar entre los tres primeros. La verdad es que los tres de arriba son superiores en cuanto a presupuesto y plantilla. No estamos obligados a superarles, pero tenemos ilusión por que pueda llegar ese momento", valora un Mario González que cree que "la liga portuguesa está infravalorada". 'Súper Mario', como le apodan en Portugal, se encargará de que resuene con fuerza.