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LUGO

El Lugo no tapona su sangría defensiva

Tras seis jornadas los albivermellos acumulan nueve goles en contra, el segundo equipo más goleado. La tendencia es la misma de las últimas dos temporadas, donde el equipo sufrió para mantenerse.

Los jugadores del CD Lugo se lamentan tras el partido ante el FC Cartagena.
Pascu MendezDIARIO AS

Pasan los años, los jugadores, los entrenadores y los sistemas, pero el CD Lugo continúa localizando su principal problema en la parcela defensiva. Y es que tras seis jornadas ligueras y a punto de cumplirse el primer tercio de la primera vuelta de competición los albivermellos ya han encajado nueve goles, consiguiendo dejar la puerta a cero solo ante el Sanse. Nueve dianas en contra que le convierten en el segundo equipo más goleado después del colista Alcorcón y que le han lastrado a la hora de conseguir una mayor puntuación. Además una parte importante de ellos han llegado después de errores individuales, lo que además de perjudicar en el marcador lo hace en la moral del equipo, que se ve frágil a la hora de mantener su puerta a cero.

Sin embargo, esta tendencia no es algo nuevo para los albivermellos. La pasada temporada, en la que se consiguió la salvación in extremis ganando al Rayo Vallecano en la última jornada, el Lugo encajó 53 tantos en las 42 jornadas disputadas en las que solo el Castellón encajó más goles (54). La historia fue más o menos la misma hace dos campañas, en la 2019-2020, en la que los del Anxo Carro encajaron un total de 54 goles en su portería, siendo superado solo por los descendidos Deportivo de La Coruña (60), Extremadura (59) y Racing de Santander (56). Lo que está demostrado es que independientemente de quien juegue o quien dirija al equipo, el Lugo arrastra un déficit en el balance defensivo que le ha llevado a sufrir para mantener la permanencia en las dos últimas campañas.

Además, este año el Lugo aún no ha podido configurar su línea defensiva con todos sus componentes disponibles para Rubén Albés. Alberto Rodríguez continúa recuperándose de sus dolencias de pubis mientras que Álex Pérez, que llegó a Lugo para dotar de más solidez a la zaga, comenzó la preparación falto de ritmo por la ausencia de pretemporada y se ha lesionado antes aún de debutar. Con un debutante en Segunda como Ros y Diego Alende al mando, el Lugo debe encontrar la estabilidad en una parcela que se antoja fundamental si no quiere pasar los apuros de años pasados.