El actor Luka Peroš: "Neymar llegó un día muy tímido al rodaje de La Casa de Papel"
Encarna al personaje 'Marsella' en la celebérrima serie y está en la ciudad francesa para ver el clásico entre el OM y el PSG de esta noche.
Luka Peroš (1976, Zagreb, Croacia) se ha convertido en un ídolo de Marsella tras su excepcional actuación en “La Casa de Papel” bajo el pseudónimo de la ciudad del Sur de Francia. El actor atiende a Diario AS en el hotel Sofitel, situado en el Vieux Port, a pocas horas del Clásico entre el Olympique de Marsella y el PSG, partido al que acudirá como invitado al Velodrome tras haberse convertido en un icono de una de las ciudades con más pasión por el fútbol de Francia.
-¿Cómo afronta el Clásico? ¿Cree que el Marsella tiene posibilidades de ganar al PSG?
En el fútbol todo es posible, juegan 22 jugadores, la pena es que hay una persona número 23, que es el árbitro, que puede empañarlo, pero no voy a hablar de ello (risas). El OM tiene ahora mismo mejor forma que la temporada pasada. Tienen que conocerse entre ellos un poco mejor, de momento solo llevamos dos meses. Si gana 1-0 el OM, estaré feliz como un niño. Pero no será fácil. Se enfrenta a un PSG con grandes nombres, que es de otro planeta con el dinero. Unas veces ganan los pequeños, que no quiero decir que el OM sea pequeño, pero yo tengo fe en que podamos ganar tres puntos y darles un poco de bronca al PSG para las semanas siguientes.
-¿Antes de hacer usted de Marsella en la Casa de Papel su equipo era el Olympique de Marsella o el vínculo se forja tras su exitoso paso por la serie?
Las cosas que conocí de Marsella era más por el club que por la ciudad, que la conocía porque hice la película Papillon (2017) hace unos años. Yo siempre cuando hago un personaje, busco todo lo que sea de la ciudad y de su historia. Mi personaje se llamaba Santini, que es de Córcega. Había muchos Santii en la Guayana Francesa. Aprendí en esos momentos más de Marsella. Conocí antes mucho del Olympique de Marsella por Alen Boksic, que era mi ídolo y uno de mis jugadores favoritos. Me gustaba más Boksic que Davor Suker por su juego físico, intenso… Tenía un gran olfato goleador y era muy listo. Ganó todo con el Marsella. Estaban en esa época Deschamps, Boksic o Boli entre otros. Era una gran época.
-¿Cree que el Olympique de Marsella representa esa lucha que simboliza La Casa de Papel contra las altas esferas? Mañana se enfrenta al PSG, que podría ser La Casa de la Moneda de Madrid.
Sin duda. Siempre es el tema de David contra Goliat o Robin Hood contra los ricos. A mí me gusta los “underdogs”, como se dice en Inglaterra. Y nuestra serie se trata de estos personajes que son peculiares, por lo que mucha gente se identifica a su manera con cualquier personaje. Creo que esta ciudad tiene algo especial que es una rebelión hacia el sistema. Pero el deporte es el deporte y la ficción es la ficción. Nada es real ahí. Me gustaría que mañana ganara el que mejor fútbol haga. Por otra parte, odio que haya violencia entre los ultras. No me gusta mucho, porque lo tenemos en Croacia o mismamente en España, porque yo soy de Barcelona y cuando voy a Madrid hay bronca. O en Croacia, que soy del Dinamo de Zagreb y cuando viajo a Split es la “misma mierda”. Se quejan de mi acento de Zagreb y les digo, “Soy uno de vosotros”.
-¿Cuándo va a París hay también problemas por llamarse “Marsella” en La Casa de Papel?
Es como en Madrid, mis amigos me vacilan o algunos jugadores del Real Madrid o del Atlético porque soy del Barcelona. Yo desde niño era fan del Barcelona con jugadores como Romario o Stoikov. Me enamoré de la ciudad.
Por ejemplo, estuve hace dos años para la promoción de la tercera temporada de la serie en el Museo de Monedas y Timbre de París y los hinchas del PSG me decían: “Ici c’est París, que es el símbolo de la capital francesa. No puedo cambiar mi karma (risas).
-¿Cuál es su jugador favorito del Olympique de Marsella o cuál cree que tiene más similitudes con la serie?
Me gustan todos los jugadores. Cada jugador del Olympique de Marsella es un luchador y no se rinde. En el momento en el que el equipo se rinde, está mal y los hinchas lo notan y lo dicen a los propios jugadores. Creo que cada jugador del OM tiene ese gen guerrero y luchador. También son leales. Una parte como el personaje de Marsella en la serie, que es muy leal. Los jugadores son leales y se mezclan con la ciudad muy rápido, como por ejemplo Álvaro González, que es ya un marsellés más.
-¿Mañana qué le diría usted a un jugador del Marsella para intentar frenar a Messi?
Empujarle y empujarle todo el rato. No entrarle. Él es bajito y yo soy muy alto. A él tienes que dejarle espacio y si quieres, que chute desde 20-25 metros, pero si se acerca al área estás perdido. Siempre te hace un truco. Es de otro mundo. Le he visto en Barcelona muchas veces e incluso le vi en un entrenamiento jugando en campo corto, es algo increíble.
-¿Diría que el Velodrome es de los estadios con mayor ambiente en los que has estado en Europa?
Desde luego que sí. El Camp Nou es como un teatro de mayores y es un estadio tímido a la hora de aplaudir. Hace dos años, cuando fui ante el Lyon, el Velodrome era impresionante. Me gustaría ver un buen ambiente mañana, pero positivo y de amor de la afición. Que la afición cante por su equipo y que no haya violencia, porque los jugadores del PSG hacen su trabajo y tiene que entenderlo la afición.
-¿Un pronóstico para el partido de mañana?
(Risas). Necesitamos un arca de Noé para hacer un pronóstico y salvarnos del agua. Mira, si el Marsella llega al minuto 40 con empate a cero y con resultado a favor, tiene muchas probabilidades de ganar. Que juegue con cabeza, corazón y que no se metan en líos.
-En un partido durante la temporada pasada, Neymar y Mbappé llegaron a un partido disfrazados de la Casa de Papel y el campo del Rennes apareció en un capítulo con un tifo de la serie ¿Es consciente de que el fenómeno ha llegado hasta el fútbol francés?
Neymar dijo una vez que quería formar parte de un capítulo de La Casa de Papel. Apareció vestido de monje tatuado en Italia. Me dijeron los actores de Berlín y El Profesor que estaba asustado y tímido y después invitó a los actores a cenar en Madrid, a la que no pude acudir. Fueron a cenar y estaba de broma. Es interesante hablar de estrellas del deporte que están fascinados con nuestro trabajo como actores, de la misma forma que nosotros admiramos a los jugadores, porque a mí me encanta el fútbol y el baloncesto. Es impresionante verles como profesionales. Nosotros somos profesionales y ellos son profesionales. Nos tenemos respeto mutuamente. No conozco a Mbappé o Neymar, pero cuando veo cómo juegan les respeto.