Un peligro familiar: De Tomás
Un Madrid de bajón busca rehabilitarse ante el Espanyol que abandera su excanterano. Los blanquiazules sólo han marcado cuatro goles. Modric y Kroos vuelven al once titular.
Raúl de Tomás llegó al Madrid con siete años y salió definitivamente con 24. Ese larguísimo periodo de formación, con tres cesiones (Córdoba, Valladolid y Rayo), sólo le alcanzó para jugar 14 minutos en el primer equipo, los que le dio Ancelotti ante el Cornellà en Copa hace casi siete años. En el Castilla le orilló Willian José y tampoco deslumbró a Zidane: "Era mi ídolo, pero me pudo la presión. Las cosas no salieron como quería. No supe devolverle la confianza".
A De Tomás lo descubrió el Madrid en el San Roque del barrio de Barajas, donde sus padres regentaban una autoescuela. Entonces jugaba de mediocentro, pero en el club blanco siempre pensaron que rendiría mejor como delantero. Acertaron al ficharle y al cambiarle el registro. Entonces ya era hincha del equipo blanco y socio del Rayo. Siendo cadete, su entrenador de entonces, Míchel, sugirió la conveniencia de que estudiase en el SEK como interno. "Yo entonces frecuentaba amistades un poco problemáticas", confesaría después.
Un entrenador personal
En aquella época ya era la mejor promesa de la cantera, un goleador excepcional. Luego su progresión fue ralentizándose. Salió al Córdoba y después al Valladolid, pero acabó deslumbrando en el Rayo: 24 goles en su primera temporada y 14 en la segunda, pese al descenso de los franjirrojos. Entre una y otra, Lopetegui le ofreció quedarse en el primer equipo del Madrid: "Quería jugar. Seguir allí suponía perder un año". Nunca le ayudó ese aire engreído que él desmiente: "Pueden pensar, por mis gestos, que soy un chulo, pero no es así".
El Madrid acabó vendiéndolo al Benfica por 20 millones. Allí duró seis meses (17 partidos y tres goles). Y entonces un Espanyol casi desahuciado apostó por él y pagó 22,5 millones (el fichaje más caro en la historia del club). Metió cinco goles en esa media temporada, pero no pudo evitar el descenso espanyolista y tuvo que rebajarse su ficha a la mitad. El curso pasado fue el jugador más determinante de Segunda, con 23 goles, y esta temporada ya ha marcado dos de los cuatro tantos pericos y le han anulado tres más. Tiene un entrenador personal, que le cuida el físico, la alimentación y hasta el estado emocional. Llevarle siempre con él le ha cambiado la carrera.
Bare o David López
Hoy se enfrenta por segunda vez a 'su' Madrid (con el Rayo no pudo hacerlo por la hoy derogada cláusula del miedo), en el que una parte significativa de la afición le coloca por encima de Jovic o Mariano (sigue el partido en directo en As.com).
De Tomás, que como Benzema no pierde propiedades fuera del área, es la punta de lanza de un Espanyol con problemas de gol. Ningún otro delantero ha marcado en siete jornadas y jugadores de mucho peso, como Embarba, Loren o Dimata, están lejos de su mejor momento. Yangel Herrera, uno de sus ocho fichajes, no ha podido debutar aún. Y su decimocuarta plaza en la tabla, con sólo una victoria, inquieta. Hoy se espera un centro del campo más musculado, con Bare o David López, y Melamed como tercer punta de más trabajo.
Al Madrid le han borrado la sonrisa sus dos últimos resultados. El Villarreal le bajó mucho el volumen (tres tiros a puerta cuando su media pasa de los ocho) y el Sheriff volvió a desnudar su defensa. Por ahí cojea la plantilla. Ancelotti ya ha probado cuatro laterales derechos (Carvajal, Lucas Vázquez, Nacho y Valverde) y cinco izquierdos (Alaba, Marcelo, Miguel Gutiérrez, Nacho y Camavinga). Nada ha resultado. Courtois encaja más de un gol por partido, promedio mucho más alto que el de las dos temporadas anteriores.
El trío pluricampeón
Para resumir los cambios bastaría con decir que jugarán Modric, Kroos y nueve más. Ancelotti se reservó al croata pensando que el Sheriff era otra cosa y hoy volverá al once junto a Kroos, recuperado ya de su lesión (el italiano anunció su titularidad), y un alicaído Casemiro. El trío pluricampeón.
También se espera a Hazard, de los mejores en el descalabro moldavo. Hasta ahora ha jugado siete de los nueve partidos del curso, cinco como titular. No es el que fue, pero su competencia es muy irregular. Rodrygo no acaba de romper y Asensio, con molestias en el glúteo izquierdo, e Isco, con una sobrecarga en la espalda, ni siquiera están disponibles. Benzema y Vinicius, visto el panorama, son intocables, al menos hasta la vuelta de la próxima ventana FIFA, en que traerán la paliza habitual encima
Cornellà será más cálido de la habitual. La Generalitat va un paso por detrás del Gobierno y sólo permitirá un 60% de aforo, frente al 40% de la semana anterior. El apoyo le hará falta a un Espanyol al que le conviene no echar la vista atrás: una victoria en los últimos 27 duelos con el Madrid.