Griezmann recupera la sonrisa
El francés se va pareciendo cada vez más que era antes de irse al Barça. Integrado de lleno, ante el Betis se le vio disfrutar. Baja importante para Anfield.
Griezmann está volviendo a ser Griezmann. Aquel jugador superlativo que se marchó al Barcelona con una influencia enorme en el apartado ofensivo del Atlético y que hacía daño a las defensas por su forma de moverse entre líneas para entrar constantemente en juego con el balón. El francés se fue disolviendo en su llegada al conjunto blaugrana, perdiendo capacidad para aparecer en los partidos, aunque manteniendo ese trabajo y gol que había explotado con Simeone.
Pero, el técnico le trajo de vuelta al Atlético para que se reencontrase y recuperase ese nivel que le sirvió para ser dos veces Balón de Bronce a sus órdenes. “Mirando el partido de hoy, encontramos al Griezmann de siempre. Trabajando, insistiendo, buscando ocasiones de gol, posicionado, teniendo ocasiones de marcar y creo que es el camino que buscábamos para encontrarnos con él. Que sirva para seguir trabajando con los chicos”, explicaba el Cholo a la conclusión del encuentro contra el Betis.
Y, aunque no marcó como sí había hecho en Milán, con su doblete al Liverpool o su cabezazo al Levante, tantos con los que Griezmann ya es el segundo máximo goleador del equipo tras Luis Suárez (7), ante el Betis probablemente fue su partido más redondo por participación, capacidad para hacer daño al rival y despliegue en favor del equipo. Contra el Liverpool, su encuentro quedó afeado por una roja en una acción completamente involuntaria, pero que lastró al equipo jugando 39 minutos con un futbolista menos y que le impedirá estar en Anfield, una baja muy sensible que se une a la de Savic, que por fin acabará su sanción, Lemar, Llorente y a la espera de Kondogbia.
Pero volviendo al partido de ayer, Griezmann fue encontrando las mejores sensaciones en esa delantera de tres que tanto está potenciando Simeone en los últimos partidos. Perfilado a la izquierda, consiguió compenetrarse con Correa para entrar por dentro a la espalda de los pivotes del Betis y entrar mucho en juego entre líneas, liberando en banda a Carrasco para que hiciese diabluras con Montoya. Griezmann completó 30 de los 40 pases que intentó, 22 de ellos en campo contrario y dejó cuatro balones claves de gol, aunque curiosamente el tanto originado en sus botas fue el que se marcó Pezzella en propia tras un saque de esquina. Pero antes, en esa misma jugada, el francés había dejado a Suárez mano a mano con Bravo. También puso varios centros buenísimos para Giménez y otro para Hermoso que se convirtió en un gol anulado por centímetros.
Griezmann completó los 90 minutos por primera vez en su regreso y se le vio feliz sobre el césped. Trabajador como siempre, se midió en 14 duelos con los defensores rivales, ganando el 57% de ellos. También buscó portería con un gran derechazo aprovechando una conexión con Correa que Bravo repelió con un paradón. Y si Griezmann está contento, el equipo lo nota. Algo que también se demuestra fuera del campo, donde cada vez está más integrado en un vestuario que ya había sido suyo, pero donde han cambiado muchas caras.
El francés tiene una relación cada vez más fluida con João Félix, que puede aprender muchas cosas de cómo el nuevo ‘8’ fue evolucionando tácticamente en el equipo y mantiene esa amistad profunda con Koke. Giménez comentaba que “al principio se le veía un poco tímido, pero está saliendo su yo de dentro y le necesitamos así para seguir creciendo como grupo”. Simeone está recuperando a su Griezmann.