Julio Velázquez: "Rodrigo de Paul es uno de los mejores del mundo"

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Su carrera la definen las situaciones límite, habiendo logrado permanencias laberínticas con el Villarreal B, el Alcorcón, el Belenenses, el Vitória Setúbal o el citado Marítimo. En Murcia, el conjunto pimentonero pasó de luchar por la salvación a jugar las eliminatorias de ascenso a Segunda, mientras que en el Betis o el Villarreal dejó a ambos también en puestos de playoff, aunque terminasen de manera prematura esas aventuras. Gerard Moreno, Moi Gómez, Manu Trigueros y muchos otros pasaron por sus manos en su etapa en Castellón, pero destaca su papel de 'descubridor' con Ceballos y su apuesta por un Rodrigo de Paul que no paró de crecer desde que compartieron unos meses en el Udinese. De todo ello, del España-Italia o de Luis Enrique, a quien defiende a capa y espada, ha conversado, desde su casa en Portugal el día de su 40 cumpleaños (la entrevista fue el martes 5), con este periódico.

¿Cómo se siente en su segunda temporada en el Marítimo, considera que el equipo está cumpliendo los objetivos?

Hay que analizarlo todo con perspectiva. El año pasado llegamos con el equipo último y conseguimos la permanencia a falta de dos partidos. Fue algo extraordinario. Estábamos felices en la isla y decidimos continuar. Tenemos un grupo joven en el que hemos cambiado bastantes piezas, hay que tener paciencia, pero estamos contentos. Como el año pasado, el objetivo es la permanencia y si podemos, lograrla de una manera más tranquila. Lo del año pasado, gracias a la unión del grupo y el trabajo, nos llevó a conseguir algo extraordinario.

El calendario ha sido complicado, ¿le parece que podrían haber rascado algún punto más?

De momento, el equipo tiene algo muy bueno. Es sólido y compite bien. Los chicos tienen una actitud y un compromiso formidables y, por encima de todo, somos un bloque. Tenemos que tener en cuenta de dónde venimos, trabajar con humildad. Hay que crecer desde la solidez y del trabajo diario. Estamos donde tenemos que estar. Aunque sí que es verdad que podríamos tener tres o cuatro puntos más. Hicimos un grandísimo partido en el Alvalade. En el último lance, con una expulsión y un penalti (lo marcó Pedro Porro), no pudimos puntuar, pero el equipo hizo un grandísimo partido. Teniendo en cuenta que llevamos ocho jornadas, en tres nos hemos enfrentado a Sporting, Braga y Oporto, tres de los cuatro más importantes de Portugal; y que solamente hemos jugado dos en nuestro campo (Oporto y Braga) por un problema con el césped, el balance es positivo y estoy muy contento con el trabajo del equipo.

Hablaba de los cambios que ha hecho el equipo en verano, ¿es Julio Velázquez un técnico 'fichador' o eso es más labor del director deportivo?

Un entrenador se tiene que focalizar en entrenar y dirigir al equipo: implementar un modelo y darle forma. A partir de ahí, la confección de la plantilla tiene que venir dada por las premisas marcadas por la dirección deportiva. Eso sí, es muy importante la sinergia entre dirección deportiva y entrenador, para que se llegue a un entendimiento que sea lo mejor para el equipo. En el fútbol actual, no creo en el entrenador 'fichador'. Es un error, es fundamental que en las estructuras modernas exista una dirección deportiva importante. Es crucial que se incorporen los futbolistas adecuados para el modelo. Debe haber diálogo y el entrenador debe tener opinión, pero ya digo que ser un entrenador 'fichador' lo considero un error.

Entiendo que habrá escuchado en alguna ocasión el apodo de ‘entrenador milagro’. ¿Nota la repercusión de la hazaña?

Me gusta vivir centrado en el día a día. En el fútbol, el ayer, por suerte o por desgracia, no existe. Lo importante es seguir adelante, con un crecimiento o mejora permanente. No le doy importante. Evidentemente, fue un éxito por parte de todos. Sí que me he sentido respetado y valorado, pero a partir de ahí, este es nuevo capítulo. En el fútbol, lo que importa es el presente y hay que dar pasos adelante y mejorar.

¿Qué tienen esos proyectos límite que parece que le atraen tanto?

No es que me atraigan especialmente, son momentos concretos en mi carrera, como en el Villarreal B por ejemplo, el Belenenses, Vitoria Setúbal, Marítimo… Bueno, han sido situaciones que se han dado así y, gracias a Dios, han salido bien. Un entrenador debe estar preparado para adaptarse a cualquier contexto: pelear por estar arriba, evitar el descenso, entrar en Europa… No es que una cosa atraiga más que otra. El escenario ideal no existe. Lo que hay que hacer es adaptarse a las circunstancias y ser consciente que el fútbol cambia de un día para otro.

¿Cómo se siente en Portugal? Es como su segunda casa ya…

Soy español y estoy muy cómodo en mi país, eso por encima de todo…

¿Le gustaría volver a entrenar en España entonces?

He tenido opciones, este verano, la temporada pasada… Este año tenía contrato con Marítimo. Uno debe estar abierto a todo. Tengo claro que en mi momento actual, lo deportivo va por delante de lo económico. Crecer y evolucionar. Estoy muy contento en Portugal, igual que lo estuve en Italia, en España… Evidentemente, ya digo que soy español, aunque pienso que entrenar fuera es enriquecedor: aprender otros idiomas, culturas…. No me vuelvo loco con el futuro. La vida, y el fútbol en particular, te enseñan que hay que vivir día a día y tener un equilibrio emocional importante.

Ahora que habla de Italia, donde pasó por Udinese, allí dirigió a uno de los grandes fichajes del verano en LaLiga, ¿cómo recuerda a Rodrigo de Paul? ¿Creía que llegaría hasta donde está ahora?

Yo a Rodrigo le tengo un cariño especial, le quiero como a un hijo. Fue una situación particular. Tuvimos muchas conversaciones en verano. Para mí era prioritario que se quedara en Udinese a pesar de las ofertas que tuvo. Recuerdo perfectamente hablar en Austria (durante la pretemporada) y tras hablarlo mucho, Rodrigo optó por quedarse. Nos pusimos como objetivo que fuera el pilar del equipo y que demostrara que podía ser un jugador de máximo nivel día a día para acabar en la selección argentina. Gracias a Dios, así fue. Se convirtió en un jugador vital dentro del engranaje de Udinese y acabó yendo con Argentina.

Fue una alegría inmensa porque, como digo, le quiero como a un hijo. A partir de ahí no ha hecho más que crecer y sigue teniendo margen de mejora. Aunque creo que ya es uno de los mejores jugadores del mundo, tanto a nivel de clubes como de selecciones. Todavía tiene potencial para que veamos un Rodrigo de Paul mejor.

¿Se esperaba que fuera indiscutible más rápido en el Atleti?

Para mí, puede ser titular en cualquier equipo del mundo. Sin ningún tipo de duda. Partiendo de esa base, no tengo duda que seguirá creciendo porque no ha perdido hambre. Es un tipo futbolero que siente el fútbol como algo natural. Piensa por y para este deporte las 24 horas. No ha perdido esa pasión, al contrario, y eso le llevará a seguir siendo importantísimo en el contexto en el que esté.

Otro jugador que pasó por sus manos y seguro recuerda es Dani Ceballos, a quien dio la alternativa real con 17 años en Betis, ¿qué vio en él?

Sí, el caso de Dani es particular. Apenas había jugado algún minuto la temporada anterior y recuerdo perfectamente que le vi jugar un partido con el filial contra el Arroyo extremeño, de segunda B. Ahí me enamoré del jugador y le subimos al primer equipo. No paró de crecer desde entonces. Era una auténtica esponja y un chico maravilloso a nivel humano y en términos grupales. El año anterior no había sido ni siquiera indiscutible en el juvenil, pero le vi contra el Arroyo, me enamoré y en una situación muy, muy complicada le hicimos importante. Él con su trabajo, honradez y esfuerzos fue importante. Luego ha tenido una trayectoria extraordinaria. Soy muy feliz de todo lo bueno y bonito que le pase. Se lo merecen tanto él como su familia.

Pasemos a 'su' Villarreal, vio los primeros pasos de Gerard Moreno, Moi o Trigueros, que son los que más alto llegaron. ¿Le sorprende el nivel que han alcanzado?

No, no, para nada. Lo primero, me siento un afortunado por haber estado en el Villarreal. Tengo un inmenso agradecimiento a la familia Roig. Me dieron la oportunidad de entrenar profesionalmente. Estaba en el Villarreal C y en unas navidades me llaman para coger el B en Segunda A en una situación delicada, en puestos de descenso. Fue muy bonito porque muchos de los jugadores de C pasaron al B directamente y luego al primer equipo. Así, coincidimos en el C, el B y el A. Tengo un grandísimo cariño por todos ellos. Gerard, Moi o Trigueros están ahora en el primer equipo, pero hay muchos más.

Muchos llegaron a la élite…

Hay muchos que llegaron, sí. Diego Mariño, Jaume Costa, Florian Lejeune, Íñiguez, Edu Ramos, Toribio, Joselu, Iriome, Kiko Olivas… Luego ya Gerard, Trigueros y Moi que siguen ahí. Me considero un privilegiado por haber podido entrenar al Villarreal. Eternamente agradecido a todos en la estructura del club. Tengo muy buen recuerdo de todos los chicos. Es algo que hace que esta profesión merezca la pena.

Tocando Italia de nuevo, ¿cómo ve ese Italia-España de la Liga de las Naciones, usted que conoce ambos países profesionalmente?

Tengo una visión muy concreta. Lo primero, creo que tenemos un seleccionador extraordinario. Me gusta que en esta profesión haya gente con personalidad y las ideas claras y Luis Enrique representa todo ello. Me identifico mucho con el juego que plantea. Es un tipo que busca dar oportunidades a los jugadores que cree que pueden aportar algo a la Selección, ya tengan 17 o 35 años. Eso es algo muy positivo, de cara al presente, pero también al medio y largo plazo. Nos tenemos que sentir orgullosos del seleccionador que tenemos.

Ahora Gavi, antes Pedri… ¿Cree que es importante que las nuevas hordas de talento vean que llegar a la Selección es posible, aunque en algunos casos, alguna llamada concreta venga acompañada de alguna crítica?

La crítica es algo que va con la profesión. A partir de ahí, uno debe tomar sus decisiones y tener personalidad y Luis Enrique creo que es un técnico ideal para nuestra selección. Sus decisiones benefician no solo al jugador joven, sino a futbolistas de cualquier club, porque sabe que tiene posibilidades de estar independientemente del equipo al que represente. Luis Enrique es el primero que querrá rendimiento a corto, medio y largo plazo. Me gusta ser respetuoso con mis compañeros, pero en este caso particular, creo que tenemos un seleccionador extraordinario con una idea con la que me identifico.

¿Cómo ve a La Roja, quién ve como favorita en la Liga de las Naciones?

Creo que no ninguna de las cuatro es favorita. No me atrevo a decir quién está por encima de quién. Pueden ser partidos bonitos y espero que nuestra selección consiga el mejor rendimiento posible.

En el Marítimo tienes a Jorge Sáenz, que ha sido no hace mucho internacional sub 21 (ahora tiene 24 años), esto que hablamos debe motivarle a un jugador como él. ¿Cómo se ha adaptado a la liga portuguesa (está cedido por el Valencia)?

Jorge es un chico extraordinario. Venía de un año en el que no había jugado casi nada. Está teniendo bastantes minutos y su adaptación ha sido fantástica, tanto en el vestuario como sobre el campo. Tener minutos es lo más importante para él tras un curso en el que apenas jugó nada.

Por último, ¿qué planes de futuro tiene? Su nombre ha sonado tanto para volver a Italia como para hacerlo a España, ¿se plantea algo más allá de junio de 2022 cuando termine contrato?

Ahora mismo no me desgasto. Ya decía que lo importante es el hoy y para mí, lo fundamental es disfrutar del día. Aquí se gana, se pierde, se empata. Te fichan, te cesan, hay cambios. Uno debe tener equilibrio emocional e intentar ser feliz en el día a día y no volverse loco con dónde puede entrenar. Lo que tenga que venir, llegará. Tener siempre pasión, eso es fundamental. Te dediques a lo que te dediques. Me considero un privilegiado.