Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

REAL ZARAGOZA

JIM: “Tenemos que ganar, no hay más historias”

El técnico subraya que hay que hablar en el campo y muestra su confianza en Álvaro y Nano Mesa: “Estoy convencido de que esta semana les toca mojar. Y si no, que la meta un defensa”.

Zaragoza
Juan Ignacio Martínez.
ALFONSO REYES

Juan Ignacio Martínez subraya que hay que hablar en el campo y lograr este domingo de una vez por todas la primera victoria en La Romareda: “Tenemos que ganar, no hay más historias. Somos el Real Zaragoza, estamos heridos y debemos sacar ese orgullo desde el primer minuto”. El técnico también ha mostrado su confianza en Álvaro Giménez y Nano Mesa: “Estoy convencido de que esta semana les toca mojar. Y si no, que la meta un defensa”.

−¿Cómo llega el equipo físicamente al partido?

−La evolución de Narváez y Vada es buena, pero, evidentemente, es muy precipitado para un acontecimiento tan rápido. En cuanto al resto, hay algún jugador con alguna ligera molestia, pero esperamos que en la sesión de mañana estén todos disponibles.

−¿Cuándo cree que podrá volver a contar con Narváez y Vada?

−Ahora mismo la energía debe estar puesta en los jugadores que tenemos para el partido. Lo que sí que es cierto es que los plazos de los jugadores muchas veces se pueden acortar por las sensaciones buenas de los futbolistas. Lo que tenemos claro, y lo han demostrado en otras ocasiones, es que quieren jugar. Vamos ahora a centrarnos y la energía la ponemos en los jugadores que tenemos disponibles contra el Mirandés.

−Sin Vada ni Narváez el equipo pierde seis de los ocho goles que ha logrado hasta ahora. ¿Cómo se soluciona este aspecto?

−Estoy convencido de que esta semana les toca mojar a Nano Mesa y Álvaro Giménez. Y si no, que la meta un defensa. Aquí de lo que se trata es de ganar el partido. Evidentemente, los jugadores más cercanos a la portería rival son los delanteros y tienen más posibilidades de meter el gol, pero luego también está el balón parado o alguna acción de transición. En ese aspecto estamos convencidos de que cualquier jugador puede lograr goles.

−¿Se plantea alinear juntos a Eguaras y Petrovic?

−Petrovic es un jugador por el que el club hizo un esfuerzo para traerlo. Al llegar jugó una serie de partidos y no estaba del todo en forma y esa precipitación se le volvía en contra al equipo y a él. Yo creo que es un buen jugador y nos puede dar mucho junto a Eguaras.

−Uno de los aspectos más positivos es que el equipo es en estos momentos uno de los menos goleados de Segunda. ¿Es una base sobre la que crecer?

−Sí, si no estaríamos en una situación mucho más crítica. Evidentemente, el equipo hace muchas cosas bien. Yo hago empatía y me pongo en la situación de la afición, que quiere ver ganar a su equipo, y cuando se pone esa dificultad hace que nosotros nos cuestionemos. Yo lo que no hago es reproches al equipo para nada porque el futbolista se deja todo. Lo que hay que transmitir es esa confianza y deseamos que la afición se vaya muy contenta en el próximo partido. Pero no queremos hablar tanto, queremos actuar más. Lo que el jugador quiere es que empiece el partido, ponerse a jugar y conseguir esos resultados que todos deseamos.

−¿Palpa en el vestuario algo más de tensión por el hecho de no haber ganado aún en casa?

−Lo que palpo es muchas más ganas de los jugadores porque ese ambientazo en La Romareda son momentos únicos y el futbolista lo percibe. Y sobre todo por ese reto personal que tienen de dar esa alegría a esas personas que han sufrido tanto. Nuestro hándicap está en casa porque como local no estamos siendo un equipo fiable y ahí es donde queremos romper esa dinámica. Nos está costando mucho conseguir esa victoria por pequeños detalles, que son los que diferencian muchas veces esos puntos que a lo largo de la temporada se dejan en el camino. Lo que más me motiva es que los propios jugadores, cuando tenemos vídeo y sin yo intervenir, paran la jugada, echan para atrás y ven esos detalles. El futbolista es el primero que desea ganar y quiere transmitir esa alegría a todos.

−Tras el partido se mostró enfadado por el gol encajado y por no haber parado el partido. ¿Lo ha hablado con los jugadores? ¿Cómo se trabaja ese otro fútbol?

−Hasta mi hija me preguntó que siendo un equipo al que no le meten goles que cómo era posible encajar en el 87’. Eso es un bofetón con la mano abierta y por eso estaba enfadado. Fue una jugada encadenada de muchos errores. Tú vas ganando 0-1 y tenemos una jugada en ataque que se tiene que terminar ahí y no volver. Encima la interceptamos dos veces y otra vez. Si somos un equipo tan fiable defensivamente no pueden suceder esas cosas. No hace falta que lo dijera yo porque los propios jugadores lo comentaron.

−¿Considera que esa capacidad de motivación que tanto se destacó de usted la pasada temporada sigue llegando con la misma fuerza?

−Yo creo firmemente en el trabajo y me cuestiono cada entrenamiento y cada jugada. El día que no esté preparado para estar en el Zaragoza seré el primero que se lo transmita al club. El otro día les dije a los jugadores que yo no vine para salvar al Zaragoza, sino para cotas mayores, pero ahora mismo no podemos estar alumbrando con eso cuando estamos en una situación en la que necesitamos ganar, sobre todo en La Romareda, para que el equipo crezca a nivel de autoestima. Yo creo que mi motivación le llega al jugador porque así lo percibo en el día a día.

−¿Hasta qué punto liberaría una victoria en La Romareda?

−Si es que no se trata de liberar, sino de ganar. Tenemos que ganar, no hay más historias. Debemos hablar y actuar en el campo. El compromiso, el esfuerzo y toda la cantidad de cosas que están poniendo los jugadores al servicio del equipo también deben tener su éxito.

−¿Qué es lo que más le preocupa del Mirandés?

−Es un equipo muy ofensivo, con mucha alegría en ataque, y que juega muy bien a la contra. Tiene jugadores cedidos de otros clubes con un talento ofensivo muy bueno y fuera de casa incluso ganó en Ibiza, que es un campo difícil. Máximo respeto, pero nosotros somos el Real Zaragoza y estamos heridos. Y ese orgullo debemos sacarlo desde el primer minuto.