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"Quiero demostrar qué tipo de persona soy para quedarme muchos años en el Elche"

Lucas Pérez Martínez (La Coruña, 1988) no se arruga ni en el área ni ante los medios. Remata fuerte y golpea duro, sin anestesia.

"Quiero demostrar qué tipo de persona soy para quedarme muchos años en el Elche"
FITO GONZÁLEZDIARIO AS

Lucas Pérez Martínez (La Coruña, 1988) no se arruga ni en el área ni ante los medios. Remata fuerte y golpea duro, sin anestesia. En su corazón mantiene la herida abierta por las críticas recibidas por Abelardo en el Alavés. Allí se le quiso echar a la gente en contra y, por eso, decidió pedir la baja para buscar otro destino. Uno más en el largo peregrinaje que ha recorrido, con once equipos, desde que dio el salto como profesional en las filas de su próximo adversario, el Rayo Vallecano. Para llegar a la elite se crio en un piso de Monelos, en La Coruña, bajo los atentos cuidados de unos abuelos que se defendieron ante este delantero como verdaderos padres. "A ellos les debo mi vida", repite Lucas, cuyo amor a su familia lo lleva grabado a fuego en lo más hondo del pecho. A sus 33 años se sigue expresando como un culo inquieto que ahora quiere asentarse en el Elche de Bragarnik. El argentino midió el discurso para firmar a un delantero de talla enorme. Suma dos goles en cinco partidos, pero Lucas Pérez no se conforma. El punto de mira apunta al Rayo. Y, como si fuera un niño, sigue soñando a la grande, con la selección. Como él mismo dice, todo pasa por brillar con luz propia como el faro del ataque del Elche.

¿Cómo es la nueva vida de Lucas Pérez en el Elche?

Muy feliz. Llegué con la competición empezada y llevo más o menos un mes en la dinámica de grupo. El principio está siendo bueno para mí. El equipo está encontrando, poco a poco, sus sensaciones a pesar de que el calendario ha sido complicado frente a rivales como Atlético, Sevilla, Real Sociedad o Villarreal, entre otros. Con los puntos que tenemos, estamos satisfechos aunque es lógico que queramos más. Los fichajes de la recta final del mercado es normal que requieran de un proceso de adaptación mayor.

Fin de semana de descanso como preludio a los duelos directos ante Rayo, Espanyol y Alavés. ¿Hasta qué punto es clave este tramo de calendario?

Ahora vienen los equipos de nuestra liga y es ahí donde debemos demostrar que nos hemos reforzado bien, que estamos trabajando duro y que formamos un gran grupo. La clasificación es la que marca. El Rayo Vallecano está arriba, será difícil ganarle y esperamos demostrar en Vallecas que estamos a la altura.

Suma cuatro partidos como titular, aunque ahora se suma a la dura competencia Lucas Boyé. ¿Cómo vive la pelea por ser el nueve referencia?

Igual que el resto. El ambiente en el vestuario es bueno, aunque todos queremos lo mismo, que es jugar. Lo que debemos hacer los futbolistas es demostrarlo en cada entrenamiento y en cada partido. Queremos ponérselo difícil al entrenador, para que lo gestione y lo decida él.

Benedetto dijo que la adaptación no es cosa de un día. ¿Le ha costado a Lucas Pérez aclimatarse al equipo?

La gente que está en el Elche viene a hacerlo de la mejor manera posible. Todos estamos a disposición del entrenador para lo que haga falta. El fútbol no requiere de una adaptación en función de si peleas por un título o por mantenerte. Por la cabeza del profesional sólo pasa realizar una gran temporada. Nuestro principal objetivo es la salvación y quién te dice que al final de la temporada no acabamos en una posición alta. La Liga está muy igualada.

Lo dice un jugador que ha defendido la camiseta de once equipos desde que es profesional...

He estado en el Arsenal, en el Dépor, en el Alavés y en otros muchos clubes. He ganado títulos, me he salvado en la última jornada y he descendido. Me adapto al lenguaje del fútbol porque es el idioma que mejor entiendo. La tabla nos dirá hasta dónde llegamos. Antes de la pandemia éramos décimos con el Alavés y, al final, nos salvamos en la última jornada. Yo era, hasta ese momento, el máximo goleador nacional. Iba camino de ser una temporada muy buena y sólo hay que ver cómo acabamos. Nunca se sabe qué te deparará el futuro.

¿A qué se debe que viva con la maleta a cuestas?

Porque la trayectoria del fútbol me ha enseñado ese camino. De los equipos siempre me fui por hacerlo bien, no al revés. Mi trayectoria también se puede ver desde el punto de vista de cuántos millones de euros he generado en traspasos. Puedo estar orgulloso de haber cambiado de clubes porque he tenido ofertas que han apostado por mí. Me siento muy satisfecho por mi trayectoria. Quizá a nivel personal no haya encontrado la estabilidad en equipos donde me hubiese gustado seguir y no pude hacerlo. El futuro dirá si decidí bien o no.

Tuvo que salir joven de Galicia para regresar por la puerta grande al Dépor, desde donde se marchó al frío de Ucrania, pasando por Grecia, Inglaterra y de nuevo a España. ¿Cómo resume esa década de ida y vuelta en su carrera deportiva?

Me fui del Depor a jugar en un club como el Karpaty, que en la calle la gente no sabe ni lo que es, y es un equipo de Ucrania con el que yo he disputado la Europa League. Tuve la oportunidad de que el Arsenal pagase el tercer traspaso más alto de la historia del Dépor (unos 21 millones de euros). Esos datos no los ve la gente. En Ucrania estuve tres años y otros tres maravillosos en el Deportivo, que es uno de los grandes clubes de España, a pesar de vivir un descenso. Hacía muchos años que no vendía a un jugador por tanto dinero y debido a su situación económica tuvo que traspasarme.

Usted es coruñés y del Dépor...

Me crie en el barrio de Monelos, en La Coruña. Le debo la vida a mis abuelos, que fueron los que me criaron... (silencio) Simplemente quiero darle las gracias allá donde estén. Yo de pequeño era un culo inquieto y ellos se preocupaban de llevarme por el buen camino, como siempre me repetían. A mí sólo me movía el fútbol, jugar con el balón y marcar goles.Desde pequeño eso ha sido lo principal para mí.

¿Quiénes eran sus ídolos de niño?

Las referencias de mi vida con mis abuelos Manuel y Manuela. En el fútbol, sin duda, Fran del Superdepor.

¿Un centrocampista?

Bueno, como delantero Ronaldo. Pero Ronaldo el de verdad (ahora dueño del Real Valladolid). La gente no sabe lo que ha hecho ese jugador por el fútbol. Para mí ha sido el más grande.

Pues le tiene a los mandos del Real Valladolid...

Me llamaron, pero no era el momento de firmar porque quería seguir en Primera. Quién sabe...

¿Qué faltó para ganarse la confianza de Arsène Wenger en el Arsenal?

Nada. El Arsenal es uno de los mejores clubes del mundo y el nivel de esa plantilla es brutal. Fue una temporada en la que Alexis Sánchez y Theo Walcott, pese a no ser delanteros, hicieron unos números espectaculares. Me di cuenta de que no iba a tener sitio en Londres cuando después de marcar el hat trick en la Champions (1-4 ante el Basel suizo) tardé un mes en volver a ser titular. Wenger es un gran entrenador y aprendí muchísimo de él.

¿Cuál es la mayor mentira que se ha contado de Lucas Pérez en el fútbol?

La única que se ha dicho… Ahí está y el tiempo juzgará. Todo el mundo sabe de quién hablamos (Abelardo). Esa persona tiró la piedra y escondió la mano con barbaridades hacia mí porque sabía que le iban a echar. Fue a hacer daño gratuitamente, pero no fue sólo a mí. Él sabrá lo que quiere hacer con su vida. Han salido cosas de él a nivel nacional y mundial que las sabe todo el mundo. Me quiso hacer daño sin tener que hacerlo. Si se hace un seguimiento de lo ocurrido, mis compañeros del Alavés dieron las gracias de que se hubiera marchado. ¿Por qué se cebó conmigo? Que lo diga. ¿Que hay faltas de respeto? Que las demuestre. La entidad en ningún momento me sancionó. Puedo demostrar cómo el club me pidió disculpas por lo ocurrido y en los que el Alavés quiere que siga y que no me marche.

Se le nota dolido con Abelardo…

Por supuesto, porque no me gusta que se mienta. Yo si tengo una prueba, la saco y acuso, pero demostrándolo. Yo nunca le insulté ni le falté al respeto, nunca me fui de un entrenamiento ni me peleé con nadie. Quizá él no me viera motivado en un momento determinado; puede ocurrir porque somos humanos y no jugaba, la situación tampoco era buena para el equipo. Él se lo tomó como un ataque contra él. Y cuando llega Javi Calleja, ¿qué pasa? Cuando me fui podría haber dicho que yo era agua pasada y el entrenador tuvo el detalle de reconocer que no quería que me fuera. ¿A quién creemos? ¿A un entrenador que no sabía hacer un trabajo táctico para preparar los partidos, que perdía y que nos marcaban no sé cuántos goles o a uno que ha hecho números de Europa League? Eso es lo que me molesta. Nunca me había pasado algo así a lo largo de mi carrera y eso que he tenido a grandes entrenadores como Wenger, Pellegrino o Emery.

Volviendo al presente, ¿cómo se gesta su fichaje por el Elche?

Yo le dije al Alavés que mi intención era salvar al equipo, dejarlo en Primera e irme. Estaba muy contento con el grupo y con el magnífico cuerpo técnico que lidera Javi Calleja, aunque ahora no le están saliendo clas cosas omo a mí me gustaría. Trataron de convencerme para que me quedara y yo les insistí en obtener mi carta de libertad.

Estuvo cerca del Rayo, donde dejó un buen recuerdo, pero ¿por qué el Elche?

Una vez que se supo que me quedaba libre, salieron ofertas como la del Rayo u otros equipos. Me llamó entonces Bragarnik, a través de mi agente, y pronto me di cuenta de que era una persona de fútbol. También se puso en contacto conmigo Fran Escribá, junto a David Generelo, hablándome de sistemas, de su forma de ver el fútbol y de lo que pensaban de mí. Entre todos terminaron de convencerme. El Elche me transmitió cercanía y la opción de sentirme importante. Tanto me querían que me ofrecieron un contrato más largo, de dos años, pero yo quiero demostrar qué tipo de persona y de jugador soy para ganarme seguir muchas temporadas más en el Elche, que es un club que está creciendo. No me importaría seguir más tiempo en esta entidad.

¿Qué me dice de esa charla con Bragarnik?

Eso corresponde a lo privado. A él le interesaba saber de mí cómo estaba de ánimo y físicamente porque llevaba diez días fuera del Alavés. Fue una charla de cinco minutos y nada más colgar, al rato, ya tenía su oferta por escrito. Me demostró seriedad. Es una persona con contactos y quiso contrastar conmigo la verdad para ver si le gustaba lo que oía. Me dejó las cosas claras. Me dijo que todo el mundo me conocía como futbolista, siempre que estuviese bien. Y eso fue lo que le confirmé. En un día se cerró todo, lo que demostró la apuesta por mí. También me llamó la atención la plantilla de grandes jugadores que tiene el Elche.

¿Pidió consejo a su paisano Pedro Mosquera, ex del Elche?

Pedrito me dio muy buenas referencias. También había escuchado algo del interés por él, pero no se pudo hacer; no sé el motivo porque desconozco qué más pasó. Todo lo que me dijo fueron cosas buenas del club, de la ciudad y del cuerpo técnico.

Por último, siempre ha dicho que le ha faltado jugar con la selección. ¿Es un sueño imposible?

Es algo muy difícil, pero me gustaría cumplir ese sueño. Mi edad, 33 años, es sólo un número porque yo física y mentalmente me encuentro muy bien. Estoy en la edad madura del fútbol. Espero que no me toque nada, pero nunca me han operado. Si no he ido seleccionado es porque ha habido otros delanteros mejores. Mis dos mejores años, llegando a ser máximo goleador nacional, fueron en el Dépor y en el Alavés. Con España hay ahora buenos y jóvenes delanteros, no es una selección cualquiera. También hay otros grandes jugadores que se quedan fuera. Ojalá se dé algún día y eso sólo pasa por hacerlo muy bien en el Elche.