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MIGRANTES DEL BALÓN

Marco Rosa, el sevillano que marcó el primer gol de un club gibraltareño en Europa

El centrocampista andaluz, con pasado en la cantera del Real Betis y presente en el Lincoln Red Imps, relata cómo escribió su nombre en la historia del fútbol de Gibraltar.

Marco Rosa celebra el primer gol de un club de Gibraltar en Europa
Lincoln Red ImpsTwitter

"Creo que es una de las mejores sensaciones que he tenido nunca", descubre Marco Rosa (Sevilla, 1995) cuando le preguntamos por el gol que le marcó al Copenhague en la fase de grupos de la nueva UEFA Conference League. A pesar de marcharse de Dinamarca con derrota (3-1), el actual jugador de Lincoln Red Imps escribió su nombre en a historia tras convertirse en el autor del primer gol de un club gibraltareño en Europa. "Lo he visto repetido más de 50 veces. Para nosotros, que somos una Federación pequeña, esta competición nos da la vida", expone.

A pesar de ocupar el número 49 -de 55- en el ranking UEFA, Gibraltar logró 'colar' un equipo en la fase final de la Conference League. No sin empeño, ya que para conseguirlo, Lincoln Red Imps tuvo que disputar cuatro eliminatorias. "Empezamos en la fase previa de la Champions. Era clave ganar la primera eliminatoria para tener más oportunidades en la Conference", recuerda Rosa. Lo hicieron, derrotaron al Flora luxemburgués y, aunque posteriormente cayeron frente al Cluj, dejaron algo más despejado su camino hacia la historia. En la previa de la Europa League perdieron ante el Slovan Bratislava y, ya sí, derrotaron al Riga para hacerse con un puesto en la novedosa Conference League. "Estaba todo el mundo llorando en el vestuario. Yo, personalmente, tardé tres o cuatro días en creérmelo", descubre Marco Rosa.

"Una vez conseguida la hazaña, toca disfrutar", añade el canterano del Real Betis. Aunque Lincoln Red Imps tenía la esperanza de que el sorteo le cruzase "con Tottenham o Roma", los campos que le está tocando visitar "tampoco están nada mal". En su ruta de viaje el Tehelné pole de Bratislava, con capacidad para 23.000 espectadores; el Parken de Copenhague, uno de los estadios que acogió la pasada Eurocopa, y La Tumba de Salónica, el imponente estadio del PAOK. "Son estadios muy bonitos. Cuando jugamos en el Parken había 13.000 personas en las gradas. Se me pusieron los pelos de punta", confiesa Rosa, para quien jugar este tipo de partidos es "una motivación extra".

El sevillano entró en la historia del fútbol de Gibraltar con un tanto inolvidable frente al Copenhague. "En ese momento no pensé en lo que había hecho, pero cuando empecé a recibir felicitaciones me di cuenta de que ese gol va a quedar para siempre. Siempre se va a recordar y eso es algo muy bonito", añade Marco Rosa, quien cree que Lincoln Red Imps mereció más en las dos primeras jornadas de la Conference League: "Contra el PAOK en casa tuvimos cinco o seis mano a mano, un gol anulado, un larguero... Ellos llegaron con peligro tres veces e hicieron dos goles. El Copenhague sí que fue superior, pero conseguimos empatar y nos ganaron gracias a un penalti y un resbalón del portero. Estamos enfadados, pero creemos que, si seguimos así, lograremos algún resultado positivo". A su próximo rival, el Slovan, ya lograron 'rascarle' un empate en la previa de la Europa League.

Pase lo que pase en los cuatro partidos que restan, la presencia del Lincoln Red Imps en la fase de grupos de la Conference League dictará un antes y un después en la historia del fútbol de Gibraltar. Por eso es tan complicado centrarse en el día a día: "Es difícil pensar en liga cuando el jueves siguiente tienes que viajar a Dinamarca, Salónica o Bratislava para jugar un partido europeo, pero estamos obligados a centrarnos en todas las competiciones porque, para vivir momentos como este, es importante estar bien posicionados en liga. Mucho más en Gibraltar, donde cada tres puntos son importantísimos", valora Marco Rosa, a quien su viaje por Europa no solo le está dejando grandes momentos: "En todos los partidos pido una camiseta porque es un recuerdo para toda la vida. La última que me llevé fue la de Pep Biel". La suya, por el contrario, no puede quedársela nadie: "Somos un equipo humilde y no tenemos camisetas suficientes".