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ESPANYOL

Los efectos secundarios del sistema defensivo del Espanyol

El equipo blanquiazul es el séptimo conjunto menos goleado del campeonato, pese a ello sufre y encaja cuando los rivales asedian el área de Diego López.

El Espanyol, en el Villamarín.
Toni Rodriguez

Con siete goles en contra en siete encuentros, el Espanyol es el séptimo conjunto menos goleado del campeonato. Una recopilación de sietes para medirse al Real Madrid el domingo, curiosamente con 21 tantos el conjunto más ofensivo y acertado de LaLiga, con una media de tres por encuentro. En líneas generales, el rendimiento defensivo del conjunto perico es notable, aunque detrás de cada uno de sus goles recibidos se esconde un diagnóstico que deben corregir los de Vicente Moreno para redirigir su camino en LaLiga.

La radiografía de los siete goles recibidos es meridiana. En todos ellos, al Espanyol le ha faltado contundencia en el área para frenar las internadas rivales, especialmente castigados por el costado derecho y víctima de momentos de partido en el que los rivales han dominado y encerrado a los de Vicente Moreno. Cuanto más atrás se halla el conjunto blanquiazul, más problemas tiene para defender la meta de Diego López.

De los siete goles, tres de ellos proceden del costado derecho. Curiosamente, los tres primeros. Ante el Mallorca y el Atlético, los tantos se inician después de que los atacantes rivales superasen el costado defendido por Óscar Gil y Adrián Embarba. Ese desequilibrio provocó distintos desajustes y errores individuales. Si en Mallorca Sergi Gómez no logra despejar el centro, ante el conjunto colchonero el sistema defensivo no es capaz de despejar el balón en el 1-1 de Yannick Carrasco ni de frenar la internada de Lemar en el 99.

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Dos partidos calcados en los goles recibidos

Desafortunado el lateral internacional Sub-21 ante el Betis, superado por Álex Moreno y Fekir, los goles no proceden de su costado. El primero llegó por un pase al espacio entre centrales después de que la línea defensiva no se coordinara para realizar el fuero de juego con eficacia, y el segundo tanto llega por la izquierda, con Embarba y Adrià Pedrosa desacertados. Una situación similar a la del 1-0 del Sevilla. El 2-0, ya en las postrimerías del encuentro, recuerda al 1-0 del Villamarín, con la línea de juego mal tirada en una salida en esta ocasión tras un córner.

Con menos posesión que sus rivales, con la línea defensiva cerca del meta gallego, el Espanyol ha conseguido minimizar sus goles en contra (solo ha anotado cuatro) pero su medicina está generando también nuevos efectos secundarios. Una rémora que el equipo perico debe controlar para llegar a ese equilibrio que le permita ascender puestos.