La primera vez de Morlanes
El mediocentro del Espanyol, que se estrenó como goleador en Primera en Elche, vio que el equipo debía ser “más agresivo y valiente”. Su buena actuación, sintomática.
Manu Morlanes salió al campo al comienzo de la segunda parte con 1-0 para el Elche. Hasta entonces, el Espanyol era un equipo ramplón, que no fue capaz de poner en peligro a Kiko Casilla más allá de lanzamientos lejanos y que fue víctima de una pérdida de David López en una salida de balón para ponerse por detrás en el marcador. Pero la entrada del zaragozano, en parte, fue clave para que el partido virara.
Vicente Moreno le quitó hierro al asunto y dijo que siempre se habla de “hipótesis”, pero no ocultó la realidad de que el Espanyol mejoró y estuvo “a gusto” en la segunda mitad. Morlanes lo veía claro desde el banquillo. “Creía que nos faltaba ser agresivos y valientes. En el segundo tiempo se vio que dimos un paso adelante, fuimos a presionar y marcamos dos goles”.
Uno de ellos, el primero, es más difícil, llevaba su firma. Morlanes, que ya había asistido a Óscar Gil con una intención maligna para el Elche, recogió un balón en la frontal, se perfiló, condujo y lanzó con el interior fuera del alcance de un Casilla que solo pudo rozar el cuero. El 1-1 espoleó al conjunto blanquiazul, que apenas un minuto y 27 segundos después anotaba el 2-1. Para Morlanes, aquel tanto fue el primero en la máxima categoría.
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“La sensación es que se nos van dos puntos. No estuvimos a gusto en la primera parte, pero luego tampoco pudimos matar el partido, en casa ellos son fuertes. Tenemos una sensación extraña, pero el martes tenemos otro partido, estamos siendo fuertes en casa”, declaró el jugador, que presentó su candidatura a ser el seis del Espanyol la próxima jornada ante el Athletic Club en el RCDE Stadium.
Morlanes dio 22 pases en los 45 minutos que jugó. Perdió seis de ellos. Un alto índice pero va acompañado de otra importante estadística, ya que el jugador solamente dio dos pases atrás. Siempre mira hacia adelante y cuenta con una capacidad de superar líneas. Se relacionó con Darder y Melendo y capitaneó los mejores minutos del Espanyol. El mediocentro, que llega cedido hasta el 30 de junio, puede haber vivido un punto de inflexión en Elche.