Carles Soria: "En Estoril tengo todo lo que necesito para crecer"
El Estoril es la gran sensación del fútbol portugués esta temporada. Hablamos con Carles Soria, el dueño del lateral derecho de los 'canarios'.
El Grupo Desportivo Estoril Praia es la gran sensación del fútbol portugués esta temporada. El pasado mes de mayo logró el ascenso a Primera División y, tras nueve jornadas en la élite, es cuarto solo por detrás de Benfica, Oporto y Sporting CP. Los 'canarios' están viviendo un 'deja vu', ya que en la campaña posterior a su último ascenso lograron sorprender a propios y extraños con un quinto puesto que les permitió jugar la fase de grupos de la Europa League. Si consiguen repetir la hazaña, gran parte del mérito recaerá sobre un español, Carles Soria (Igualada, 1996), quien se ha hecho con el lateral derecho del equipo que dirige Bruno Pinheiro. "Nuestro objetivo sigue siendo la salvación", descubre antes de medirse al Benfica. Portugal le ha cambiado la vida.
¿Qué tal está?
Muy bien, la verdad. Estamos en un momento en el que te engañaría si dijera que estamos mal. Sería egoísta por nuestra parte decir eso. Personalmente estoy disfrutando muchísimo. En mi mejor momento.
¿Hay mucha euforia? El Estoril es un recién ascendido y van cuartos solo por detrás de los tres grandes.
Nosotros no nos vamos a engañar, el discurso sigue siendo el mismo y eso es lo que nos está llevando hasta donde estamos. Nuestro planteamiento es partido a partido, aunque suene muy típico. El primer objetivo es la salvación, tienes que ser consciente que vienes de Segunda División y si cambias los objetivos tan rápido, la hostia que te puedes pegar es muy grande. Es mejor fijarse un objetivo realista, que es la salvación, y cuanto antes lo consigamos antes podremos pensar en otras cosas.
Dijo Bruno Pinheiro -su entrenador- que vuestros secretos son humildad y calidad. ¿Lo comparte?
Es lo que se respira en el vestuario y lo que nos está llevando a tener tantos éxitos estos dos últimos años. El ascenso a Primera, semifinales de Copa, estar cuartos en Primera División.... La clave es centrarte en el siguiente partido y pensar en cómo puedes ser mejor que el rival. Es la única manera en la que puedes tener éxito en este deporte.
¿A nivel futbolístico, cuál es la clave de este Estoril?
Somos un equipo muy metódico, muy táctico. Nuestro juego se basa en tener mucho en tener el balón y descubrir cuál es la mejor manera para hacer daño a través de él. Trabajamos una salida de balón en la que es importante que las veces que lleguemos al área rival lo hagamos en superioridad numérica, así las ocasiones son muy claras. Por eso tanto el portero como los defensas tenemos tanta responsabilidad: participamos en el proceso ofensivo con el objetivo de facilitarle la vida a los de arriba.
Ha pasado por la cantera del Espanyol en dos etapas y por el AEK Larnaca, pero donde mejor le está yendo es en Portugal. ¿Cuál es la clave de este éxito?
Aquí me tengo que dar la enhorabuena, porque lo que estoy consiguiendo es gracias al trabajo de muchos años. Por ejemplo, para mí las vacaciones de verano no existen. Siempre he trabajado para estar preparado para lo que venga. Yo analizo mis partidos para detectar mis puntos débiles. Cuando detectas tus puntos débiles y trabajas sobre ellos es cuando empieza el crecimiento. Si te sustentas con lo que haces bien dejas de mejorar en muchas otras cosas. La liga portuguesa es una de las seis o siete mejores ligas de Europa y estás obligado a dar un gran nivel. A nivel defensivo he dado un paso adelante porque me estoy encontrado con rivales muy potentes ofensivamente hablando. Creo que he mejorado muchísimo. Ahora me falta dar un paso a nivel ofensivo y empezar a dar asistencias. Tengo mucho margen de mejora a nivel ofensivo, pero a nivel defensivo he dado un gran salto gracias a la regularidad que estoy teniendo por la confianza del entrenador.
¿Cree que la liga portuguesa está infravalorada?
En este sentido, yo diferencio dos grandes grupos de personas. Las personas que viven de esto, como los agentes o los directores deportivos, tienen muy controlada la liga portuguesa. La gente de la calle no tanto. Por ejemplo, en España no se le da visibilidad a la liga portuguesa y eso que somos vecinos. Pero la gente que mama de esto sí que la tiene controlada porque es una fuente de talento inagotable y un gran escaparate. En Portugal se genera mucho talento. Hay mucha calidad, pero no se le da visibilidad. Que mi familia no me pueda ver desde España es algo que jode, pero tenemos que convivir con ello.
¿Qué grandes diferencias detecta entre la liga española y la portuguesa?
La gran diferencia es el físico. Aquí se busca más el contacto, el balón largo, las disputas, los duelos... Es un fútbol más correoso que depende mucho de los delanteros. En España se intenta un fútbol más asociativo, que no quiere decir que sea más productivo. Los jugadores salen de las canteras con ese gen. El futbolista español tiene un pensamiento táctico mucho más desarrollado y eso se agradece mucho cuando sales a otros países porque te adaptas mucho más rápido por todo lo que llevas ya aprendido.
Como lateral derecho, ¿en quién se fija?
Últimamente me estoy fijando mucho en Juan Foyth, el lateral derecho del Villarreal. Es un jugador que nunca había sido lateral. Partía de central, pivote... De repente llega al Villarreal, lo ponen de lateral y lo hace todo bien. Puede jugar contra Rashford, puede jugar contra Ansu Fati, puede jugar contra quien sea que nunca va a salir retratado en defensa. Creo que muchas veces dejamos de lado nuestro oficio como defensas porque también se nos pide que ataquemos bien, pero cuando veo a Juan Foyth pienso: 'Si lo hace él, que está jugando en la élite, yo también puedo aprender y llegar a ser como él'. Es el jugador en el que más me fijo últimamente.
¿Cuál es su mejor cualidad?
Creo que la capacidad de encontrar al hombre libre y saber por dónde atacar. El entendimiento del juego, vamos. Al final, poder entender el fútbol y ser listo en el campo es una virtud que se aprecia mucho en la actualidad. Si formas parte de un sistema muy táctico y entiendes el juego, solucionas muchos problemas que te plantea cada partido y así disfrutas mucho más. Muchas veces no nos gusta pensar, pero hacerlo y entender el juego y por qué pasan las cosas dentro del campo mola mucho.
La experiencia en Chipre no fue del todo buena, ¿no le dio miedo volver al extranjero cuando le llamó el Estoril?
No, porque soy una persona que cree que uno crece cuando abandona su zona de confort. Cuando estás con tus amigos y tu familia es todo muy bonito, pero no vives la realidad porque estás en tu hábitat. Cuando sales de ahí y de verdad te expones es cuando más creces. En ese momento pensé que no porque me hubiera ido mal la primera vez me iba a ir mal la segunda. Tienes que confiar en ti. Yo me iba a Portugal, que está muy cerca de casa, a una categoría con mucha visibilidad. No me iba a ningún sitio extraño y eso te da confianza. Cuando estuve dos semanas ya sabía que había acertado. El Estoril es un club súper estructurado, con unas infraestructuras top, familiar, con un estadio espectacular... Era todo lo que necesitaba para crecer como jugador y como persona. Y así está siendo.
Bajó a Tercera con el filial del Espanyol, se marchó a Chipre y no le fue bien... ¿Qué piensa cuando le digo que este fin de semana se enfrenta al Benfica?
La vida me ha cambiado por completo. Me sorprende como en dos o tres años he pasado de un extremo a otro. Voy cuarto en Portugal, este fin de semana juego contra el Benfica... Recapacito y pienso que igual no estaba preparado para vivir todo eso, pero me sirvió para crecer. Las cosas pasan por algo y yo de todo saco un aprendizaje. Si pudiera volver atrás, cambiaría algunas cosas, pero es algo que me ha hecho mejorar. Viví cosas que igual no vuelvo a vivir nunca como previas de Europa League, ganar la Copa de Chipre... Por ejemplo en Chipre jugué poco, pero me sentía parte del grupo y de allí me llevé muchas amistades y vivencias. A nivel futbolístico estaba frustrado, sin todos aquellos momentos no estaría disfrutando tanto ahora.
¿Cómo afronta un partido como el del próximo fin de semana?
Como cualquier otro. Vamos a jugar contra 11 tíos y vamos a intentar meterles mano siendo fieles a nuestro estilo. A nosotros nos gusta ser protagonistas porque es como más se disfruta del fútbol. Si te tiras 80 partidos detrás de la pelota, encerrado en tu área y esperando a que la virgen baje en el minuto 81, ya te digo yo que en el 30' vas a ir perdiendo 3-0. Puedes ganar, pero la sensación que se te queda es mucho menos gratificante. La diferencia es abismal. El Benfica tiene muchísimo presupuesto y es un club mucho más grande, pero intentaremos dar lo mejor de nosotros e ir a por el partido como si fuera uno más.
¿Por qué le apodan 'la garra'?
Es algo que siempre ha ido conmigo. Soy de los que pelean cada partido como si fuera el último. Para mí no hay partidos amistosos. Me siento mal cuando no doy mi máximo. Nos pagan por jugar al fútbol. Somos unos afortunados. Si no das el máximo cuando estás haciendo lo que más te gusta hacer te estás equivocando.
Le pagan por jugar al fútbol, ¿piensa mucho en eso?
Muchas veces. Algunas veces, cuando estoy solo reflexiono y me doy cuenta de que soy un privilegiado. Tengo amigos que se levantan a las siete de la mañana para ir a trabajar, o mi familia mismamente, que es currela de toda la vida. Después estás tú, que haces lo que te gusta y encima te pagan por ello. Esta semana juegas contra el Benfica, con el estadio lleno, con la repercusión que eso tiene... Es para parar la cabeza y decir: 'Oye, date la enhorabuena porque es algo que has conseguido tú con tu trabajo, pero valóralo'.
¿Alguna vez se ha visto cerca del primer equipo del Espanyol?
Me he visto capacitado muchas veces, pero nunca me ha llegado el momento. Me fui con esa espina clavada porque estuve 12 años en la cantera y no llegué a debutar con el primer equipo, que era por lo que luchaba cada día. Mi sueño era ese: culminar todos esos años de trabajo llegando a la cima del todo. Quedarme a las puertas tras cuatro años de filial me supo mal, pero mi carrera tomó otro camino, que no es ni mejor ni peor, es mi camino.
¿Es un sueño al que ya ha renunciado?
No, es imposible cerrarle las puertas a la que fue tu casa. Siempre lo he dicho, la estima que le tengo al club es enorme. Me siento parte del Espanyol porque allí viví muchísimas cosas. Ganar ligas juveniles, ser capitán del filial, años buenos, años malos... Todo eso pesa. Mentiría si dijera que no quiero volver algún día. Sería cerrar el círculo, pero ya veremos hacia dónde va mi carrera. Ahora estoy recorriendo otro camino.
¿Recomendaría jugar en Portugal?
Si alguien me pregunta, le diría que ni se lo pensase. Creo que es el lugar perfecto para hacer despegar tu carrera. Tenemos a Fer Navarro en el Gil Vicente, Toni Martínez en Oporto, Pedro Porro en Sporting CP con Sarabia, Mario González y Abel Ruiz en Braga... Casi todos están en un gran momento. Cuando sales de España ves el nivel que has adquirido. En todos sitios hay españoles triunfando. No somos conscientes de todo lo que aprendemos en España. Portugal es un país donde puedes destacar muchísimo. Está claro que nada llega sin trabajo, pero la repercusión que tiene es inmensa.