Lapeña: “Si disfrutas jugando todo sale más fluido; yo lo hago”
Lapeña, único jugador de campo del Deportivo que ha disputado todos los minutos, repasa con AS su carrera, objetivos, su forma de entender el fútbol…
Adrián Lapeña (Logroño16/4/1996) llegó al Deportivo este verano con la carta de libertad procedente del Castellón y puede presumir de ser el único futbolista junto al portero Mackay que ha jugado todos los minutos. El central, formado en la cantera de la Real Sociedad, aconseja al Juvenil tras su experiencia en la Youth League, habla de las metas del Deportivo, de su forma de entender el fútbol, su perfecta adaptación a A Coruña, el VAR...
¿Se les ha olvidado ya el palo de Irún?
Al final tenemos que pasar página, seguir trabajando, saber qué hicimos mal y mejorarlo. Hay que olvidarse de los que ha pasado porque esto es muy largo. Es cierto que hay una mala racha, pero estoy seguro de que el equipo se va a sobreponer.
¿Qué les dio más rabia, el empate del SD Logroñés en Riazor o la derrota ante el Real Unión?
Las dos cosas. Uno te empata en el 94’ y otro, haciendo muchísimas cosas bien, no logras ganar. Tenemos que mejorar esos aspectos para llegar al sábado con las ideas muy claras y sumar los tres puntos.
El primero lo empataron por recular, el segundo lo perdieron con 1-1 por ir a por el triunfo. ¿Cuál es la fórmula correcta?
Sí, son dos situaciones totalmente distintas. El partido del Logroñés te ves con 1-0 y el cansancio de llevar todo el peso del partido hace que te metas un poco atrás y te marcan en la última jugada. Si no hubiesen metido ese gol se diría que el equipo defendió perfectamente el área, que se supo juntar… El otro día metimos al rival en su área, tuvimos 36 ocasiones de gol y solo metes una. Todo esto te hace aprender y es bueno que nos pase al principio porque aprendes y corriges cuando todavía queda mucho por delante.
El equipo hizo méritos para ganar ambos partidos, pero no lo logró. ¿Teme que esto empiece a pesar mentalmente?
Miedo, ninguno. El equipo mentalmente es fuerte, se sobrepone rápido de los palos. Estamos con tranquilidad sabiendo lo que hay que mejorar. Hacemos muchas cosas bien, demasiadas para los puntos que llevamos. Tenemos que volver a la eficacia y seguridad de las primeras jornadas para enlazar otra buena racha de resultados.
Y ahora el Sanse, que está empatado con ustedes a 13 puntos.
Hay que esperar al Deportivo de siempre. Al que le gusta ser protagonista de los partidos, ganemos o perdamos vemos al mismo Deportivo todas las jornadas. Eso habla muy bien del equipo y es la línea a seguir. Si tienes unas ideas fijas y claras, hay que morir con ellas salgan mejor o peor las cosas. La gente se tiene que ir de Riazor y de los campos en los que juguemos viendo al mismo Depor. No hay que volverse locos por llevar tres jornadas sin ganar porque hacemos méritos para llevarnos los partidos.
Y un Riazor que por fin estará al ciento por ciento…
Por la pandemia y los aforos no hemos podido tener aún un Riazor con el 100%. Al final, vengan 15.000, 20.000 o se llene, el público nos anima con todas sus fuerzas. Eso nos llega a nosotros en Riazor, y también en los de fuera. Hay que dejarse todo por ellos simplemente por devolverles el respeto que nos están brindando.
En lo personal, supongo que satisfecho, es el único jugador de campo que disputado todos los minutos.
Sí, muy contento. Trabajo todos los entrenamientos al ciento por ciento, me vacío para que el entrenador, si lo cree oportuno, cuente conmigo. Estoy teniendo la suerte de jugar todos los minutos y no me quiero bajar de ese barco. Pero todos los compañeros de la defensa nos apretamos entre nosotros, y eso es de agradecer. Si juegan ellos seguro que les viene bien que yo les apriete.
¿Se esperaba tanta confianza por parte de Borja Jiménez?
No es que me sorprenda o no. Yo nunca me espero jugar todo. En todos los equipos que he estado he tenido la suerte de jugar bastante y tener la confianza de los entrenadores. A veces gustas más o menos, pero siempre me vacío.
Muchos minutos, buen rendimiento y un gol ante el Tudelano que valió tres puntos…
Sobre todo eso, un gol que dio tres puntos al equipo. Lo que queremos todos a final de temporada es ascender y asciende el club, no Lapeña. Los números individuales están bien, pero lo que importante es el Depor. Al final, si tus números son buenos, los del equipo también. Queremos ver al Depor en Segunda, no si alguien metió diez o quince goles.
Usted es uno de los jugadores que desfilaron por el ‘puesto maldito’ del lateral derecho. Parece que se acabó la angustia con Víctor jugando ahí.
Es verdad que hubo problemas. Estamos teniendo muchas lesiones en esa demarcación y hemos jugado varios futbolistas fuera de sitio y el entrenador tenía que tapar el agujero de alguna manera. Ahora está jugando Víctor y creo que lo está haciendo de forma fantástica. Cuando se recuperen Benito y Trilli se intentarán poner las cosas difíciles entre ellos, o entre los tres. Estamos para ayudar y si alguno tiene que jugar fuera de sitio tendrá que hacerlo para beneficio del equipo. Lo que queremos todos es jugar. Estás fuera de sitio, vale, pero al final estás jugando.
Usted viene de un Castellón en el que vivió la cara y la cruz, un ascenso y un descenso…
Logramos ascender en época de pandemia y nos dio un subidón a todo el equipo y la cuidad. Y luego, la propia pandemia nos lastró. Creo que con nuestra gente en las gradas habríamos ganado algún partido más. Tuvimos en nuestras manos salvarnos, pero no se dio. Fastidia subir y el mismo año bajar. Me dolió también porque era la primera vez que tocaba Segunda y veías la oportunidad… Pero si me ha servido para acabar en el Deportivo, bienvenido sea.
Y antes, una breve cesión en Bélgica. ¿Por qué?
Al acabar el año en la Real Sociedad salgo a Bélgica a primera división. Los primeros meses tuve más participación, pero luego el equipo se llenó de jugadores porque allí no hay límite de fichas. No tuve tantos minutos y vi en el Castellón una buena plaza. Se dio todo de cara y ascendimos.
Y su etapa más larga, la de formarse como futbolista, la vivió en la Real Sociedad…
Los recuerdos son muy buenos, fueron ocho años allí. La Real me dio la oportunidad de poder ser lo que soy hoy en día. Tuve que salir porque no todos acabamos disponiendo de la oportunidad de saltar al primer equipo. Lo das todo para que llegase ese día, pero no se dio. Tomé otros caminos y no me arrepiento para nada. Podía haber tocado Primera, pero todo lo que me ha llevado hasta aquí no es para quejarme. Jugué en primera en Bélgica, en Segunda y ahora estoy en el Depor, que no es estar en cualquier club. Además, estamos pelando por volver al fútbol profesional.
¿Qué le convenció de forma especial para bajar ese escalón?
Un poco de todo. Primero, no te llama cualquier equipo, te llama el Depor. También hable con el míster y con compañeros que lo tuvieron, y todas las opiniones eran buenísimas. No me costó mucho decidirme. Estoy en un club histórico, con unas instalaciones brutales, condiciones perfectas para jugar y volver al fútbol profesional.
Siendo joven (25 años) como es usted, ¿no le da un poco de rabia ver todos los canteranos que están jugando ahora en la Real Sociedad?
Sí, es cierto que cuando yo llegué al filial era mucho más difícil subir al primer equipo. Ahora se están dando unas circunstancias mucho mejores para que los chavales suban. Pero esa confianza también es porque rinden, lo que hace que anime al club a tirar de cantera. Sí te queda esa espina de decir… ‘si hubiese llegado dos años más tarde podría estar ahí’. Pero tocó cuando tocó. Le debo mucho a la Real, tanto personal como deportivamente. Soy lo que soy, en buena parte, gracias a ellos.
Y con el filial en Segunda…
Se están haciendo las cosas muy bien y que el primer equipo sea capaz de jugar con diez canteranos de once y sacar buenos resultados… Eso habla mucho del club y las categorías inferiores. Están apostando muy fuerte y los chavales están rindiendo.
Y como canterano de largo recorrido, ¿qué consejo le da a Noel y Trilli?
Sobre todo que aprendan de los mayores. Aquí tiene la suerte de tener jugadores muy contrastados como Álex, Miku, Mackay, Borja o Héctor. Tienen que escucharlos, ver lo que hacen día a día y dejar todo el resto a un lado. Al final, todo el ruido que puedan oír solo va a perjudicarles. Tienen que meterse en los entrenamientos y ser esponjas, aprender de todo lo que vean y escuchen porque en el futuro tendrán que ser ellos los que tengan que aconsejar a los chavales. Calidad tienen de sobra, lo único que les quedan es meter lo que aprendan en la mochila. Eso hará que les espere un futuro bastante bueno.
Usted jugó con la Real Sociedad la Youth Legue. ¿Qué consejo le da a los juveniles del Depor para el partido que les espera el próximo miércoles?
Sobre todo, que disfruten. Que no se metan ninguna presión y no miren el resultado en contra (3-0 la ida). Yo recuerdo que jugamos en un grupo con el Manchester, Bayern Leverkusen y Shakhtar y, a priori, éramos la cenicienta del grupo. El mero hecho de jugar la Champions era un premio, salimos a pasarlo bien y acabamos primeros. Van a jugar en Riazor, animaría a la gente a ir y si ellos salen a disfrutar, habrá opciones. En el fútbol, cuando te metes presiones, los resultados negativos llegan solos.
¿Y usted sigue manteniendo hoy en día esa filosofía de disfrutar en el campo?
Sí, sí. Cada día que juego, disfruto. No salgo con ninguna presión y creo que eso es un punto a favor mío. Cuando disfrutas estás relajado y las cosas salen mejor y más fluidas. Todos los jugamos tenemos unas capacidades bastante buenas para desempeñar nuestro trabajo, lo que hay que hacer es disfrutar. Creo que así llegan los buenos resultados.
Haga autocrítica…
Tengo que mejorar muchas cosas, al final tengo 25 años. Cada vez que nos meten un gol me miro el ombligo porque seguro que hay algo que podías mejorar. Soy defensa y algo tengo que hacer mejor para que no llegue. Todas las semanas, después de los partidos, hago mi lista de errores para corregirlos y que no ocurran. Creo que es el camino para llegar lo más alto que puedas llegar. Cada uno tendrá su techo, yo no sé dónde estará el mío. Solo intento mejorar cada semana para llegar a ser mejor futbolista.
Y como central, ¿qué le pareció la jugada de Eric García y Mbappe?
La norma no está bien puesta. Aprovecharse de una situación de fuera de juego no es normal. Pero cogiendo el reglamento en mano el árbitro actúa bien porque dice que si hay intención de jugar el balón el otro jugador está habilitado. Eso ya es de los que escriben las normas, a ver si la cambian. Lo que está claro es que a Eric no se le puede achacar nada, solo intenta despejar y tiene la mala suerte que le pega con el taco.
Con esta norma, los centrales como usted van a tener que jugar con un radar para saber si el rival está o no en fuera de juego…
Al final vamos a tener que jugar con retrovisores (risas…). Tú no sabes si está o no en fuera de juego y tienes que intentar despejar, nada más.
¿Se vive mejor en Primera RFEF sin VAR?
Para nada, al contrario. Tienes que corregir situaciones que van al límite de fuera de juego, penaltis… Al final los árbitros solo tienen seis ojos en el campo. En Segunda y Primera puedes volver a ver la jugada a cámara lenta. Yo el año pasado jugaba con VAR y estoy teniendo que cambiar cosas. No puedes jugar tan al límite y aumenta la tensión para ponerle las cosas fáciles a los árbitros para que no duden.
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