El técnico milagro español que triunfa en Portugal
Julio Velázquez se hizo cargo del Marítimo en marzo, cuando el equipo se encontraba sumergido en la última posición de la Liga Nos. Ahora ha logrado la permanencia.
Atormentado por la racha de malos resultados y anclado en la última posición de la Liga Nos, el Marítimo decidió dar un volantazo en marzo a una situación que parecía insostenible. El elegido fue Julio Velázquez, un viejo conocido del fútbol portugués tras llevar los mandos del Beleneses y el Vitória Setúbal. El técnico español cambió la cara a un equipo preso por las dudas y la inseguridad para convertirlo en uno con más empaque. El resultado es sencillamente notorio, ya que a falta de una jornada para el término del campeonato, el Marítimo es decimotercero con 35 puntos.
Nada más llegar al Marítimo, Velázquez decidió aplicar el bisturí para esclarecer los males del equipo. Una técnica que también llevó a cabo en el Villarreal B, Murcia, Alcorcón y Beleneses, clubes que coqueteaban con el descenso pero que terminaron por salvarse del naufragio. El Marítimo, en las primeras 22 jornadas de la liga portuguesa, acumulaba 18 puntos y lo que es peor, la sangría defensiva era imposible de parar tras encajar 33 goles. Velázquez, en tan solo 11 partidos dirigidos, ha logrado poner fin al desbarajuste defensivo y crear un cerrojo complicado de desbaratar: el conjunto de Madeira solo ha recibido nueve goles.
Mejor armado defensivamente, el Marítimo ha conseguido mantener el tipo ante los equipos que conforman el top 10 de la clasificación. Los de Velázquez noquearon al Sporting de Braga, cuarto clasificado, y empataron con el Paços Ferreira y el Vitória Guimaraes, quinto y sexto respectivamente. Un gran rendimiento desplegado por los verdirojos en el césped, sobre todo si se tiene en cuenta que el técnico español apenas ha podido contar con el baluarte del equipo, Rodrigo Pinho. El ariete brasileño comenzó la campaña en estado de gracia al anotar 13 goles en los primeros 17 partidos de la liga portuguesa, pero una plaga de lesiones aparcó su tremenda fiabilidad en el área pequeña.
Dos meses después, Velázquez ha obrado el milagro en 11 partidos resumidos en cinco victorias, dos empates y cuatro derrotas. El pasado domingo, el entrenador español no pudo esconder su satisfacción: "Estoy muy feliz, puesto que hemos llegado con muchas ganas, pasión y toda la voluntad del mundo en lograr este objetivo, sabiendo que sería una lucha muy dura, y afortunadamente hemos logrado la permanencia antes de la última jornada".
Tampoco faltó el guiño a sus futbolistas: "Es un gusto trabajar con este vestuario, que demostró unas ganas de mejorar enormes. No podemos olvidar de donde hemos venido, hace 11 partidos éramos colistas, pero con pasión, dedicación y trabajo es posible construir algo bonito".